Controlando factores de riesgo, como hipertensión u obesidad, se pueden evitar 9 de cada 10 ictus

Se trata de la segunda causa de muerte en España y la primera causa de discapacidad adquirida y la segunda de demencia

Hospital Elideba Quirónsalud (Foto: Quirónsalud)
Hospital Elideba Quirónsalud (Foto: Quirónsalud)
CS
26 octubre 2023 | 11:35 h

Cada año, el 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Ictus, y en esta línea el neurólogo Alberto González Plata, del Hospital Quirónsalud Clideba, advierte de la importancia de trabajar en la prevención, puesto que hay una serie de factores que son genéticos y no se pueden alterar, pero el 90% de los casos se podrían evitar con una serie de medidas que nos permitieran controlar los elementos de riesgo, además incorporar un estilo de vida saludable.

El ictus representa la segunda causa de muerte en España y la primera en el caso de las mujeres. Se trata de un trastorno brusco del flujo sanguíneo cerebral que altera, de forma transitoria o permanente, la función de una determinada región del encéfalo. La prevalencia es de 180 casos por cada 100.000 habitantes, lo que supone que en Extremadura, por ejemplo, se diagnostican cerca de 2.000 casos anuales. Además de los fallecimientos, según los datos de la Sociedad Española de Neurología, los ictus representan la primera causa de discapacidad adquirida en personas adultas y es la segunda causa de demencia.

El experto de Quirónsalud recordada que la hipertensión arterial, el colesterol, el azúcar, la obesidad o el consumo de tabaco y alcohol son factores sobre los que podemos influir y que son el mayor desencadenante de un ictus, por lo que hay que realizar ejercicio físico de manera regular, controlar adecuadamente la alimentación y “evitar el tabaco y el alcohol”. El ictus es la interrupción de la circulación de sangre que llega al cerebro. Existen dos tipos: El ictus isquémico que es más frecuente y se da en el 80% de los casos provocado por la obstrucción de una arteria cerebral que evita que llegue el oxígeno y la glucosa de manera normal al cerebro; y el ictus hemorrágico, que se da en el 20% de los casos y se presenta cuando se rompe un vaso sanguíneo dentro del encéfalo. 


SÍNTOMAS DE ALERTA

Los ictus se producen, generalmente, de forma brusca e inesperada, aunque hay una serie de síntomas que nos pueden advertir de que se está dando este trastorno. Los principales son la alteración brusca en el lenguaje, con dificultad para hablar o entender. También la pérdida repentina de fuerza o sensibilidad en una parte del cuerpo (se manifiesta sobre todo en la cara y/o en las extremidades). La alteración de la visión, como pérdida de visión por un ojo, visión doble, o la pérdida brusca de coordinación o equilibrio también son síntomas de que se está sufriendo un ictus.

“El tiempo es cerebro”

En el caso de sufrir alguno de estos síntomas o la combinación de ellos, el doctor González Plata recomendaba acudir con rapidez a buscar el diagnóstico de un facultativo, puesto que el tiempo y la rapidez son primordiales para atajar este tipo de trastornos. El resumen que hacía el doctor es que “el tiempo es cerebro”.

Según datos de la Sociedad Española de Neurología, por cada minuto en el que la circulación de sangre al cerebro se interrumpe podemos llegar a perder casi dos millones de neuronas y una hora supone un envejecimiento cerebral de 3,6 años, por lo que el Dr. González Plata ha insistido en la importancia de buscar con premura atención médica de urgencias.

AUMENTO DE CASOS EN JÓVENES

Por último, llamaba la atención también sobre la importancia de que las personas jóvenes también estén pendientes sobre los ictus, puesto que se ha relacionado siempre con personas de edad avanzada y con múltiples enfermedades asociadas, pero "lo cierto es que esta inercia está cambiando”. Los factores de riesgo se controlan mejor y es común encontrar esta afectación en personas cada vez más jóvenes y sin dichos factores de riesgo. En las últimas dos décadas ha aumentado un 25% el número de casos de ictus entre las personas de 20 a 64 años.

En definitiva, insistía el neurólogo Alberto González Plata, con una adecuada prevención se pueden evitar 9 de cada 10 ictus por lo que es fundamental tener un estilo de vida saludable y controlar la hipertensión o el colesterol alto. En el caso de notar algún síntoma se debe acudir con urgencia a buscar ayuda sanitaria para evitar consecuencias mortales o secuelas irreversibles.

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