Moluscos en la piel en niños: causas, síntomas y tratamientos de esta infección contagiosa

Durante los meses que el paciente sufra las lesiones del molusco, es importante evitar el rascado de la piel para no empeorar el brote y, sobre todo, para no favorecer la diseminación de la infección

Manchas en la piel (Foto. Freepik)
Manchas en la piel (Foto. Freepik)
Verónica Serrano
21 febrero 2024 | 10:45 h

Algunos virus tienen la capacidad de afectar directamente a la salud de la piel, como es el caso de algunas enfermedades tan conocidas como el herpes o la varicela, por ejemplo. Sin embargo, hoy hablamos de una afección menos conocida, pero bastante frecuente entre la población infantil: el molusco contagioso. Se trata de una infección vírica causada por un tipo de Poxvirus que origina lesiones claritas o de color carne en la barrera cutánea. Estas lesiones pueden ser superficiales, bien distribuidas de manera uniforme en la piel o de forma sobresaliente. Además, pueden manifestarse de manera individual o múltiple.

La infección del molusco contagioso es más común en niños y, de hecho, es una enfermedad bastante frecuente en la etapa escolar, pero también puede presentarse en los adultos. Esta afección es a menudo confundida con otras lesiones de la piel, tales como lunares o verrugas comunes. No obstante, su naturaleza viral hace que sean fácilmente transmisibles, incluso a otras zonas del cuerpo que no están próximas entre sí.

¿POR QUÉ SALEN LOS MOLUSCOS EN LA PIEL?

El contagio del molusco en la piel se produce a través del contacto físico, por ejemplo, con juguetes, ropa o con toallas compartidas que hayan estado en contacto con el virus. También puede deberse a la diseminación del virus por el rascado de la piel infectada y el contacto posterior con piel sana. El periodo de incubación del molusco contagioso suele ser de unas tres semanas hasta que se manifiesten los síntomas.

Los niños son especialmente vulnerables a este tipo de infección, ya que en su día a día suelen estar rodeados de otros niños y realizar actividades conjuntas. Además, los ambientes húmedos se han descrito como lugares de foco de infección, así que las familias deben tomar toda precaución en las duchas compartidas o en las clases de natación y piscinas. Como medidas preventivas, se recomienda el lavado de manos frecuente y no compartir objetos o juguetes con otros pequeños.

SÍNTOMAS

Las lesiones provocadas por el molusco contagioso no son dolorosas, pero sí que provocan picazón, enrojecimiento e incomodidad. Al principio, las erupciones comienzan como pequeños puntos negros que van creciendo con el paso de las semanas, hasta convertirse en lesiones blandas y lisas, similares a una verruga, con una pequeña hendidura en el centro. Lo más común es que aparezcan entre 1 y 20 protuberancias del tamaño de una lenteja, aproximadamente.

Es importante evitar el rascado de la piel para no empeorar el brote y no favorecer la diseminación de la infección

Las lesiones pueden aparecer en cualquier zona de la piel, así que ante las sospechas de un posible contagio, es conveniente llevar al niño al médico para que pueda valorar las erupciones y hacer un diagnóstico preciso. En cualquier caso, será recomendable utilizar vendajes en las zonas afectadas para evitar la propagación de la infección.

¿CUÁNTO TIEMPO DURAN LOS MOLUSCOS CONTAGIOSOS EN LA PIEL?

En la mayoría de los casos, la infección desaparece por sí sola en los 6 y 12 meses posteriores al comienzo de los brotes. Es decir, no suele necesitarse ningún tratamiento. No obstante, puede recomendarse el tratamiento para evitar la propagación de las lesiones. Las técnicas empleadas para ello irán destinadas a acabar con el molusco para terminar con las molestias.

TRATAMIENTO DEL MOLUSCO CONTAGIOSO

Para eliminar las lesiones originadas por el molusco contagioso, el médico puede recurrir a la crioterapia, al raspado con cureta o a algunos tipos de láser, como el láser CO2. El objetivo de estas técnicas es la destrucción de las protuberancias. Asimismo, se pueden administrar cremas de uso tópico e inmunoterapia. Respecto a los remedios naturales, algunos ingredientes de origen vegetal podrían ayudar a mejorar los síntomas, tales como el aceite esencial australiano o el aceite de árbol de té.

Durante los meses que el paciente sufra las lesiones, es importante evitar el rascado de la piel para no empeorar el brote y, sobre todo, para no favorecer la diseminación de la infección. Asimismo, cabe recordar que un dermatólogo infantil debe valorar cada caso particular, ya que los tratamientos podrían dejar cicatrices y otras lesiones en la piel.

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