28M: La legislatura canaria da la cara ante la Covid-19 y enfrenta las listas de espera

La Consejería de Sanidad de Canarias ha vivido bajo el mando de Teresa Cruz en su inicio y Blas Trujillo desde junio de 2020. Unos años marcados por la Covid-19 y con el reto de evitar la falta de profesionales y reducir las esperas para especialistas

Teresa Cruz y Blas Trujillo, predecesora y actual consejero de Sanidad de Canarias (Foto: Gob. Canarias)
Teresa Cruz y Blas Trujillo, predecesora y actual consejero de Sanidad de Canarias (Foto: Gob. Canarias)
Javier Leunda, redactor ConSalud.es
12 abril 2023 | 17:45 h

Las próximas elecciones autonómicas en muchas CC.AA. se acercan también a Canarias, que vivirá sus comicios el 28 de mayo para elegir un nuevo Gobierno en el archipiélago. Es momento, por tanto, de hacer un balance de la legislatura sanitaria en la región. Un periodo bajo la dirección de dos diferentes consejeros de Sanidad; Teresa Cruz, quien estuvo en el cargo hasta los inicios de la pandemia de Covid-19 y Blas Trujillo, sustituto y actual responsable sanitario desde entonces. Unos años marcados por la alarma sanitaria del coronavirus y su gestión, así como los posteriores intentos por recuperarse de las consecuencias negativas que trajo al Servicio Canario de Salud (SCS).

El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, delegó en julio de 2019 la responsabilidad de liderar la Sanidad de la región en Teresa Cruz. Un SCS que se enfrentaba a retos como la falta de especialistas de Medicina de Familia y Comunitaria, la fuga de facultativos y MIR a la península ante las más estimulantes condiciones laborales o las largas listas de espera en la sanidad insular. A los retos anteriores, la nueva consejera sumó el objetivo de hacer que la humanización y la Atención Primaria volvieran a ser los ejes centrales del sistema sanitario.

CORTA ESTANCIA

Entre sus primeras medidas anunció que reuniría la mesa de sanidad para negociar el calendario de una nueva oferta pública de empleo (OPE). Del mismo modo, el último tramo de 2019 trajo un nuevo Plan de Infraestructuras Sanitarias de Canarias, con tres líneas: emprender nuevas infraestructuras, desarrollar acciones para rehabilitar las existentes y mejorar la accesibilidad de los centros. Todas estas iniciativas iniciales de su legislatura en la línea de combatir las carencias en la Sanidad canaria marcaron un camino del que pronto Teresa Cruz se vería apeada. La llegada de 2020 aguardaba la temprana aparición de la Covid-19 en la región y pondría patas arriba todos los planes establecidos.

A tan sólo dos meses de la aparición de la Covid-19, Cruz presentó su dimisión ante la negativa a aceptar que el Comité de Gestión de Emergencia Sanitaria, presidido por Torres, tomase las riendas de la crisis

El 31 de enero de ese año, España notificó el primer caso de infección por coronavirus en un turista alemán de vacaciones en la isla canaria de La Gomera; dos meses después el archipiélago anunció el primer fallecido por la enfermedad. De esta manera, Canarias abrió la puerta a una pandemia que golpearía con fuerza a todo el país. Una alerta sanitaria que la consejera Cruz apenas vivió; tan sólo un par de meses después de la aparición de la Covid-19, Cruz presentó su dimisión ante la negativa de aceptar que el Comité de Gestión de Emergencia Sanitaria, presidido por Torres, tomase las riendas de la crisis.

RELEVO EN DIFÍCILES CIRCUNSTANCIAS

La llegada a la Consejería de Sanidad de Blas Trujilloen junio de 2020 -ocupada interinamente por Julio Pérez, consejero de Administraciones Públicas- distaba de ser la que probablemente hubiera soñado. La pandemia se encontraba en plena vigencia; eran momentos de gran desconcierto ante una situación nunca antes vivida en tiempos modernos. Afortunadamente para para todos los canarios, el archipiélago fue la comunidad española con menor incidencia acumulada de muertes en España en relación con su población -rondando los 1.000 fallecidos por millón de habitantes-.

Entre tanto, los médicos internos residentes (MIR) mantenían sus reclamacionesa de mejoras laborales a Trujillo, ante las que el consejero respondió con un acuerdo de incentivos para este colectivo

Cifras de decesos menores, pero aun así dolorosas y que no evitaron el estado de alarma nacional, el confinamiento domiciliario y la sobrecarga asistencial que padecieron los profesionales sanitarios en su lucha por salvar vidas.Canarias, por su parte, llevó a cabo las oportunas restricciones de empleo de mascarillas, cierre de puertos y aeropuertos, prohibición de reuniones o clausura de hoteles y comercios, que marcaron todo 2020. Entre tanto, los médicos internos residentes (MIR) mantenían sus reclamacionesa de mejoras laborales a Trujillo, ante las que el consejero respondió con un acuerdo de incentivos para este colectivo. A lo que se unió un aumento en el presupuesto en Sanidad de un 5,1% de cara al próximo año y la convocatoria de 1.800 nuevas plazas para profesionales en el SCS.

ENTRE LA COVID-19 Y LOS INTENTOS DE MEJORA DEL SCS

De cara a 2021, la llegada de la vacuna supuso una fuente de esperanza para dejar atrás la ‘pesadilla’ de la Covid-19. La progresiva inmunización de la población se fue desarrollando entre idas y venidas de nuevas olas de infección que alteraban la tranquilidad canaria. Meses, por tanto, de intermitentes medidas de restricción impuestas desde la Consejería. Un curso en el que Blas Trujillo no olvidó acuciantes retos como el de tratar de reducir las listas de espera del archipiélago, diseñando un plan de acción en este ámbito que recogía la dotación de 200 millones de euros.  Además, continuó desarrollando los procesos de OPE para paliar la falta de trabajadores en Sanidad.

Se englobaban proyectos como el de captación de pacientes crónicos  y vulnerables ‘Reconecta’, el proyecto de salud digital o mejoras en las infraestructuras sanitarias y capacidad diagnóstica

El 2022, tratando de dejar atrás progresivamente la sombra del coronavirus, trajo un nuevo aumento en la inversión, con una estrategia integral de AP y Comunitaria que recogía la aportación de 59,4 millones de euros; en esta línea, se englobaban proyectos como el de captación de pacientes crónicos y vulnerables (Reconecta), el proyecto de salud digital o mejoras en las infraestructuras sanitarias y la capacidad diagnóstica. Además, el consejero canario prosiguió ampliando hasta más de 12.000 las plazas para la OPE de 2022. En el abordaje de la salud mental, se presentó un protocolo de intervención ante riesgo suicida en el contexto educativo. En el lado menos positivo, Trujillo tuvo que lidiar con las demandas de los  médicos especialistas temporales.

Este último curso de la legislatura contó con un aumento presupuestario en Sanidad del 9,6% respecto al anterior. El 2023 ha dejado iniciativas como la regularización de7.000 sanitarios interinos en una ampliación de plantilla del SCS, un Plan de AP para reducir la presión asistencial y las esperas, así como progresos en los plazos de estabilización de personal sanitario. De cara a las nuevas elecciones autonómicas del 28 de mayo, quedarán pendientes retos como acortar las listas de espera en especialistas e intervenciones quirúrgicas o retener el talento de sus profesionales. Del mismo modo, está por consensuar un acuerdo con el sindicato médico de la región, que amenaza con la huelga a principios de mayo.

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