¿Cuáles son las enfermedades que podrían estar próximas a su erradicación?

La pandemia provocada por el SARS-CoV-2 ha supuesto importantes retrasos en la lucha frente a enfermedades que la humanidad se ha propuesto erradicar como el pian, la poliomielitis, el sarampión o la malaria.

Científico analizando muestras en un microscopio (Foto. Freepik)
Científico analizando muestras en un microscopio (Foto. Freepik)

El 9 de diciembre de 1979, la Comisión Mundial para la Certificación de la Erradicación de la Viruela acordaba, tras dos años de trabajo desde el último caso conocido, la certificación de que el mundo había conseguido erradicar la viruela. Una enfermedad infecciosa que solo en el siglo XX provocó más de 300 millones de muertes.

El 8 de mayo de 1980 la 33ª Asamblea Mundial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaraba, teniendo en cuenta la marcha y los resultados del programa mundial de erradicación de la viruela iniciado por el organismos en 1958 e intensificado a partir de 1967 que “el mundo y todos sus habitantes han conseguido liberarse de la viruela, enfermedad sumamente devastadora que ha asolado en forma epidémica numerosos países desde los tiempos más remotos, dejando un rastro de muerte, ceguera y desfiguración, y que hace tan solo un decenio abundaba en África, Asia y América del Sur”.

La pandemia provocada por el SARS-CoV-2 ha intensificado el importante papel que la vacunación juega como garante de la salud pública

La Real Academia Nacional de Medicina define erradicar como “eliminar por completo una enfermedad, por lo general infecciosa”. Un concepto que en términos epidemiológicos hace referencia a la desaparición completa de una enfermedad infecciosa a nivel global o, como mínimo, en un continente. Hasta el momento esto únicamente se ha producido con la viruela.

La pandemia provocada por el SARS-CoV-2 ha intensificado el importante papel que la vacunación juega como garante de la salud pública. Los programas de inmunización de rutina son ejes vertebrales de la seguridad sanitaria a nivel global para controlar los brotes de las enfermedades prevenibles por vacunación hasta que el momento en que, en un futuro, puedan considerarse erradicadas. La OMS trabaja desde años en distintos planes para alcanzar este objetivo con determinadas enfermedades infecciosas que causan estragos en determinadas partes del mundo, habiendo logrado importantes avances en los últimos tiempos.

Antes de profundizar en las enfermedades de las que hablaremos a continuación, hay que diferenciar entre el concepto de erradicación (ya explicado anteriormente) y la eliminación de una enfermedad. En este caso hablamos de la ausencia de casos endémicos en un área geográfica determinada durante, al menos, 12 meses y que cuente con un óptimo sistema de vigilancia epidemiológica.

LA LUCHA CONTRA EL PIAN

El pian, por ejemplo, es una de las primeras enfermedades que la OMS se propuso erradicar en la década de 1950. Unos esfuerzos que se redoblaron en 2012 y, a día de hoy, el pian continúa siendo endémico en 15 países. En enero del presente año la OMS comunicaba que se debe confirmar en 76 países y territorios la ausencia de la enfermedad que antes era endémica.

El pian es una treponematosis endémica, un grupo de infecciones bacterianas crónicas causadas por espiroquetas del género Treponema, entre las que se encuentran también la sífilis endémica (bejel) y el mal de pinto. El pian es la más frecuente de las tres. La enfermedad afecta principalmente a las comunidades pobres de las regiones boscosas cálidas, húmedas y tropicales de África, Asia, Latinoamérica y el Pacífico. La mayoría de las poblaciones afectadas viven en zonas aisladas, alejadas de los servicios de salud. La pobreza, el bajo nivel socioeconómico y la mala higiene personal facilitan la propagación del pian. Entre el 75-80% de los afectados es menor de 15 años, registrándose la máxima incidencia entre los niños de seis y 10 años.

Actualmente la OMS clasifica los países en tres grupos epidemiológicos: grupo A (países en los que el pian es endémico), grupo B (países donde era endémico, pero su situación actual se desconoce) y grupo C (países sin antecedentes de pian). En 2021 se registro un único caso en un niño de cinco años de Malasia, país incluido por la OMS en el grupo B. En 2020, se notificaron a la OMS 87.877 casos sospechosos de pian en 11 países, pero solo se confirmaron 346 casos en siete países, la mayoría de los cuales encuadrados en la Región del Pacífico Occidental (Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón y Vanuatu).

La estrategia de erradicación consiste en el tratamiento masivo (de toda la población de las comunidades, con una cobertura mínima del 90%) con una dosis de 30 mg/kg de azitromicina, hasta un máximo de 2 g, en las zonas donde se sabe que hay pian

No se cuenta con una cura para el pian. La educación en materia de salud y la mejora de la higiene personal son fundamentales a la hora de reducir la transmisión. La estrategia de erradicación consiste en el tratamiento masivo (de toda la población de las comunidades, con una cobertura mínima del 90%) con una dosis de 30 mg/kg de azitromicina, hasta un máximo de 2 g, en las zonas donde se sabe que hay pian.

Los criterios de erradicación establecidos por la OMS son:

  • Ausencia de nuevos casos autóctonos con confirmación serológica durante tres años consecutivos.
  • Ausencia de casos demostrados mediante PCR
  • Ausencia durante tres años consecutivos de pruebas de transmisión en pruebas serológicas realizadas en niños de uno a cinco años.

¿ES POSIBLE ERRADICAR LA MALARIA?

En 2020 se registraron 241 millones de casos de malaria y 627.000 muertes, lo que supone un incremento respecto a 2019 de más de 14 millones de nuevos casos y más de 47.000 muertes. Incluso antes de la pandemia los avances mundiales contra la malaria se estaban estabilizando y el mundo se alejaba de cumplir con los objetivos fijados.

La malaria es una enfermedad febril aguda causada por el parásito Plasmodium, que se transmite por la picadura de un mosquito Anopheles hembra infectado. Los síntomas, que incluyen fiebre, dolor de cabeza y escalofríos, generalmente aparecen entre 10 y 15 días después de la picadura y pueden ser leves y difíciles de reconocer. Si no se trata, la malaria puede progresar a una enfermedad grave y la muerte.

Entre 2000 y 2015, una expansión sustancial de los servicios de malaria contribuyó a una reducción del 27% en la incidencia mundial de casos de malaria y una disminución de casi el 51% en la tasa de mortalidad mundial por malaria, evitando millones de muertes. Sin embargo, en 2017, la tasa de incidencia de casos aumentó y la disminución de las muertes por malaria se había estancado.

En 2021 la OMS actualizó la estrategia mundial contra la malaria para reflejar los aprendizajes de los últimos cinco años. Para alcanzar los objetivos de la estrategia, que incluyen una reducción del 90% en las tasas de incidencia y mortalidad por malaria en el mundo para el 2030, se necesitarán nuevos enfoques e intensificar grandemente los esfuerzos, con la ayuda de nuevas herramientas y una mejor implementación de las existentes. También es esencial aumentar las inversiones.

Dos países, El Salvador y China, se certificaron como libres de malaria por la OMS en 2021. Sin embargo, la mayoría de los países con una alta carga de la enfermedad han sufrido reveses y están perdiendo terreno

Retomando el informe relativo a la situación de la malaria en 2021 de la OMS, el documento señala que, a escala global, el progreso contra la malaria sigue siendo desigual. Según el informe, muchos países con una carga baja de la enfermedad avanzan de manera constante hacia el objetivo de eliminar la malaria. Dos países, El Salvador y China, se certificaron como libres de malaria por la OMS en 2021. Sin embargo, la mayoría de los países con una alta carga de la enfermedad han sufrido reveses y están perdiendo terreno.

De los 93 países y territorios que reportaron transmisión de la malaria en 2015:

  • 30 alcanzaron el objetivo de la estrategia de reducir en un 40% la incidencia de casos de malaria para el 2020.
  • 24 países lograron reducciones en la incidencia de casos de malaria de menos del 40%.
  • Siete países se mantuvieron en niveles similares de incidencia de casos de malaria.
  • 32 países han registrado un aumento en la incidencia de casos de malaria desde 2015.

En términos de mortalidad y atendiendo a estos 93 países y territorios:

  • 40 países alcanzaron el objetivo de la estrategia de reducir en el 40% la tasa de mortalidad por malaria para el año 2020.
  • 15 países lograron reducir la mortalidad por malaria en menos del 40% para el 2020.
  • 14 países, todos ellos de la Región de África de la OMS, se mantuvieron en niveles similares de mortalidad por malaria.
  • 24 países han registrado aumentos en la mortalidad por malaria desde 2015.

Con motivo del Día Mundial del Paludismo, celebrado el pasado 25 de abril, la OMS aseguraba que no disponemos por el momento de un instrumento que resuelva el problema del paludismo o malaria. La agencia de salud de la ONU pedía aprovechar las innovaciones con las que contamos para reducir la carga de esta enfermedad y compartía un esperanzador avance: más de un millón de niños en Ghana, Kenia y Malaui ya han recibido una o más dosis de la primera vacuna contra la malaria del mundo, suero aprobado en octubre de 2021 por la OMS marcando un auténtico hito científico y médico.

¿MÁS CERCA DE ERRADICAR LA POLIOMIELITIS?

La poliomielitis, enfermedad viral mortal que se erigió como la principal causa de parálisis en una gran cantidad de niños en todo el mundo, está más cerca de ser erradica como demuestra que, desde 1988, el número de niños con poliomielitis ha descendido en un 99%.

UNICEF informa de que, para eliminar por completo la poliomielitis, cada niño debe estar vacunado. Pero todavía hay miles que continúan sin estar protegidos frente a la enfermedad. Cifra que ha aumentado como consecuencia de la interrupción de los programas de inmunización de rutina como debido a la pandemia.

En 2021 únicamente se notificaron cinco casos de polio salvaje en todo el mundo: cuatro en Afganistán y uno en Pakistán. Se trata de los únicos dos países que desde hace varios años presentan transmisión del virus salvaje de la polio (VP1), tras lograrse en septiembre de 2015 la erradicación del VP2 y del VP3 en octubre de 2019

La Comisión Regional de Certificación de África certificó la ausencia de poliomielitis por virus naturales (también denominados "salvajes") en la Región de África de la OMS después de cuatro años sin ningún caso. Con este hito histórico, cinco de las seis regiones de la OMS (en las que vive más del 90% de la población mundial) están ahora libres de poliovirus naturales, de manera que el mundo está más cerca de lograr la erradicación mundial de la poliomielitis.

El 17 de febrero de 2022 las autoridades de Malaui comunicaron un caso de polio en una niña de tres años. Los estudios virológicos y genéticos establecieron que se trataba de un virus salvaje de la poliomielitis tipo 1 (VP1). Este caso, al ser importado, no comprometió el estatus de África como continente libre de poliomielitis.

En 2021 únicamente se notificaron cinco casos de polio salvaje en todo el mundo: cuatro en Afganistán y uno en Pakistán. Se trata de los únicos dos países que desde hace varios años presentan transmisión del virus salvaje de la polio (VP1), tras lograrse en septiembre de 2015 la erradicación del VP2 y del VP3 en octubre de 2019.

LA IMPORTANCIA DE LA VACUNACIÓN

También se consideran erradicables otras enfermedades como el sarampión o la rubeola que, en los últimos dos años han sufrido importantes retrocesos como consecuencia de la pandemia. La OMS alertaba recientemente de un rápido incremento de brotes de enfermedades prevenibles por vacunación en África.

Según los últimos informes de la ONU se han registrado casi 17.500 casos de sarampión en el continente africano entre los meses de enero y marzo de 2022. Cifra que supone un aumento del 400% en comparación con el mismo periodo de 2021.

En total, 20 países africanos han comunicado brotes de sarampión en el primer trimestre del presente año, lo que supone ocho naciones más que durante los tres primeros meses de 2021.

Claros ejemplos del importante papel que tienen las vacunas en la lucha para erradicar las enfermedades. Y es que la vacunación sistemática a través de los programas de inmunización de rutina han hecho que enfermedades como la difteria, la varicela, las paperas, el rotavirus, la tosferina o el tétanos, han conseguido que dejen de ser graves problemas de salud pública en muchos países. El reto ahora es garantizar el acceso global y equitativo a las vacunas disponibles y tratamientos para avanzar en la protección de la salud pública.

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