“La obesidad a nivel psicológico tiene una tasa de prevalencia del 100% en todos los pacientes"

La obesidad nunca ha sido clasificada como una enfermedad psiquiátrica, pero hay ciertos factores psicólogicos que afectan a la salud mental de una persona con obesidad; entre ellos, ansiedad, depresión y los TCA.

Mujer obesa (Foto: Freepik)
Mujer obesa (Foto: Freepik)
Blanca Mas
4 marzo 2023 | 00:00 h

La obesidad es una enfermedad crónica, progresiva y cuando hablamos de que afecta a la salud, pensamos en que se pueden desarrollar enfermedades cardiovasculares, de una disminución de calidad de vida y de un incremento de la mortalidad. Pero, esta enfermedad endógena, que se ha convertido en uno de los problemas de salud más graves y de más rápido crecimiento en la población, también afecta a aspectos psicológicos y sociales del individuo. “La obesidad a nivel psicológico tiene una tasa de prevalencia del 100 por cien en todos los pacientes obesos. Este nivel va a variar en forma dependiendo de las circunstancias personales de cada individuo y de sus antecedentes” cuenta Jesús Javier Díaz, Presidente de la Asociación Nacional para Personas Obesas y el Tratamiento de la Obesidad (Asepo).

La salud mental es un componente muy importante para la salud. Se trata del bienestar individual y que puede deteriorarse por estrés, cambios sociales, exclusión o discriminación, o un estilo de vida poco saludable. De hecho, según un estudio publicado por la Asociación Americana de Psicología, el 51% de las personas con obesidad cuentan con un historial de depresión grave. Investigaciones adicionales muestran que, las mujeres obesas que padecen de trastorno alimentario compulsivo y que han sido víctimas de bromas a causa de su apariencia desarrollaron luego insatisfacción con su cuerpo y depresión.

Además, el paciente se encuentra en un entorno en el que se siente incomprendido y no aceptado lo que puede provocar conductas de evitación y refugio en sus hábitos, manteniéndolos o aumentándolos, convirtiendo esta situación en una grave consecuencia de difícil solución y que repercute en una ganancia de peso, creando un circulo muy negativo para cualquier cambio, por pequeño que éste sea.

"Necesitamos que se nos realice una evaluación psicosomática y esta prueba solo la puede realizar o bien un psicólogo o bien un psiquiatra"

El presidente de la Asepo lo tiene claro. “Hoy en día la persona obesa está totalmente estigmatizada por su enfermedad ya que esta tiene un impacto muy visual sobre su físico. La causa al rechazo, crítica o estigma de la persona, es totalmente física. Ahora sí, esto tiene una repercusión aun mayor sobre la salud mental de la persona, porque hace que esta se aísle más socialmente, por ejemplo. O bien que tenga que estar más pendiente a lo que esta hace o dice ya que es el centro de todas las miradas y esto crea un cuadro de ansiedad terrible que dispara sus niveles de estrés repercutiendo este, en un mayor agravamiento de su salud”.

En este contexto, existen ciertos factores principales que pueden afectar a la salud mental de una persona con obesidad. Entre ellos destaca el miedo y la inseguridad personal; pérdida de la autoestima; perturbación emocional por hábitos de ingesta erróneos; infelicidad; ansiedad pseudoginecomastia; depresión, agorafobia y trastornos de la conducta alimentaria (TCA). En este último, la autopercepción juega un papel importante.

“La autopercepción si no es realista y consecuente, puede jugarnos una muy mala pasada. De hecho puede significar como se suele decir, o bien que ‘tiremos la toalla’ o bien producir un efecto totalmente contrario a la obesidad, es decir que pasemos de obesidad que es real a la anorexia que es una mentira. Me explico: somos obesos porque entre otros factores ingerimos más cantidad de alimentos y por eso engordamos, esto es real. Ahora bien no nos alimentamos porque percibimos que estamos gordo. Esto es mentira, sino nos alimentamos y mantenemos en el tiempo este estado de no ingerir alimentos llegaremos a morir de inanición”, sigue contando Díaz.

ABORDAJE MULTIDISCIPLINAR

La obesidad nunca ha sido clasificada como una enfermedad psiquiátrica en las clasificaciones DSM, publicadas por la Asociación Americana de Psiquiatría o en la clasificación CIE de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero es considerada una enfermedad multifactorial y multicausal, por lo que “no se puede atender desde una sola o única especialidad como es la parte metabólica, como ocurre hoy en día”, detalla el experto.

Por eso, “necesitamos que se nos realice una evaluación psicosomática y esta prueba solo la puede realizar o bien un psicólogo o bien un psiquiatra, todos los demás especialistas están excluidos por carecer de la facultad para realizar dicha prueba. Una vez se nos realice la prueba necesitamos de un diagnostico y una posterior prescripción médica la cual como base debe de contener herramientas que nos ayuden a abordar este problema desde la especialidad y así hasta obtener el alta médica, como vemos no es cuestión de que solo se nos recete una pastilla y listo”, termina el experto.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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