Alergia esta primavera: leve, pero con más impacto ante la retirada de mascarillas

Los expertos insisten en la necesidad de llevar mascarillas ante el posible aumento de síntomas y de diagnósticos principalmente en niños

Mujer con alergia (Foto. ConSalud)
Mujer con alergia (Foto. ConSalud)

Con las escasas lluvias durante el otoño y el invierno, la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) ha pronosticado que esta primavera contará con unos niveles de pólenes de gramíneas más bajos de lo habitual, lo que contribuirá a una disminución de los síntomas alérgicos en los pacientes. A esta situación se suma las actuales lluvias que favorecen también a los pacientes, ya que humedecen el polen que flota en la atmósfera aumentando su peso y depositándolo en el suelo, lo que le aleja de las vías respiratorias de los alérgicos.

Sin embargo, en una primavera que se espera más benigna para los alérgicos, no podemos olvidar el impacto que otros elementos, no meteorológicos, pueden tener en ellos. Hemos pasado dos años con mascarillas por la Covid-19lo que ha supuesto menos síntomas en los 4,5 o 5 millones de adultos y niños alérgicos a los diferentes pólenes presentes en la primavera española.

Las mascarillas son un sistema de bloqueo de la entrada de polen, “siempre hemos recomendado a los pacientes alérgicos al polen que en esta época las llevaran porque, como se ha notado durante estos años, los pacientes tienen menos sintomatología cuando las llevan”, explica a este medio el Dr. David Baquero, alergólogo miembro de la Seiac.

Gracias a las mascarillas “se ha reducido un 30% el consumo de fármaco durante la temporada alérgica estos años”

En concreto hablaríamos de menores síntomas de rinitis, aunque sí que se ha producido un aumento de casos de conjuntivitis, y menor necesidad de medicación gracias a las mascarillas. “Se ha reducido un 30% el consumo de fármaco durante la temporada alérgica estos años”. Y, aunque ha habido poca lluvia y las lluvias de ahora "tampoco consideramos que vayan a cambiar la situación, con la retirada de las mascarillas se espera “que aumenten las sintomatologías y también los casos de alergia al polen”. En una tendencia siempre al alza año tras año, que se hará patente principalmente este año en los más pequeños.

MÁS DIAGNÓSTICOS, PRINCIPALMENTE EN NIÑOS

La retirada de mascarillas supondrá la aparición de más síntomas e incluso de más alergias hasta ahora no detectadas. Durante la época de pandemia, “salvo raras excepciones, los niños han estado menos expuestos a los alérgenos”, explica a Consalud.es la Dra. Ana María Martínez-Cañavate presidenta de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (Seicap).

Esto ha supuesto que durante este tiempo los alérgicos no fueran conscientes de ello al no mostrar síntomas por la falta de exposición, y solo aquellos ya diagnosticados han podido ver que han crecido los síntomas conjuntivales lo que ha hecho que lo pasaran “regular”.  Ahora aumentará la exposición, con más tiempo al aire libre y rehusando la mascarilla, lo que  llevará a la aparición de primeros síntomas.

“Con el niño que está empezando con la alergia, los padres todavía no saben lo que puede sufrir o cómo puede pasarlo. En invierno han salido poco y ahora en primavera salen más, lo que puede dar lugar a peores sintomatologías o incluso nuevas de las que los padres no sean conscientes”, explica la Dra. Martínez-Cañavate.

Esto llevará a un aumento de diagnósticos durante estos años y a peores clínicas pese a que la presencia de polen será más leve. Ante ello, tanto la Dra. Martínez-Cañavate como el Dr. Baquero, insisten en “la necesidad de mantener las mascarillas, llevar los ojos protegidos y evitar las zonas de mayor acumulación polínica”.

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