Las enfermeras catalanas han superado ya un mes huelga indefinida tras mucho tiempo reclamando mejoras palpables en la realidad del colectivo. Esta protesta, convocada por el sindicato Infermeres de Catalunya (IDC), aspira a que la Consejería de Salud de la Generalitat de un paso adelante a la hora de impulsar medidas a favor de las condiciones laborales y reconocimiento de estas profesionales. El último episodio se vivió este pasado sábado, con una manifestación que transitó la ciudad de Barcelona hasta llegar a la Estación de Francia, donde simbolizaron que el gobierno autonómico "las lleva al exilio en busca de mejores condiciones de trabajo".
La presidenta de Infermeres de Catalunya (IDC), Núria Guirado, aclara a ConSalud.es que se ha convocado la huelga indefinida debido a que “las enfermeras llevamos mucho tiempo, ya de antes de la pandemia, aguantando la situación límite en varios ámbitos de nuestra profesión”. Una circunstancia de malestar que se ha visto acrecentada por la aprobación del reciente acuerdo salarial del Instituto Catalán de la Salud (ICS), que consideran que no responde a las condiciones económicas que resultarían “justas para su labor” dentro del sistema sanitario.
“Hace más de 10 años que las enfermeras somos graduadas, pero todavía nos siguen considerando como diplomadas”
Otra de las demandas históricas que las enfermeras vienen demandando es el reconocimiento de su categoría profesional, pasando de A2 a A1. “Hace más de 10 años que las enfermeras somos graduadas, pero todavía nos siguen considerando como diplomadas”, lamenta. Por tanto, sostienen la necesidad de confeccionar un nuevo convenio que las reconozca como graduadas universitarias y no como diplomadas. Igualmente, entre las condiciones que ponen para desconvocar la actual huelga se encuentra que les apliquen un complemento salarial equivalente a A1.
En esta línea, el colectivo de profesionales reconoce que la recalificación se trata de una competencia que depende del Ministerio de Sanidad, pero que desde la propia Consejería de Manel Balcells podrían avanzar medidas para poner fin a esta discriminación. "Aunque la competencia corresponda a Madrid pensamos que, mientras esta recalificación no llega, la Generalitat de Cataluña puede crear un complemento de homologación que permita a las enfermeras tener este reconocimiento de categoría de grado", aclara al respecto Guirado.
"Se desprecia a las comadronas, enfermeras especialistas a las cuales no se les aplica el complemento de homologación SISCAT"
Por otra parte, en su lista de demandas denuncian que sus actuales condiciones de trabajo no contemplan “ningún incremento económico que refleje la adquisición de nuevas competencias en todos los ámbitos de actuación que desarrollan”. Asimismo, desde IDC lamentan que los responsables sanitarios continúen perpetuando una falta de reconocimiento de las especialidades enfermeras. “Tenemos enfermeras especialistas en Atención Primaria que están trabajando en un hospital o generalistas que están ejerciendo en un ámbito más especializado. Igualmente, se desprecia a las comadronas, enfermeras especialistas a las cuales no se les aplica el complemento de homologación SISCAT", refleja incrédula.
El malestar de estas profesionales se sustenta también en la falta de planificación de la Consejería de Salud catalana, que “no cuenta con todos los datos a ciencia cierta de las plantillas de enfermeras de la región”. Una circunstancia que dificulta poder aplicar medidas efectivas para una correcta asistencia a los pacientes y que crea ambigüedad en unas ratios de enfermeras por pacientes “claramente deficitarias”. “No se calculan las cargas de trabajo, pero lo que está claro es que vamos siempre 'con la lengua fuera' y muchas veces no podemos llegar a todo. Algunas compañeras han tomado la iniciativa de dejarlo”, asevera Guirado.
“Nos vemos obligadas a hacer uso de nuestro vehículo privado para poder desarrollar la atención domiciliaria de todos aquellos pacientes que no se pueden desplazar a los centros de salud”
Entre los muchos puntos que señalan para argumentar la falta de reconocimiento que padecen, la presidenta de Infermeres de Catalunya pone como ejemplo el sacrificio personal que han de afrontar en el ejercicio de su actividad asistencial diaria. “Nos vemos obligadas a hacer uso de nuestro vehículo privado para poder desarrollar la atención domiciliaria de todos aquellos pacientes que no se pueden desplazar a los centros de salud”. Circunstancias como esta han llevado a exigir a la Generalitat cambios que “mejoren la vida de las personas y también las de las enfermeras”.
De esta manera, tras el inicio de la huelga el pasado 12 de diciembre ante el “desprecio hacia la profesión reflejado en el tercer convenio colectivo del Servicio Catalán de la Salud y de condiciones de trabajo del ICS”, la organización convocante ha mantenido reuniones con diferentes interlocutores del departamento de Salud. En concreto, el 4 de enero mantuvieron un encuentro en el que estaba presente el consejero Manel Balcells. “Le trasladamos nuestras reivindicaciones y se mostraron dispuestos a estudiar nuestra postura. Sin embargo, están pasando los días y necesitamos compromisos tangibles” advierte la presidenta de IDC.
"La idea es poder avanzar en este diálogo hasta alcanzar un acuerdo concreto y con fechas claras de aplicación de medidas”
Hasta que todas las “promesas vacías” se trasladen a hechos fehacientes, el colectivo enfermero catalán no se plantea poner fin a la actual huelga. “Esta semana mantendremos reuniones con nuestros afiliados para informarles acerca de todos nuestros pasos en las negociaciones y la idea es poder avanzar en este diálogo hasta alcanzar un acuerdo concreto y con fechas claras de aplicación de medidas”, relata la líder sindical, quien remarca también que su protesta no es una circunstancia “fortuita”, sino algo por lo que llevan “mucho tiempo peleando”.