El Hospital Povisa de Vigo, cuyo consejero delegado es José Bernardo Silveira, ha sido condenado por un Juzgado a indemnizar con 60.000 euros a un hombre al que diagnosticaron por error VIH y hepatitis B. Durante 15 años el paciente creyó que tenía estas enfermedades con una gran repercusión en su vida, ya que toda su familia le repudió y comenzó a delinquir tras recaer en el consumo de sustancias estupefacientes. Los servicios sanitarios ignoraron analíticas de 2005, 2007, 2012 y 2014 en las que los resultados de la serología fueron negativos.