“Hacia un mundo sin meningitis”: la visión integral de la hoja de ruta establecida por la OMS

Los progresos que se logran para derrotar a la meningitis se encuentran rezagados en comparación con los pasos dados en la lucha contra otras enfermedades prevenibles por vacunación.

Campaña de vacunación contra la meningitis en Bouaké, Costa de Marfil (Foto. UNICEF / Frank Dejongh )
Campaña de vacunación contra la meningitis en Bouaké, Costa de Marfil (Foto. UNICEF / Frank Dejongh )
Ángel Luis Jiménez
5 octubre 2022 | 13:00 h

La meningitis, causada por la inflamación de las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal debido a infecciones bacterianas y virales, es una enfermedad mortal y debilitante, con graves consecuencias sanitarias, económicas y sociales, y que puede afectar a personas de todas las edades y en cualquier parte del mundo.

El 26 de octubre de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentaba su plan “Derrotar a la meningitis para 2030: una hoja de ruta mundial”. Esta es el resultado de la primera resolución sobre la meningitis aprobada por la Asamblea Mundial de la Salud (AMS). Su principal objetivo se centra en hacer frente a las principales causas de la meningitis bacteriana (meningococo, neumococo, Haemophilus influenzae y estreptococos del grupo B), estableciendo tres metas:

Para la consecución de estos objetivos la hoja de ruta de la OMS identifica una serie de objetivos estratégicos, actividades esenciales e hitos, enmarcados en cinco pilares: prevención y control de epidemias, diagnóstico y tratamiento, vigilancia de enfermedades, apoyo y atención para las personas afectadas por meningitis y promoción y compromiso.

La OMS advierte de que muchos casos y defunciones provocados por la meningitis son prevenibles mediante vacunación. El problema es que los progresos que se realizan para derrotar a la enfermedad se encuentran rezagados en comparación con los pasos que se dan en la lucha contra otras enfermedades prevenibles por vacunación. De esta forma la agencia de salud de la ONU estima que en 2017 se produjeron más de cinco millones de nuevos casos de meningitis y 290.000 muertes.

“Nuestra visión colectiva es la de avanzar ‘hacia un mundo sin meningitis’. Habida cuenta de que la meningitis obedece a numerosas causas diferentes, no es posible eliminarla ni erradicarla. Sabremos que no habrá un mundo sin meningitis, pero estamos determinados a acercarnos a ese objetivo tanto como sea posible. Consiguientemente, el plan se orienta a poner fin a la meningitis como amenaza de salud pública, reducir sustancialmente el número de casos y mantenerlos tan bajos como sea posible”, recoge el documento.

Los expertos inciden en que alcanzar el éxito con estos objetivos depende, fundamentalmente, del compromiso regional y nacional, así como de la voluntad política de los gobiernos para derrotar a la meningitis.

“Más de 500 millones de africanos corren el riesgo de sufrir brotes estacionales de meningitis, pero la enfermedad ha estado fuera del radar durante demasiado tiempo”

A lo largo de la última década se han producido epidemias de meningitis en todas las regiones del mundo, pero se suceden con mayor frecuencia en el conocido como “cinturón de la meningitis”, zona compuesta por los 26 países del África subsahariana.

“Más de 500 millones de africanos corren el riesgo de sufrir brotes estacionales de meningitis, pero la enfermedad ha estado fuera del radar durante demasiado tiempo”, criticaba, con motivo de la presentación de la hoja de ruta, la doctora Matshidiso Moeti, directora Regional de la OMS para África. “Este cambio de la lucha contra los brotes a la respuesta estratégica tiene que darse cuanto antes. Esta hoja de ruta ayudará a proteger la salud y la vida de cientos de miles de familias que cada año temen sufrir esta enfermedad”.

OBJETIVOS ESTRATÉGICOS

Objetivo estratégico 1. Alcanzar y mantener una elevada cobertura de vacunas autorizadas/precalificadas por las OMS contra Neisseria meningitidis (Nm), Streptococcus pneumoniae (Spn) y Haemophilus influenzae de tipo B (Hib), con acceso equitativo en todos los países, e introducir esas vacunas en los países que aún no las tuvieran, en consonancia con las recomendaciones de la OMS.

Objetivo estratégico 2. Introducir nuevas vacunas contra Nm, Spn, Haemophilus influenzae (Hi) y Estreptococos del grupo B (GBS) eficaces, asequibles y precalificadas por la OMS.

Objetivo estratégico 3. Desarrollar políticas basadas en pruebas científicas para las estrategias de vacunación contra Nm, Spn, Hi y GBS, que conlleven una protección individual óptima y, donde sea posible, una protección masiva.

Objetivo estratégico 4. Desarrollar y aplicar estrategias específicas en cada contexto, a fin de prevenir la infección por GBS en lactantes.

Objetivo estratégico 5. Desarrollar y mejorar estrategias de prevención y respuesta ante epidemias, incluso mediante vacunación, quimioprofilaxis, control de infecciones y comunicación de riesgos, en particular en relación con concentraciones multitudinarias y emergencias humanitarias.

Objetivo estratégico 6. Mejorar el diagnóstico de la meningitis en todos los niveles de atención.

Objetivo estratégico 7. Desarrollar pruebas de diagnóstico y facilitar el acceso a esas pruebas en todos los niveles de atención, a fin de mejorar la confirmación de casos de meningitis.

Objetivo estratégico 8. Desarrollar y aplicar una estrategia específica para cada contexto, destinada a identificar las madres portadoras de GBS, con miras al diagnóstico, tratamiento y atención de los lactantes con GBS, particularmente en entornos de bajos recursos.

Objetivo estratégico 9. Proporcionar y poner en práctica orientación e instrumentos apropiados, específicos para cada contexto y de calidad garantizada, a fin de dispensar el tratamiento y la atención de sostén que permitan reducir el riesgo de defunción, las secuelas y la resistencia a los antimicrobianos.

La OMS advierte de que muchos casos y defunciones provocados por la meningitis son prevenibles mediante vacunación

Objetivo estratégico 10. Velar por que existan sistemas eficaces de vigilancia de la meningitis y detección de los principales patógenos de la meningitis.

Objetivo estratégico 11. Desarrollar y aplicar estrategias mundiales de vigilancia de la enfermedad invasiva por GBS, en particular en entornos de bajos ingresos.

Objetivo estratégico 12. Desarrollar y llevar a cabo encuestas y estudios para determinar la carga de morbilidad por secuelas.

Objetivo estratégico 13. Mejorar la detección y gestión tempranas de las secuelas de la meningitis en entornos sanitarios y comunitarios.

Objetivo estratégico 14. Mejorar la disponibilidad y accesibilidad de servicios de atención y sostén adecuados para personas afectadas por meningitis y para sus familias y cuidadores.

Objetivo estratégico 15. Velar por que los financiadores y las instancias normativas nacionales, regionales y mundiales reconozcan la necesidad de priorizar la hoja de ruta para derrotar a la meningitis, e integrarla en los planes nacionales a todos los niveles.

Objetivo estratégico 16. Asegurar la sensibilización de todas las poblaciones respecto de los síntomas, signos y consecuencias de la meningitis, para que busquen la atención de salud adecuada.

Objetivo estratégico 17. Asegurar y acrecentar la concienciación de las comunidades acerca de los efectos de la meningitis y la asistencia disponible después de la meningitis.

Objetivo estratégico 18. Velar por que las personas y las comunidades sepan de qué manera acceder a vacunas y otros medios de prevención y a servicios de apoyo después de la meningitis, y aprecien y soliciten esos servicios.

Objetivo estratégico 19. Mantener un alto grado de confianza en las vacunas.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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