¿Cuándo debo bañar a mi bebé por primera vez? Te contamos cuál es el paso a paso

Una de las recomendaciones más importantes es no dejar al bebé sin supervisión por motivos de seguridad

Bebé recibiendo un baño (Foto. Freepik)
Bebé recibiendo un baño (Foto. Freepik)
Verónica Serrano
10 septiembre 2023 | 22:00 h
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El primer baño de un recién nacido es un momento especial y a menudo lleno de emoción para los papás. Sin embargo, es normal sentir cierta presión e inseguridad sobre cómo llevar a cabo este proceso de manera cómoda y sin riesgos para el bebé, pues surgen las dudas sobre cuáles son los pasos a seguir y qué cuidados debemos tener en cuenta para no dañarle.

¿CUÁNDO DAR EL PRIMER BAÑO?

La mayoría de los pediatras recomiendan esperar unos días después del nacimiento del bebé antes de darle el primer baño. Esto se debe a que la piel del recién nacido es muy delicada y está cubierta de una sustancia cerosa llamada ‘vérnix caseosa’, de textura viscosa y blanquecina que le proporciona protección. Lo ideal es bañarle a partir de su día 4 o 5 de vida, ya que estará más cerca de que se le cicatrice y caiga el muñón del cordón umbilical.

También es importante que sepas que no es necesario bañar al bebé a diario, ya que su piel es más sensible y podría dañarse. Un baño dos o tres veces por semana para retirar la suciedad es generalmente suficiente durante los primeros meses.

¿QUÉ DEBEMOS PREPARAR ANTES DE BAÑAR AL BEBÉ?

Antes de comenzar el baño, asegúrate de tener todos estos artículos y productos necesarios a mano:

- Una bañera para bebé o un lavabo limpio: asegurándote siempre de que estén limpios y desinfectados antes de usarlos.

- Agua tibia: llena la bañera con agua tibia, sin llegar a estar caliente, antes de colocar al bebé en ella. La temperatura del agua debe ser de aproximadamente 37°C y para medirlo, puedes ayudarte de un termómetro de baño.

La Organización Mundial de la Salud no recomienda bañar al bebé antes de sus primeras 24 horas de vida

- Esponja, jabón suave y champú para bebés: elige productos formulados específicamente para la piel sensible del bebé, que sean suaves y sin fragancias fuertes.

- Toallas suaves y limpias: prepara una toalla grande y suave para envolver al bebé después del baño, así como toallas más pequeñas para secar su cuerpo y cabello.

- Pañales limpios y ropa: deja cerca también los pañales limpios y la ropa con la que vayas a vestir al bebé.

- Aceite o crema para bebés: para hidratar la piel del pequeño después del agua.

EL PRIMER BAÑO, PASO A PASO

Una vez que tengas preparados todos estos elementos, es la hora de proceder. Con las manos limpias, coge al bebé y desvístele cuidadosamente, manteniendo siempre su cabeza controlada con tus manos. Para ello, coloca una mano debajo de su cabeza y cuello, y la otra bajo su espalda y parte inferior. Después, sumerge su cuerpo en el agua asegurándote de que la cabeza queda fuera y coge una esponja suave para deslizarla por todo su cuerpo con el jabón. Comienza por la cara, luego el cuerpo y, finalmente, el cabello, prestando especial atención a los pliegues de la piel y a las áreas donde podría haber acumulación de vérnix.

Observa a tu bebé durante el momento de baño para saber si está cómodo o si hay algo que le molesta

Una vez le hayas enjabonado, enjuágale con agua limpia y tibia para eliminar cualquier residuo de jabón. Luego, saca al bebé del agua con cuidado y envuélvelo en una toalla suave para secarlo con palmaditas suaves. Asegúrate de secar bien las áreas entre los pliegues de la piel para evitar infecciones. Después del baño, aplica una pequeña cantidad de aceite o crema para bebés en su piel y, por último cambia el pañal y vítele con ropa limpia.

Además de estos pasos, hay algunas recomendaciones de interés que no debemos pasar por alto. Una de las más importantes es no dejar nunca al bebé sin supervisión, de hecho, tenemos que mantener una mano en contacto con él en todo momento por seguridad. Tampoco deberemos enjabonarle con demasiado producto para no sensibilizar su piel y tener mucho cuidado de que no le entre en los ojos. Asimismo, hay que tener mucho cuidado con su cordón umbilical hasta que no haya cicatrizado por completo, evitando que se moje. Una de las claves de este momento especial será observar a tu bebé para saber si se encuentra cómodo o si hay algo que le molesta para corregirlo de inmediato.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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