PIR 2023: un examen "difícil, con preguntas desconcertantes y muy específicas del ámbito médico"

El portavoz de la Sociedad Española de Psicología Clínica, Gabriel Ródenas, atiende a ConSalud.es para analizar el examen PIR de este año 2023, una prueba que deja fuera de la FSE a el 95% de los opositores

Opositores minutos antes de que comenzara el examen FSE 2023, en el aula de la Facultad de Geografía e Historia de la UCM. (Foto. Agustina Uhrig. ConSalud.es)

4.073 psicólogos admitidos a examen para optar a una de las 231 plazas PIR ofertadas este año por el Ministerio de Sanidad. Con una ratio de 17,6 opositores por plaza, el examen PIR es una de las pruebas de Formación Sanitaria Especializada en las que más difícil es conseguir una plaza. Solo alrededor de un 5% de los opositores que se presentan, consiguen acceder a este sistema formativo.

“Un 95% de los opositores se queda fuera y no es gente que no se ha preparado. La mayoría lleva meses o años estudiando, dedicando mucho tiempo personal y económico, priorizando el PIR frente a otras áreas de su vida. Es una meta codiciada, porque estás accediendo a la mejor formación en Psicología Clínica de España, pero es una tarea casi imposible conseguir plaza”, cuenta a ConSalud.esGabriel Ródenas, portavoz de la Sociedad Española de Psicología Clínica.

Es por ello que “la línea en el horizonte” a la que debemos avanzar es hacia un “aumento progresivo de las plazas PIR” que se acerque a las 422 vacantes que solicitan los expertos. Sería de justicia no solo para los opositores, “que se lo merecen”, sino para saldar las carencias del Sistema Nacional de Salud. Un sistema sanitario en el que los profesionales de salud mental son escasos y se alejan de las directrices y ratios europeas, dejando así al paciente de salud mental en manos de la Sanidad privada – quien pueda permitírselo – o las consultas con profesionales cada demasiados meses.

Las “preguntas desconcertantes” que han aparecido en el PIR – un examen sin temario cerrado – explican los posibles sentimientos de “decepción, desesperación o tomadura de pelo” por parte de los opositores

Pocos días después del PIR 2023, Ródenas atiende a este medio para ahondar en el examen de este año y en las reivindicaciones de los profesionales. Para empezar, pone en valor y valida los sentimientos de los opositores, pues el examen no se ve de la misma manera analizándolo con tranquilidad, que en una “situación de estrés mantenida durante las cuatro horas y media” que dura la prueba.

Este hecho, sumado a las “preguntas desconcertantes” que han aparecido en el PIR – un examen sin temario cerrado – explican los posibles sentimientos de “decepción, desesperación o tomadura de pelo” por parte de los opositores. Y es que un año más, en el examen se han preguntado cuestiones muy específicas, algunas incluso más relacionadas con la Medicina que con la Psicología.

“Las áreas con menor peso en el examen, como Psicología Social o algunas de Psicobiología, que habitualmente eran preguntas asequibles, han sido de dificultad alta, con contenidos desconcertantes y rebuscados que no se han preguntado nunca, muy específicas del ámbito médico”, explica Ródenas. Con todo, cabe destacar que este PIR 2023 ha incluido mucho contenido sobre tratamientos psicológicos, más propios del día a día de los profesionales. 

"Todos tenemos que trabajar para que este sistema vaya mejorando, para pacientes y profesionales, y para ello es necesario llegar a las 422 plazas PIR"

Respecto a aspectos más estructurales y ampliamente criticados en convocatorias previas, como las faltas de ortografía o las preguntas repetidas, este psicólogo reconoce que “parece que sí que ha mejorado”. En una prueba como esta en la que las preguntas con faltas de ortografía son impugnables, “lo mínimo”, es que se cumplan unos criterios de calidad.

“LA MEJOR APUESTA, AUNQUE SEA DIFÍCIL”

Pese a todas las dificultades a las que se enfrentan los opositores PIR, el portavoz de la Sociedad Española de Psicología Clínica defiende que es “la mejor apuesta”. Por ello, da la enhorabuena a todos los psicólogos presentados al PIR, independientemente de que consigan plaza o no.

Ahora, es el momento de tomarse un “merecido descanso” y esperar a que llegue el momento de tomar las decisiones pertinentes. Y de cara al futuro, “todos tenemos que trabajar para que este sistema vaya mejorando, para pacientes y profesionales, y para ello es necesario llegar a las 422 plazas PIR”.

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