El 2020 fue un año duro, marcado por el Covid, con hospitales saturados y altos números de fallecidos. Desde Unilabs estuvimos en primera línea para ayudar y contribuir con la detección de esta nueva enfermedad.
Con el fin de ese año llegó la esperada vacuna que, sin duda, ha ayudado a que en el año 2021 hayamos podido empezar con la recuperación social y económica, aunque el covid haya permanecido con nosotros. Ha sido un año marcado por la vuelta a la realización de actividades normales, como los viajes, eventos, reuniones familiares, dentro de un contexto incierto, marcado por diferentes olas, que han hecho que la incidencia haya tenido subidas y bajadas.
En Unilabs empezamos el año con un aumento de la demanda debido a las reuniones navideñas y a los viajes de personas que tenían que volver a sus ciudades de origen, coincidiendo además con la tercera ola de la pandemia, que aumentaba la positividad de las pruebas, en un momento donde la vacuna empezaba a administrarse, pero en el que la mayoría de la población estaba sin vacunar. En primavera e inicios del verano llegó otro aumento de la demanda, en esta ocasión no por una tasa de incidencia alta, sino porque ya se podía viajar con prueba o pasaporte covid. En este momento, gran parte de la población no tenía la pauta completa y necesitaba realizarse un test. El 90% de las personas que venían a nuestros centros solicitaban la prueba para viajar, en su mayoría eran test de antígenos y la positividad de las pruebas era baja. Además, desde Unilabs quisimos poner nuestro granito de arena en ese momento de reactivación del turismo, un sector crucial para nuestro país, y facilitar la posibilidad de viajar a las personas. De este modo, realizamos varios acuerdos con agencias de viajes y compañías aéreas para ofrecer condiciones especiales a los viajeros.
El mundo del diagnóstico ha vivido una auténtica revolución desde el inicio de la pandemia. En cuestión de días tuvimos que adaptarnos a una nueva realidad, una pandemia provocada por un virus desconocido hasta el momento y que nosotros, proveedores de diagnóstico, éramos los encargados de detectar.
Pero esta situación volvió a dar un giro con la llegada de Ómicron. Desde Unilabs vimos cómo esta nueva variante llegaba con fuerza. A principios del mes de diciembre, la positividad media de las pruebas que realizábamos era de un 3%, una cifra muy baja que coincidía con la incidencia que teníamos en todo el país. En solo cuatro semanas, estas cifras se dispararon y cerramos el año con más del 30% de las pruebas realizadas positivas, unas cifras que no habíamos visto previamente. El aumento de la demanda no se debió tanto a las reuniones familiares, sino que la mayoría eran personas que habían sido contacto de positivos, que tenían síntomas o que querían confirmar el positivo de la farmacia.
Por tanto, en el 2021 la importancia de un diagnóstico rápido y preciso ha vuelto a quedar latente. Con miles de pruebas realizadas y con respuestas en menos de 24 horas, hemos ayudado a todos los ciudadanos, desde los que necesitaban la prueba para viajar, hasta los que se la hacían por contacto de positivo, síntomas o por confirmar un test positivo de farmacia. Gracias a una respuesta rápida se han podido aislar a tiempo, reduciendo la posibilidad de contagiar a sus familiares y amigos, y especialmente a las personas de mayor edad o vulnerables.
La rapidez y la precisión son dos señas de identidad de Unilabs, son los dos principios que marcan todas las pruebas que realizamos y en las que hemos seguido trabajando durante este año de pandemia (48 millones de análisis al año, más de 150.000 pruebas de radiología y más de 90.000 exámenes de anatomía patológica), siendo la única empresa de España que aúna las 3 especialidades del diagnóstico y ofrece un diagnóstico integrado.
Nuestro objetivo para este 2022 es seguir ayudando a la población ahí donde nos necesite, dando respuesta a sus necesidades. Y esto lo vamos a conseguir estando cerca de ellos, creciendo, tanto de forma orgánica como inorgánica, porque no hay que olvidar que el diagnóstico es el primer escalón en un tratamiento sanitario, que debe de ser rápido y preciso, porque es clave para que el tratamiento sea personalizado y efectivo, mejorando la calidad de vida de los pacientes.