El Clínico San Carlos participa en el ensayo del primer PET específico para el estudio del cerebro

Junto al Hospital Clínico han participado otros hospitales nacionales e internacionales con la participación de expertos en medicina nuclear y neurólogos

Equipo de Medicina Nuclear que lidera el estudio (Foto: Hospital Clínico San Carlos)
Equipo de Medicina Nuclear que lidera el estudio (Foto: Hospital Clínico San Carlos)

El Hospital Clínico San Carlos está desarrollando la segunda fase de un ensayo clínico dedicado a estudiar el cerebro a través de una tomografía de emisión de positrones (PET). En este estudio, realizado a nivel mundial, participan especialistas en medicina nuclear y neurólogos del hospital madrileño. El objetivo es esclarecer el diagnóstico clínico y comprobar la fiabilidad de las imágenes cerebrales generadas por el PET.

En el ensayo han participado 211 pacientes del Hospital Clínico San Carlos, 75 del Hospital Universitario de Tübingen, en Alemania, además de los hospitales La Fe, de Valencia; y el Massachusetts General Hospital, de Boston, en Estados Unidos. Este estudio se ha realizado en pacientes conenfermedades neurológicas, tanto en el PET-TC como en el PET cerebral específico. La evaluación la han realizado dos expertos en medicina nuclear con más de 15 años de experiencia en neuroimagen, de manera independiente y sin conocer el historial clínico de los pacientes.

“La capacidad diagnóstica de este PET que estudia el cerebro es incluso superior a las aportadas por el PET convencional, especialmente en las fases iniciales de la enfermedad y en zonas poco afectadas”, ha explicado el investigador principal del estudio y médico nuclear, José Luis Carreras.

El PET de cerebro del ensayo clínico ha demostrado ser más eficaz en algunos aspectos que el PET convencional utilizado hasta ahora

Los resultados se han presentado en el congreso European Association of Nuclear Medicine y en el último congreso de la Sociedad Española de Medicina Nuclear e Imagen Molecular. “Hemos observado que en los estudios realizados con el PET de cerebro se ha elevado hasta en un 16% la capacidad de establecer un correcto diagnóstico de las enfermedades neurodegenerativas respecto de los llevados a cabo con el PET convencional, lo que resulta extremadamente importante ya que la calidad que ofrece el PET de cuerpo completo ya es de por sí muy fiable”, ha añadido la responsable del Servicio de Medicina Nuclear del Hospital Clínico San Carlos, María Nieves Cabrera.

La primera fase del estudio se realizó en el Clínico San Carlos con la participación de 40 pacientes con enfermedades neurodegenerativas. Este estudio piloto permitió analizar imágenes cerebrales y realizar ajustes en parámetros de adquisición, reconstrucción y corrección para validar el equipo, una vez implementadas las mejoras requeridas.

UN PET NOVEDOSO Y DE ALTA TECNOLOGÍA

Esta tecnología innovadora propone soluciones eficientes a los PET convencionales. La duración de la prueba es menor por la cercanía de los detectores con el cerebro, a diferencia de los PET de cuerpo entero. Este hecho permite agilizar el proceso, optimizar los recursos y atender un mayor número de pacientes en una misma jornada. Además, el paciente podrá sentirse más cómodo durante la prueba estando sentado y en posición ergonómica.

El hospital madrileño es el primero en el mundo en disponer de esta tecnología, un PET que permite el diagnóstico por imagen mediante un estudio cerebral del las estructuras intracraneales del sistema nervioso central. La realización de la prueba es de apenas diez minutos y es capaz de diagnosticar enfermedades neurodegenerativas como el Alzhéimer, trastornos del movimiento o enfermedad vascular cerebral.

“Un diagnóstico preciso y precoz de las enfermedades neurodegenerativas es clave y cada vez más relevante"

Jordi Matías-GuiuAntem, neurólogo del Hospital Clínico San Carlos, ha resaltado la importancia de la detección temprana afirmando que “un diagnóstico preciso y precoz de las enfermedades neurodegenerativas es clave y cada vez más relevante, ya que aporta beneficios para los pacientes y familiares, una mejor planificación de los cuidados y evita, en muchos casos, otras pruebas diagnósticas”.

Cabrera, por su parte, ha indicado que esta tecnología “consigue un aumento de la sensibilidad y de la resolución espacial al estar situados los detectores más cerca del cerebro y más próximos a las regiones a explorar, proporciona una mejor cuantificación de pequeñas áreas y núcleos del cerebro, optimiza el efecto volumen de interacción 3D y ofrece una mayor disponibilidad para la realización de estudios cerebrales que permitiría ampliar sus indicaciones neurológicas”.

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