Las CC.AA. ponen cerco al consumo de vapeadores y de bebidas energéticas en menores por sus riesgos

El consumo de estos productos está viviendo un importante auge entre los jóvenes que ha llevado a las Consejerías de Sanidad a tomar medidas

Adolescente vapeando. (Foto: Freepik)
Adolescente vapeando. (Foto: Freepik)

La juventud es el futuro de nuestra sociedad y la adopción de conductas saludables en este periodo de la vida resulta clave para prevenir a largo plazo la aparición de problemas de salud. De esta manera, las distintas CC.AA. están prestando un especial interés en adoptar estrategias destinadas a reducir las conductas de riesgo que enfrentan nuestros menores. En esta línea, existen ya planes autonómicos dirigidos a velar por la prevención de problemas de salud mental, adicciones o conductas de ideación suicida en este colectivo.

Sin embargo, otro importante foco de actuación que se está desarrollando recientemente pasa por limitar hábitos de creciente incidencia en este colectivo, como el uso de vapeadores, cigarrillos electrónicos o el consumo de bebidas energéticas. Los nuevos productos asociados al tabaco han demostrado ser igualmente nocivos que este. El vapor procedente de los cigarrillos electrónicos y vapeadores, aunque carece de alquitrán y monóxido de carbono, produce los efectos tóxicos de la nicotina y contiene numerosos carcinógenos. Algo en lo que coinciden todos los colectivos y expertos en este campo, preocupados por su fuerte expansión entre los más jóvenes.

Estas preocupantes consecuencias para nuestra juventud ha llevado a que los responsables sanitarios vengan trabajando para limitar el acceso de los menores a esta serie de productos 

De igual manera, las bebidas energéticas han entrado con fuerza entre las preferencias de los menores, en parte alentados por la publicidad. No siendo conscientes de que su consumo reiterado puede producir patologías como taquicardia, arritmias, empeoramiento de dolencias cardiacas, insomnio, adicción psicológica o posibilidad de alteraciones metabólicas. Circunstancias que se acrecientan con la mezcla de estas bebidas con el alcohol, al implicar una mayor intoxicación etílica, un aumento del riesgo en la conducción y un el incremento en la probabilidad de desarrollar la dependencia alcohólica.

Estas preocupantes consecuencias para nuestra juventud ha llevado a que los responsables sanitarios vengan trabajando para limitar el acceso de los menores a esta serie de productos probadamente dañinos para la salud. Una de las regiones pioneras en este aspecto ha sido Galicia, donde la Xunta ha dio luz verde el pasado mes de octubre a la tramitación de una futura ley que prohibirá la venta de bebidas energéticas y vapeadores a los menores de edad en 2024.Con ello, ha sido la primera CC.AA. española en establecer una normativa en el ámbito de las bebidas energéticas.

Muchas otras regiones han mostrado predisposición a ‘cerrar el grifo’ de las bebidas energéticas entre su población más joven

De la misma manera, el Gobierno de La Rioja anunciópoco tiempo después que prepara una norma para la prohibición de estas bebidas entre la población de menor edad, en la línea de Galicia.El presidente autonómico, Alfonso Domínguez, avanzó que sería la consejera de Salud, María Martín, la encargada de desvelar próximamente los detalles, tras analizar “cómo poder articular” esta iniciativa legislativa. También Andalucía anunció este pasado jueves la prohibición de estas bebidas en menores, en el marco del Plan de prevención de adicciones en la infancia y la adolescencia.

Al margen de estas tres CC.AA., muchas otras regiones han mostrado predisposición a ‘cerrar el grifo’ de las bebidas energéticas entre su población más joven. El consejero de Sanidad de Castilla y León, Alejandro Vázquez, avanzaba recientemente "estar estudiando la posibilidad". Por su parte, el consejero de Sanidad de la Comunidad Valenciana, Marciano Gómez, declaraba que "se estudiará de forma sensata y serena la restricción de las bebidas energéticas a menores si procede". Mientras, la directora general de Salud Pública de Castilla-La Mancha, Laura Ruiz, aseveraba que esta prohibición resulta "interesante" y digna de “estudiar".

"Es imprescindible establecer un programa de actuaciones conjunto que unifique los criterios en todo el territorio nacional. Animamos al Gobierno de España a ejercer su responsabilidad"

De igual manera, la responsable sanitaria de la Comunidad de Madrid llevó a cabo un llamamiento al Ministerio de Sanidad para que tomara cartas en el asunto por medio de una regulación de las bebidas energéticas en el ámbito estatal. "Es imprescindible establecer un programa de actuaciones conjunto que unifique los criterios en todo el territorio nacional. Animamos al Gobierno de España a ejercer su responsabilidad de una vez y a que tome el liderazgo que le corresponde para avanzar en la equidad de regulación nacional de este tipo de productos y otros muchos", señaló Fátima Matute.

Lo que parece claro es que los perjuicios de las bebidas energéticas en la salud de los menores, largo tiempo denunciado por numerosas sociedades científicas, ha llegado irremediablemente a oídos de los responsables políticos. Es cuestión de tiempo que su limitación alcance todo el territorio nacional. Por otro lado, en el ámbito de la regulación frente a los vapeadores la estrategia parece más avanzada. De hecho, España dispone de una Ley del Vapeo desde 2014, aunque se ha actualizado este mismo año, y recoge limitaciones en la venta, publicidad, composición de estos productos o su consumo en interiores. Una estrategia equiparable a la de la propia normativa contra el tabaco.

Se centra en ámbitos tan concretos como la prohibición de ciertos sabores “alegres y llamativos” en líquidos de vapeo que podrían atraer a los jóvenes

En concreto, la legislación nacional frente al vapeo tiene un especial foco en la población juvenil. En esta línea, restringe su venta a menores de 18 años; prohíbe o limita la promoción en medios de comunicación dirigidos a menores de edad o vía online; o se centra en ámbitos tan concretos como la prohibición de ciertos sabores “alegres y llamativos” en líquidos de vapeo que podrían atraer a los jóvenes, tratando de disuadirles de adquirir este mal habito. Todo ello, sirve a las CC.AA. para poner barreras a estos productos; si bien, colectivos como la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) continúan reclamando una mayor dureza contra este reciente fenómeno.

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