Dermatitis vulvar: qué es, causas, síntomas y tratamiento para esta enfermedad de la piel

El prurito y el enrojecimiento de la vulva son lo síntomas más frecuentes de esta patología de la piel

Zona íntima de la mujer (Foto. Freepik)
Zona íntima de la mujer (Foto. Freepik)
27 febrero 2024 | 11:00 h

La piel del área genital es una de las más sensibles del cuerpo y, como tal, no está exenta de sufrir problemas. De hecho, las patologías que afectan a la vulva son un motivo frecuente de consulta, ya que es una zona delicada y que, cuando demuestra algún síntoma, puede hacernos sospechar del posible contagio de alguna infección de transmisión sexual (ITS). Sin embargo, no siempre el diagnóstico resulta ser una ITS, ya que hay muchas otras afecciones no contagiosas que afectan al área genital, como la dermatitis vulvar.

¿QUÉ ES LA DERMATITIS VULVAR?

La dermatitis vulvar consiste en el enrojecimiento, dolor (prurito) y picazón de la vulva, unos síntomas que pueden estar provocados por el calor, la humedad en la zona o por una reacción alérgica por contacto a algún ingrediente cosmético. Como consecuencia de esta sintomatología, la paciente desarrolla molestias y ve afectada su calidad de vida, incluida su vida sexual, así que lo más recomendable es acudir al médico cuanto antes para que reciba el tratamiento adecuado y que pueda controlar la evolución de la enfermedad.

Las mujeres con dermatitis vulvar deben evitar el rascado de la zona íntima para no empeorar los síntomas

La causa más común de esta patología es la asociada a la reacción alérgica a algún componente de los jabones, cremas, cosméticos o lubricantes que se utilicen en la zona. No obstante, también podría estar provocada por el propio sudor en la zona íntima, por alguna infección e incluso por la enfermedad del liquen escleroso vulvar, una afección crónica y progresiva que podría provocar la atrofia de la vulva en la mujer. Por ello, ante la presencia de cualquier síntoma, es importante no retrasar la visita al médico.

SÍNTOMAS DE LA DERMATITIS VULVAR

Los síntomas que nos pueden hacer sospechar de la dermatitis vulvar son los siguientes:

  • Cambio en el color de la dermis de la vulva, aparición de manchas o eccemas.
  • Cambio en el olor, cantidad o textura del flujo vaginal.
  • Irritación y prurito vulvar (picor), causantes del enrojecimiento.
  • Descamación de la piel, hinchazón y pequeñas heridas causadas por el rascado.
  • Posible dolor al orinar.
  • Posible dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia).

Ante la presencia de estos síntomas, es normal que la paciente sienta el impulso de rascarse. Sin embargo, el rascado agrava la sensación de quemazón y, consecuentemente, empeora los síntomas, así que es importante no rascar la zona. Además, conviene acudir a consulta para que el especialista ofrezca el diagnóstico adecuado, ya que a menudo estos síntomas pueden confundirse con otras enfermedades de la piel, como eccemas o psoriasis.

Las pacientes con dermatitis vulvar tienen que utilizar ropa interior holgada y de algodón para favorecer la transpiración

Por otro lado, conviene explicar que la dermatitis vulvar puede afectar tanto a mujeres adultas como a niñas bebés, a las que muchas veces el pañal y la humedad del orín durante largos periodos de tiempo también les causa una reacción en la piel.

TRATAMIENTO DE LA DERMATITIS VULVAR

El objetivo del tratamiento de la dermatitis vulvar es la reducción del prurito, especialmente, y del resto de síntomas. Así no sólo mejorarán las lesiones cutáneas de la paciente, sino su calidad de vida. Para ello, será necesario que la mujer haga algunos cambios en su rutina de cuidado genital, con el uso de geles y jabones de pH neutros y no agresivos con la piel, apostando, en cambio, por emolientes sin fragancias. También es recomendable que utilice ropa interior holgada y de algodón para favorecer la transpiración.

En combinación con estas medidas, encontramos el tratamiento médico. Está basado principalmente en el uso de corticoides de uso tópico y, como alternativa a pacientes que no respondan a él o para las que estén contraindicados los corticoides, es relevante el uso de inhibidores de la calcineurina tópicos. En unos tres meses bajo el tratamiento y los cuidados adecuados, los síntomas deberían haberse controlado.

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