Hospital El Pilar utiliza nuevas técnicas quirúrgicas para abordar la enfermedad de Parkinson

Este nuevo enfoque es posible gracias a la mejora tecnológica de los equipos de neuroimagen, como la resonancia magnética y la tomografía computarizada.

Dr. Pedro Roldán (Foto: QuirónSalud)
Dr. Pedro Roldán (Foto: QuirónSalud)
CS
27 abril 2022 | 13:05 h
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La enfermedad de Parkinson es una patología neurodegenerativa que afecta al movimiento, cuyos síntomas se agravan a medida que progresa. Esto motiva que haya pacientes que acaban siendo refractarios a los tratamientos farmacológicos convencionales o que experimenten efectos secundarios difícilmente tolerables. Para ellos, existe la alternativa de la estimulación cerebral profunda, que consiste en la implantación de electrodos dentro de ciertas áreas del cerebro. En el Hospital El Pilar, del grupo Quirónsalud en Barcelona, se han empezado a realizar estas intervenciones bajo anestesia completa del paciente.

En la mayoría de los centros esta operación se realiza con el paciente despierto, debido a las dificultades que hasta ahora existían para poder identificar de forma correcta que la ubicación de los electrodos estaba en la zona planificada. “Las mejoras que ha habido en los últimos años en los equipos de resonancia nos ofrecen una imagen de muy buena calidad que ahora nos permite hacer esta localización de una forma directa”, comenta el Dr. Pedro Roldán,el especialista en Neurocirugía, que ha implantado la nueva técnica con anestesia general en el Hospital El Pilar.

“Mediante esta técnica el paciente no sufre ni en el preoperatorio ni en el intraoperatorio y nos permite darle de alta mucho más tempranamente sin muchos de los efectos desagradables de la abstinencia a su medicación"

“Mediante esta técnica el paciente no sufre ni en el preoperatorio ni en el intraoperatorio y nos permite darle de alta mucho más tempranamente sin muchos de los efectos desagradables de la abstinencia a su medicación y sin sufrimiento operatorio, ya que estos se operan bajo anestesia general. Además, cuidamos del aspecto estético y tampoco se rasura la cabeza, con lo cual su percepción de enfermedad es mucho menor y se atreven a salir antes del hospital y reincorporarse cuanto antes a su vida cotidiana”, añade el Dr. Roldán.

MUCHO MENOR TIEMPO QUIRÚRGICO

En este nuevo abordaje de la estimulación cerebral profunda se lleva a cabo una resonancia magnética cerebral, realizada bajo anestesia general para evitar temblores del paciente que puedan afectar a la imagen, y una tomografía computarizada craneal con contraste. El objetivo de ambas pruebas de imagen es permitir al cirujano la planificación precisa para la colocación de los electrodos.

El día de la operación, el paciente vuelve a ser anestesiado de forma completa y se le colocan los electrodos según lo planificado. Una vez que se ha llevado a cabo la intervención se realiza un escáner de verificación, por si fuera preciso el reposicionamiento de alguno de los electrodos en el mismo acto quirúrgico. Cuando se ha verificado la correcta colocación se procede a la implantación y conexión al neurogenerador de impulsos.

“Gracias a esto, es posible hacer todo el procedimiento en una sola sesión de aproximadamente 3-4 horas, disminuyendo en un 40% el tiempo quirúrgico habitual"

Todo ello se realiza con incisiones en la piel muy pequeñas y siguiendo un riguroso control estético. “Gracias a esto, es posible hacer todo el procedimiento en una sola sesión de aproximadamente 3-4 horas, disminuyendo en un 40% el tiempo quirúrgico habitual. De esta forma, un proceso hospitalario que antes nos llevaba de media entre siete y ocho días, ahora es posible hacerlo en entre dos y tres días”, añade el Dr. Pedro Roldán, quien señala como el material implantado es de ultimísima generación: “Contamos con electrodos direccionales y neurogeneradores recargables de vanguardia que permiten disminuir aún mas si cabe los posibles efectos adversos de la intervención y alargar significativamente la vida útil del dispositivo”.

Aunque la principal indicación de esta intervención es para pacientes de la enfermedad de Parkinson refractarios al tratamiento farmacológico, su uso también es posible extenderlo a otras patologías, como el temblor esencial, la distonía y otras enfermedades neurológicas como la epilepsia o el trastorno obsesivo compulsivo.

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