Estamos afrontando ya los últimos días de verano, pero en las zonas costeras y cálidas de España todavía podemos disfrutar de un sol radiante. Si en estas semanas vas a realizar una exposición solar, recuerda que no debes relajar las medidas de protección de nuestra piel, ya que el riesgo de sufrir eritemas, quemaduras, envejecimiento prematuro, daño solar y cáncer de piel sigue existiendo.
Desde Estetic queremos recordarte cómo debes preparar tu piel para tomar el sol de forma controlada y segura, así como darte un poco de información extra para prevenir las lesiones y, en el peor de los casos, saber cómo tratarlas. Y, para ello, contamos con la palabra de los expertos de Iroha Nature.
¿CÓMO PREPARAR LA PIEL PARA LA EXPOSICIÓN SOLAR?
La preparación de la piel es un paso clave “para proteger la función de barrera cutánea” y con estos pasos ayudarás a que el tejido cutáneo no se dañe y se eviten problemas como la “sequedad, sensibilidad, acné o descamación”. Estas son las recomendaciones de los expertos para el cuidado facial:
- Limpieza facial dentro de tu rutina: para ello, utiliza productos suaves y antiirritantes, descartando los astringentes para no resecar las capas de la piel y, consecuentemente, debilitar la barrera cutánea. Recuerda no lavarte la cara con agua caliente.
- Hidratación: debe ser el siguiente paso, apoyado en productos ricos en activos hidratantes, como por ejemplo, el ácido hialurónico.
- Protección solar: un paso imprescindible y de aplicación diaria para asegurarnos la protección solar, aunque debe ir acompañado de un control del tiempo de exposición.
- Reparación post-sol: aquí puedes utilizar aftersun para hidratar profundamente y calmar la piel expuesta al sol. Desde Iroha Nature cuentan con mascarillas nutritivas con efecto prolongador del bronceado, aunque también existen activos eficaces y reparadores para mejorar la firmeza y la elasticidad del rostro.
"La principal diferencia entre una quemadura y un eritema solar es la gravedad de la lesión"
Además de seguir estos consejos, puedes potenciar el cuidado de tu piel con una dieta saludable, en la que incluyas alimentos ricos en vitaminas, antioxidantes y ácidos grasos omega-3. Así podrás mejorar la salud de tu piel “ desde dentro”.
¿CÓMO PROTEGERNOS DEL DAÑO SOLAR?
Aunque hayamos preparado nuestra piel para la exposición solar, que no deja de ser una rutina que potenciará el bienestar de este órgano, no podemos dejar de protegernos frente al daño solar con elementos físicos. De lo contrario, pueden aparecer quemaduras o eritemas solares. “El eritema solar es una respuesta inicial de la piel al daño por exposición al sol y generalmente es menos grave, mientras que una quemadura solar implica una lesión más seria de la piel debido a una exposición más prolongada e intensa al sol”. En cualquier caso, ambos son una señal de que “la piel ha sido dañada por la radiación UV”.
Según los expertos de Iroha Nature, estas son las medidas que debes incorporar desde la prevención:
- Usar protector solar: aplica un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30 en todas las áreas expuestas de la piel. Asegúrate de aplicar suficiente cantidad y volver a aplicarlo cada 2 horas, o con más frecuencia si estás nadando o sudando.
- Evitar la exposición directa al sol: busca sombra siempre que sea posible, especialmente durante las horas pico de radiación UV, que suelen ser entre las 10 a. m. y las 4 p. m.
- Usar ropa protectora: viste ropa de manga larga, pantalones largos y un sombrero de ala ancha para cubrir la mayor parte de tu cuerpo. Opta por ropa de tejidos densos y colores oscuros, ya que ofrecen mejor protección contra el sol.
- Utilizar gafas de sol: protege tus ojos de la radiación UV usando gafas de sol que bloqueen el 100% de los rayos UVA y UVB.
- Evitar las cabinas de auto-bronceado: la radiación UV de las cabinas de bronceado puede ser aún más intensa que la del sol y aumenta el riesgo de daño cutáneo y cáncer de piel.
- Hidratarse: bebe suficiente agua para mantener la piel hidratada desde el interior. La hidratación adecuada puede ayudar a tu piel a recuperarse más rápido en caso de una exposición leve al sol.
¿CÓMO ACTUAR TRAS UNA LESIÓN EN LA PIEL?
Tanto como si se trata de una quemadura como de un eritema solar, hay que actuar sobre la piel. Aunque es cierto que el tratamiento puede ser un poco diferente de acuerdo a la gravedad de la lesión. Estos son los pasos que nos recomiendan seguir los expertos:
"Una quemadura solar más grave podría requerir atención médica y llevar más tiempo en sanar”
- Detén la exposición al sol: tan pronto como notes la quemadura solar o el eritema solar, retira la piel afectada de la exposición al sol. Busca sombra o refugio en interiores.
- Hidratación: la piel dañada necesita hidratación para ayudar en el proceso de recuperación. Bebe agua para mantenerse hidratado y usa una crema hidratante suave y sin fragancias en la piel afectada.
- Aplicar paños fríos: aplica paños fríos o toallas húmedas y frías sobre la piel afectada durante 15-20 minutos a la vez, varias veces al día. Esto ayudará a aliviar la sensación de ardor y reducir la inflamación.
- Evitar productos irritantes: evita el uso de productos que contengan alcohol o fragancias en la piel quemada, ya que pueden empeorar la irritación.
- No romper las ampollas: si tienes ampollas debido a la quemadura solar, no las revientes. Las ampollas actúan como una barrera protectora para la piel debajo de ellas. Si una ampolla se rompe por accidente, límpiala suavemente con agua y jabón, y cubre con una gasa estéril.
- Consulta a un profesional de la salud: si la quemadura solar es grave, si las ampollas cubren una gran área de la piel o si experimentas síntomas como fiebre, debilidad o signos de infección, busca atención médica.
“Un eritema solar generalmente se puede aliviar con medidas caseras y desaparecerá en unos días, mientras que una quemadura solar más grave podría requerir atención médica y llevar más tiempo en sanar”, recuerdan los expertos.