La cifra de afectados por la “Covid persistente” es mucho mayor de la esperada

Una revisión de estudios revela que más del 50% de las personas que superan la Covid-19, continúan manifestando síntomas persistentes, tanto físicos como psicológicos, que afectan a su vida.

Mujer con mascarilla tosiendo (Foto. Freepik)
Mujer con mascarilla tosiendo (Foto. Freepik)
Ángel Luis Jiménez
16 octubre 2021 | 00:00 h

La creciente evidencia científica relativa al SARS-CoV-2 se focaliza cada vez más en las secuelas derivadas de la Covid-19 y los posibles síntomas persistentes tras superar la infección. El pasado 11 de octubre la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicaba la primera definición clínica oficial de la enfermedad “pos-COVID-19”, conocida como “Covid-19 persistente”, acordada tras una consulta global con el objetivo de facilitar el tratamiento de los enfermos.

"La afección pos-Covid-19 se produce en individuos con antecedentes de infección probable o confirmada por el SARS-CoV-2, generalmente tres meses después de la aparición de la Covid-19 con síntomas que duran al menos dos meses y que no pueden explicarse por un diagnóstico alternativo. Los síntomas más comunes son la fatiga, la dificultad para respirar y la disfunción cognitiva, pero también se pueden dar otros síntomas que suelen repercutir en el funcionamiento cotidiano del enfermo. Los síntomas pueden ser de nueva aparición, tras la recuperación inicial de un episodio agudo de Covid-19, o pueden persistir desde el inicio de la enfermedad. Los síntomas también pueden fluctuar o puede haber recaídas con el tiempo. Para los niños, puede ser aplicable otra definición", define la agencia de la ONU.

Diversos estudios han centrado sus esfuerzos en determinar cuántas personas de entre las que superan la Covid-19 desarrollan Covid persistente. Las cifras se mueven dentro de un amplio abanico de porcentajes, y algunas investigaciones señalan que no solo afecta a aquellos que cursan la enfermedad de forma moderad y/o grave, sino que también puede aparecer en aquellos con infección leve e incluso asintomática.

En este contexto ponemos el foco en una reciente investigación realizada por el Penn State College of Medicine. De acuerdo a sus conclusiones, más de la mitad de los 236 millones de personas diagnosticadas con Covid-19 desde diciembre de 2019 experimentarán síntomas posteriores y persistentes de la enfermedad hasta seis meses después de la recuperación. Un dato con el que advierten a los gobiernos y sistemas sanitarios de la necesidad de prepararse ante la gran cantidad de personas que necesitarán atención médica ante estos síntomas que son tanto físicos como psicológicos.  

Más de la mitad de los 236 millones de personas diagnosticadas con Covid-19 desde diciembre de 2019 experimentarán síntomas posteriores y persistentes de la enfermedad hasta seis meses después de la recuperación

Los responsables del estudio han realizado una revisión sistemática de 57 informes que aglutinan datos de 250.351 adultos y niños no vacunados diagnosticados con Covid-19 entre diciembre de 2019 y marzo de 2021. De estos, el 79% requirió ingreso hospitalario, la mayoría vivía en países de altos ingresos y la media de edad era de 54 años (56% hombres). Los investigadores analizaron la salud de los pacientes en diferentes intervalos: un mes, entre dos y cinco meses y más de seis meses desde que se recuperaron de la infección.

AMPLIA VARIEDAD DE SÍNTOMAS PERSISTENTES

De acuerdo a los hallazgos de la investigación los pacientes experimentaron una amplia variedad de problemas de salud residuales asociados a la infección por SARS-CoV-2. Estas complicaciones afectaron a su bienestar general, su movilidad o sus sistemas orgánicos. En general, uno de cada tres supervivientes experimentó Covid persistente, con tasas más o menos constantes en los tres intervalos analizados.

Entre las principales conclusiones del estudio destacan:

  • Más de la mitad de todos los pacientes reportaron pérdida de peso, fatiga, fiebre o dolor.
  • Aproximadamente uno de cada cinco experimentó una disminución de la movilidad.
  • Casi uno de cada cuatro ha informado de problemas para concentrarse.
  • Casi uno de cada tres pacientes ha sido diagnosticado con un trastorno de ansiedad generalizada.
  • Seis de cada 10 pacientes presentaban anomalías en las imágenes del tórax, y más de una cuarta parte de los pacientes mostraba dificultades para respirar.
  • Entre las afecciones más comunes destacan las palpitaciones y el dolor en el pecho.
  • Casi uno de cada cinco pacientes experimentó pérdida del cabello y/o erupciones cutáneas.
  • El dolor de estómago, la falta de apetitito, la diarrea y los vómitos se encuentran entre los problemas de salud más habituales tras superar la infección.

“Estos hallazgos confirman lo que muchos trabajadores de la salud y supervivientes de la Covid-19 han estado afirmando durante mucho tiempo, que los efectos adversos para la salud de la Covid-19 pueden persistir”, explica el co-investigador principal, Vernon Chinchilli, presidente del Departamento de Ciencias de la Salud Pública del Penn State College of Medicine, a través de un comunicado.

Los responsables de la investigación piden, con sus hallazgos en la mano, que los sistemas sanitarios y gobiernos se planifiquen ahora y destinen recursos al que puede convertirse en el próximo gran problema de salud pública a nivel global

“Aunque estudios anteriores han examinado la prevalencia de los síntomas de la Covid-19, este estudio ha analizado una población mayor, incluyendo personas de países de ingresos altos, medios y bajos y una amplia variedad de síntomas. Por lo tanto, creemos que nuestros hallazgos son lo suficientemente robustos”, añade.

EL PRÓXIMO GRAN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA GLOBAL

“La carga de la mala salud de los supervivientes de la Covid-19 es abrumadora”, explica en el mismo comunicado el co-investigador principal, el doctor Paddy Ssentongo, profesor en el Penn State College of Medicine for Neural Engineering. “Entre estos se encuentran problemas de salud mental y es importante señalar que la batalla de uno contra la Covid-19 no termina con la recuperación de la infección aguda. La vacunación es nuestro mejor aliado para evitar la enfermedad y reducir así las posibilidades de Covid persistente”.

La comunidad científica no comprende completamente el motivo por el que estos síntomas persisten una vez se ha superado la infección. Podrían ser el resultado de una sobrecarga del sistema inmunológico provocada por el virus, una infección persistente, una posible reinfección e incluso el resultado de un aumento en la producción de anticuerpos (dirigidos a sus propios tejidos). Cabe destacar además que el SARS-CoV-2 tiene capacidad para penetrar en el sistema nervioso por lo que los trastornos del gusto y/o del olfato, deterioro de la memoria o la disminución de la atención, ocurren con bastante frecuencia entre aquellos que consiguen superar la infección.

En este sentido Ssentongo explica que el estudio “no fue diseñado para confirmar que la Covid-19 sea la única causa de estos síntomas”, por lo que “es plausible que los síntomas informados por los pacientes en algunos estudios se debieran a otras causas”.

Los investigadores ponen en valor el papel de la intervención temprana a la hora de mejorar la calidad de vida de los que superan la infección. Pronostican un aumento de las consultas médicas por problemas psiquiátricos y cognitivos como la depresión, ansiedad o trastorno de estrés postraumático. Los responsables de la investigación piden, con sus hallazgos en la mano, que los sistemas sanitarios y gobiernos se planifiquen ahora y destinen recursos al que puede convertirse en el próximo gran problema de salud pública a nivel global.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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