Las elecciones en el País Vasco han deparado la victoria del PNV, que iguala en escaños a EH Bildu, aunque lograría alcanzar la mayoría absoluta con el apoyo del PSE. La formación de Imanol Pradales se ha hecho con 27 escaños y 359.221 votos; seguido de EH Bildu de Pello Otxandiano, con otros 27 escaños; el PSE-EE de Eneko Andueza, con 12 escaños; el PP de Javier de Andrés, con 7 escaños; el escaño logrado por Amaia Martínez para mantener a Vox en el Parlamento Vasco una nueva legislatura y, por último, la entrada de Sumar Mugimendua en los últimos minutos de escrutinio, consiguiendo un escaño para la cabeza de lista, la psicóloga Alba García. En el lado negativo, Elkarrekin Podemos no ha logrado representación alguna.
Lo igualado del resultado electoral no aclararía quién será el próximo lehendakari, aunque todo apunta a que la unión de fuerzas entre el PNV y PSE-EE les permitirá reeditar el último Gobierno nacionalista con apoyo socialista. No en vano, la formación de Eneko Andueza ya avanzó que no gobernaría con la izquierda abertzale en ningún caso, por lo que el tablero político parece claro. Con todo ello, esta radiografía del sentir de los ciudadanos vascos hace indicar que la estrategia sanitaria de la próxima legislatura será continuista.
PNV: NUEVA OPORTUNIDAD
La formación encabezada por Imanol Pradales marcó en rojo la salud como una “gran prioridad de país” durante la campaña electoral; una afirmación que tendrá ahora en su mano demostrar. Entre las iniciativas más acuciantes para Osakidetza propuestas por los nacionalistas se destaca la puesta en marcha de un Plan de Choque para mejora de la atención y accesibilidad en la Atención Primaria y la reducción de las listas de espera, con un plazo máximo de 48 horas para consulta en Primaria y menos de 2 meses para especialista. Todo ello, con la reorganización y refuerzo en la contratación del personal.
Entre las promesas del PNV se encuentra evisar el mapa de los Puntos de Atención Continuada (PACs) para valorar las necesidades existentes
De la misma manera, sus estrategias para la nueva legislatura aspiraban a promover un Acuerdo Vasco sobre el sistema de salud;mayor inversión en prevención y promoción de la salud; crear una institución de atención médica especializada en enfermedades crónicas, “sin descartar” un hospital específico para ello; hacer una mayor apuesta por el abordaje de la salud mental y la prevención del suicidio; o nuevas políticas de personal destinadas a incentivar la atracción y retención de talento médico y enfermero, priorizando contratos estables en Osakidetza.
Asimismo, como otras promesas prioritarias que avanzaron desde el partido de Pradales se encuentran revisar el mapa de los Puntos de Atención Continuada (PACs) para valorar las necesidades existentes; poner en marcha un programa de detección temprana en patologías cardiovasculares; impulsar la participación activa de pacientes y cuidadores como agentes de cambio para mejorar los servicios; o ampliar y mejorar los programas de fertilidad en los servicios de ginecología de Osakidetza. De esta manera, es de esperar que con el apoyo del PSE-EE puedan sacar adelante muchas de estas medidas.
PUNTOS COINCIDENTES CON EL PSE-EE
La tercera fuerza política de Euskadi y previsible aliado del inminente Gobierno nacionalista –el PSE-EE de Eneko Andueza- ha mostrado entre sus propuestas electorales de cara a este 21-A muchas estrategias coincidentes con el PNV. Entre las mismas, se destaca la preocupación por recobrar la atención sin demoras y garantizar tiempos de espera máximos para los pacientes marcados por ley; reforzar la Atención Primaria, la salud mental y el modelo de Puntos de Atención continuada; ampliar las plantillas hasta en 2.000 nuevas plazas y reducir la temporalidad en la sanidad pública vasca a niveles inferiores al 8%.
El escenario político vasco acaba de descubrir sus cartas con un pujante apoyo a EH-Bildu que se presenta como insuficiente. A partir de ahora arranca, por tanto, una frenética carrera para concretar los acuerdos necesarios destinados a aupar al nuevo lehendakari. Un cargo que, salvo sorpresa mayúscula y en base al respaldo socialista, apunta a quedarse en manos de Imanol Pradales. Sobre sus hombros quedará cumplir con todas las mejoras prometidas en Osakidetza que, por otra parte, el PNV no ha logrado impulsar con claridad durante las anteriores legislaturas de Iñigo Urkullu.