La consejera de Salud de Navarra, SantosInduráin, ha explicado para el Anuario ConSalud 2022 cuáles son sus retos para este 2022 y de qué manera han gestionado las distintas olas de la pandemia de la Covid-19.
¿Qué balance sanitario hacen de 2021?
El año 2021 fue especialmente intenso. Toca superar una nueva página de la Covid-19 –sabiendo que este virus siempre pone el listón más alto en cada momento-, pero leyendo su contenido y tomando nota de lo aprendido. Se trata de gestionar las ondas epidémicas invernales – de Covid pero también de otros virus como la gripe, respiratorios que han vuelto- al tiempo que se trata de retomar el pulso al día a día -que nunca se ha dejado- siguiendo el rumbo inicial, pero priorizando lo más urgente y necesario. Y hacerlo también con valentía. Sin pensar en términos cortoplacistas sino en lo bueno para el sistema público y la atención a la ciudadanía.
“Esperamos salir de la pandemia con la sensación de que, con aciertos y errores, se puede dejar atrás de una forma bastante aceptable y razonable”
Esperamos salir de la pandemia con la sensación de que, con aciertos y errores, se puede dejar atrás de una forma bastante aceptable y razonable. Buscando siempre el resultado de un complicado equilibrio y actuación de las distintas patas sanitarias (detección, asistencia y medidas preventivas) y también entre la sociedad, la economía y la salud, que siempre ha sido algo prioritario. La necesidad de fortalecer el sistema público de salud es una de las principales lecciones aprendidas.
¿Cuáles han sido los principales retos e hitos este año?
El factor diferencial de este año ha sido la vacunación. Además de una muestra de un impresionante y exitoso esfuerzo colectivo, ha sido un factor fundamental por dos razones: por un lado por efectos sanitarios y por otro, por su contribución para lograr la flexibilización progresiva de las medidas y restricciones, algo clave para recuperar nuestra vida. Alcanzar unas coberturaspoblacionales medias que superan el 90% con variaciones por tramos son unos hitos que cuando empezábamos a vacunar en Navidad –con cierre perimetral y toque de queda, por cierto- parecían impensables.
El fin de año y arranque de enero, con las Navidades de por medio, tampoco fueron fáciles con esta gran ola omicrón, y exigen un nuevo ejercicio de prudencia y responsabilidad individual y colectiva, pero contamos con la vacuna que ya estamos reforzando con una tercera dosis a los más vulnerables y expuestos con una gran respuesta social a la par del enorme esfuerzo del sistema sanitario y sus profesionales. El Gobierno de Navarra también ha decidido reforzar el sistema público de salud renovando el contigente Covid, cerca de 700 profesionales, hasta el verano.
¿Qué cambios se realizaron con la llegada de la pandemia y ya se han quedado instaurados?
La Covid ha puesto en evidencia debilidades, pero también fortalezas, así como la importancia de un consenso social y político sobre la necesidad de contar con un sistema sanitario solvente, potente y moderno. Y sin olvidar el enorme esfuerzo adaptativo del sistema hospitalario, la Atención Primaria (que ha gestionado más del 90% de los casos de Covid) se ha confirmado como su eje vertebrador que hay que apuntalar y reforzar. Hay que trabajar en favor de todo el ecosistema sanitario desde el liderazgo de la red pública, restaurando y afianzando ese acuerdo tácito entre ciudadanía y profesionales sanitarios que viene de lejos y tiene raíces sólidas. La salud como bien común y derecho básico nos pide apartar disputas interesadas. Y trabajar en equipo.
“Invertir en salud es apostar por un futuro justo y equitativo. Esa sería la página final del libro de la pandemia y la portada del que queda por escribir”
La coordinación entre niveles sanitarios, redes, departamentos, autonomía y países en clave de cogobernanza colaborativa ha sido otra enseñanza que nos deja el 2021. No solo nos está tocando gestionar algo histórico e inmenso como una pandemia, sino que nos corresponde un nuevo esfuerzo para legar a las siguientes generaciones el sistema sanitario del siglo XXI. Invertir en salud es apostar por un futuro justo y equitativo. Esa sería la página final del libro de la pandemia y la portada del que queda por escribir. Entre todos y todas.
La tecnología sanitaria fue una gran aliada durante la pandemia, ¿cuál es la apuesta de la Consejería por la Salud Digital?
La tecnología sanitaria fue una gran aliada durante los días duros de la pandemia y es un elemento fundamental del futuro, pero quiero reivindicar el papel de las personas, de los recursos humanos ya que la tecnología siempre está al servicio de los pacientes y los y las profesionales. Dicho esto, es cierto que Navarra también está alineada con la Estrategia Estatal de Salud Digital y cuenta con importantes experiencias en temas como Carpeta de Salud Personal, telediagnóstico, etc.., algo que lógicamente va a más pero que, nuevamente, creo que hay que aclarar que esto no supone una sustitución del contacto directo y personal con los y las pacientes, sino que permite priorizar y ser más eficaces en la atención presencial que siempre es fundamental.
“La mayor equivocación sería no hacer nada con la Atención Primaria; si escuchamos a los profesionales y evaluamos los cambios, acertaremos más”
En el ámbito hospitalario, el Hospital Universitario de Navarra, y también los dos comarcales de Estella y Tudela, van a dar un salto hacia adelante en los próximos años gracias a la financiación combinada de fondos europeos y propios en una auténtica revolución tecnológica que nos situará definitivamente en el siglo XXI. Y en cuanto a la Atención Primaria, el plan de acción global que se está ya implementando –y que fue compartido a nivel estatal cuando se abordó este sector- también incluye un amplio abanico de cuestiones que tienen que ver con poner en marcha o exprimir al máximo las diferentes vías de la salud digital en aras a fomentar tanto el ser más resolutivos y más accesibles.
¿Cuáles son los principales objetivos para 2022?
Los objetivos de este año entrante ya los he esbozado anteriormente. Se trata de retomar los grandes retos que la pandemia ha aplazado de alguna manera, pero también evidenciado como totalmente necesarios. Otra cuestión es que los tiempos políticos de una legislatura, y más en una tan especial como esta, dificultan los cambios profundos y estructurales con un marco temporal y visión más amplios. Pero no por ello hay que dejar de abordarlos conscientes de que quizá los resultados los recojan los gestores que vengan detrás pero siempre y en todo caso, los y las ciudadanas.
Esperamos plantear una reforma legal para permitir una gestión más moderna, ágil y eficaz al Sistema Navarro de Salud/Osasunbidea. Navarra, como otras autonomías, tienen en la AtenciónPrimaria un enorme reto además de las listas de espera, muy afectadas por la pandemia, esa es una necesidad de un sistema de gestión sanitaria muchos más flexible tanto en materia organizativa como normativo entre otras cuestiones como reforzar la Salud Mental o la Salud Pública, otras dos lecciones aprendidas de esta pandemia.
Pero, siendo todo básico, quisiera cerrar poniendo en foco en la Atención Primaria como primer objetivo. Es demasiado importante para las personas y para nuestra Comunidad como para dejarla tal y como está. Podremos equivocarnos, pero la mayor equivocación es no hacer nada; y, si además, lo hacemos escuchando a los profesionales y evaluando los cambios, acertaremos más.