'Swimming pilates': te explicamos el paso a paso de este ejercicio que fortalece espalda y glúteos

Inspirado en un movimiento de la natación, este ejercicio de pilates cuenta con numerosos beneficios para la salud física y emocional

Mujer practicando pilates (Foto. Freepik)
Mujer practicando pilates (Foto. Freepik)
Verónica Serrano
4 marzo 2024 | 11:00 h
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El pilates se ha convertido en una de las disciplinas que más ha crecido en los últimos años. Es bien conocido para corregir el dolor de espalda, ya que alivia la tensión en los músculos de la zona y mejora la curvatura de la columna. Sin embargo, sus beneficios van más allá, pues permite tonificar el cuerpo, incrementar la flexibilidad y coordinación y disminuir el estrés sin causar un fuerte impacto articular.

En su experimentación para lograr una disciplina todavía más provechosa, el pilates ha querido sumar a su técnica los beneficios de la natación, otro de los deportes más completos y distinguidos por su alto rendimiento para el organismo. El ‘swimmng pilates’ ha nacido fruto de esa combinación.

¿QUÉ ES EL SWIMMING PILATES?

Como su propio nombre indica en inglés, el ‘pilates de natación’ o swimming pilates es una disciplina que combina el entrenamiento físico y mental del pilates con las técnicas de natación para generar una rutina completa y equilibrada. Esta modalidad se enfoca en el fortalecimiento de todos los músculos del cuerpo, pero especialmente en piernas y brazos con movimientos sincronizados y controlados, para mejorar la resistencia, la flexibilidad y el equilibrio y tonificar el cuerpo.

¿CÓMO HACER SWIMMING PILATES?

La extensión de la columna es el primer movimiento en una clase de pilates de natación. Con él se trabaja la curvatura y movilidad de la columna de forma correcta, con el objetivo de darle estabilidad y una buena extensión. Para ello, debes colocarte tumbado boca abajo en el suelo, con las piernas cerradas y los brazos extendidos, pegados al cuerpo. Después, eleva el pecho, manteniendo el cuello alineado con tu espalda, sin llegar a despegar las últimas costillas del suelo. Mantente elevado unos dos segundos y vuelve a la postura inicial. Cuando controles el movimiento, puedes probar a repetirlo con los brazos extendidos hacia adelante.

Uno de los ejercicios esenciales del swimming pilates implica el uso de la pierna izquierda con su extremidad contraria, el brazo derecho. Este movimiento, denominado nado de brazo y pierna opuestos', requiere que estires el brazo derecho y la pierna izquierda de forma simultánea, partiendo desde el suelo con la extensión de espalda que hemos aprendido anteriormente. Repite alternando las extremidades una y otra vez.

El pilates contribuye a una mayor flexibilidad de la columna vertebral, disminuyendo el dolor de la zona y corrigiendo la curvatura

Cuando tengamos dominados ambos ejercicios, se trata de imitar el movimiento que se realizaría al nadar en el agua, siguiendo los mismos pasos. Tumbado boca abajo, eleva todas tus extremidades (brazos y piernas), dejando apoyados sobre el suelo desde la parte inferior del pecho hasta la parte superior de las rodillas. Una vez que estén en el aire, sube ligeramente tu pierna izquierda y tu brazo derecho, mientras bajas levemente la pierna derecha y el brazo izquierdo, sin que lleguen a tocar el suelo. Activa tu abdomen y comienza a alternar tus extremidades, respetando el mismo movimiento entre opuestos.

Como el pilates en sí mismo, el swimming pilates es una disciplina versátil y efectiva que puede adaptarse a las necesidades individuales de cada persona, independientemente de su nivel de condición física. Puedes probar durante 3 segundos en el aire y, después, ir ampliando el tiempo cuando perfecciones la técnica y mejores tu fuerza. Y, como con todos los ejercicios de pilates, recuerda la importancia de respirar correctamente: acompasa tu inhalación y exhalación con el ejercicio.

BENEFICIOS DEL SWIMMING PILATES

A la hora de practicar el ejercicio tipo ‘swimming’ durante una sesión de pilates, se obtienen los siguientes beneficios para cuerpo y mente:

  • Mejora la capacidad torácica al incrementar la movilidad articular de la columna vertebral.
  • Contribuye a una mayor flexibilidad de la columna vertebral, disminuyendo el dolor de la zona y corrigiendo la curvatura de la columna.
  • Es una forma de tonificar el cuerpo, aunque no se trate de un deporte de alto impacto, al trabajar los músculos de forma directa. Más allá de la espalda, los glúteos y piernas toman parte activa durante el ejercicio.
  • Mejora la coordinación del individuo al utilizar movimientos repetidos y complejos.
  • Al utilizar técnicas de respiración controlada, el swimming pilates se asocia a un mejor control del estrés y la ansiedad, lo cual contribuye a una mejor salud emocional.
Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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