La pseudociencia ha vuelto a sufrir un revés en pro de la salud pública, en esta ocasión en Girona. El pasado martes iba a celebrarse en esta ciudad una charla protagonizada por populares predicadores del movimiento antivacunas. Uno de ellos, el agricultor Josep Pàmies, confirmaba en su página de Facebook que, después de que la Diputación de Girona prohibiera la charla en la Casa de la Cultura, lugar donde se iba a realizar en un primer momento, el acto se celebraría en uno de los locales de Comisiones Obreras.
Durante la mañana del martes, ConSalud.es se puso en contacto con la delegación sindical para confirmar tal hecho y uno de los miembros de su Comisión Ejecutiva, Alfons Enrique, aseguró de manera contundente que se permitiría la celebración del acto esa misma tarde, a pesar de las denuncias emitidas en redes sociales por varios usuarios y colectivos contrarios a la pseudociencia. Las horas siguientes a la publicación de la información en este diario, varios usuarios de Twitter, así como la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (Aptep), formada por pacientes y profesionales sanitarios, comenzaron a pedir explicaciones a CC.OO. Girona.
“El problema es que generó mucha controversia, también una controversia interna y entendemos que esto no era una cuestión prioritaria sindical”
En un tweet, el sindicato manifestó que se trataba de un “malentendido”, sin llegar a aclarar si finalmente el acto se celebraría en uno de sus locales. El secretario general de CC.OO. de Girona, Bartomeu Compte, ha confirmado este miércoles en declaraciones a ConSalud.es que el acto “no se celebró”. “El problema es que generó mucha controversia, también una controversia interna y entendemos que esto no era una cuestión prioritaria sindical”. Además, Bartomeu reconoce que, al tomar la decisión poco tiempo antes de la hora fijada para la celebración de las jornadas, alrededor de las 19:00 horas del martes, “los dejamos bastante tirados, pero el acto no se realizó”.
No es la primera vez que, gracias a la presión de ciudadanos comprometidos con la salud pública se impiden actos de este tipo. Otros muchos, sin embargo, se celebran de manera impune con el riesgo de suponer un peligro para la salud pública. Pàmies, uno de los habituales en este tipo de encuentros, llega a afirmar que “los medicamentos matan” en detrimento del conocimiento científico.
Sin ir más lejos, el movimiento antivacunas tiene una significativa repercusión en la opinión pública de los países que conforman la Unión Europea. Una situación que, tal y como evidencian los hechos, también está calando en España. Los postulados que fundamentan este movimiento, alejados de cualquier evidencia científica, están causando situaciones preocupantes.
En los últimos meses los casos de sarampión se han triplicado en Europa y se han producido hasta 25 muertes por no vacunarse contra el virus. Por su parte, la Organización Médica Colegial (OMC) mantiene el Observatorio contra las Pseudociencias, Pseudoterapias, Intrusismo y Sectas Sanitarias. En el mismo se pone de manifiesto que una pseudoterapia se entiende como una propuesta de cura de enfermedades, alivio de síntomas o mejora de salud basada en criterios sin el respaldo de la evidencia disponible.