Las últimas cifras oficiales sobre Italia indican que el coronavirus ha infectado ya en el país a 10.149 personas y se ha cobrado la vida de 631. Los primeros casos comenzaron a detectarse a finales del pasado mes de febrero y ya se ha convertido en uno de los grandes focos que mayor preocupación despiertan a nivel internacional.
La situación a la que se está enfrentando el país es una de las más complejas fuera de las fronteras de China. La epidemia de SARS-CoV-2 se iniciaba en la ciudad de Wuhan (Hubei) y convertía al país asiático en el epicentro de un brote que se ha extendido por el momento a 115 países con más de 119.000 casos de contagios a nivel global.
Del total de contagios, más de 80.000 se han registrado en China donde se han producido ya 3.158 muertes. A pesar de estas cifras, el Gobierno chino está siendo capaz de comenzar a contener el virusgracias a unas férreas medidas de contención, aislamiento y prevención aplicadas en la población.
Con cifras lejanas a las chinas, pero no por ello menos preocupantes, volvemos a poner el foco en Italia. Tras China, se erige como el país con mayor número y más muertes seguido por Corea del Sur (más de 7.550 contagiados y 54 muertes) e Irán (más de 8.000 casos confirmados y 291 fallecidos).
LOS FOCOS DE LA EDPIDEMIA EN ITALIA
La gran mayoría de las muertes en Italia se han registrado en la región de Lombardía, al norte del país. Pero la enfermedad se ha extendido ya a través de las 20 regiones que conforman la geografía italiana.
El Gobierno dirigido por Guiseppe Conte aprobaba el pasado 8 de marzo un decreto por el cual se cerraba Lombardía y otras 14 provincias italianas. Una decisión que dejaba aisladas a más de 16 millones de personas. Pero bastaba echar un vistazo a los medios de comunicación y las redes sociales para comprobar su escasa eficacia.
La filtración del borrador del Decreto Ley nos dejaba imágenes de la estación de Milán colapsada por centenares de italianos que intentaban huir al sur del país antes de la entrada en vigor del Decreto.
Desde el 10 de marzo 60 millones de italianos se encuentran confinados en sus casas
La situación se ha desbordado obligando al Ejecutivo italiano a extender la medida a todo el país. Desde el 10 de marzo 60 millones de italianos se encuentran confinados en sus casas. El Gobierno ha prohibido todo tipo de desplazamientos de la zona de domicilio propio salvo por motivos imperativos y demostrables.
YA NO HAY ZONAS ROJAS, SOLO UNA ITALIA
“La medida que firmaremos se puede resumir en la expresión: ‘me quedo en casa. Ya no hay zonas rojas, ni una zona 1 y una zona 2 de la península. Habrá una sola Italia. Una Italia zona protegida”, explicaba el primer ministro.
El nuevo Decreto consta de un solo punto: extender las medidas aplicadas en Lombardía y otras 14 provincias a todo el país. Los centros educativos permanecerán cerrados hasta el próximo 3 de abril y "quedan absolutamente prohibidas las aglomeraciones de cualquier tipo”, expresaba de forma tajante Conte.
El Gobierno italiano mantiene en funcionamiento los transportes públicos en un intento de salvaguardar el tejido productivo del país. Pero la movilidad está restringida. Todos aquellos italianos que se desplacen de sus lugares de residencia deberán cumplimentar un documento en el que se recogen cuatro supuestos por los que se permite la movilidad: necesidad demostrable de urgencia médica, regreso al propio domicilio, exigencias laborales o situaciones de necesidad.
Todos aquellos que mientan a las autoridades italiana se enfrentarán a un castigo de tres meses de cárcel.
"Ya no hay zonas rojas, ni una zona 1 y una zona 2 de la península. Habrá una sola Italia. Una Italia zona protegida"
Todos aquellos que den positivo por covid-19 deberán permanecer obligatoriamente sin salir de casa. Además, se ha recomendado que todas las personas que manifiesten alguno de sus síntomas o que tengan problemas respiratorios se aíslen en sus hogares sin ningún tipo de contacto social.
Se ha procedido al cierre de centros culturales, museos y espacios deportivos y se han suspendido todos los eventos deportivos en todos sus niveles y disciplinas. Con el objetivo de alentar a que los italianos permanezcan en sus hogares los restaurantes y bares solo pueden abrir de 6 de la mañana a las 18:00 horas de la tarde siempre y cuando la clientela pueda mantener al menos un metro de distancia entre personas.
Una medida que se aplica a las instituciones religiosas que permanecerán abiertas si sus fieles pueden mantener una distancia mínima de separación de un metro y se han suspendido todas las ceremonias como matrimonios, bodas y funerales.
LOS CASOS SE DISPARAN EN ITALIA
La decisión de adoptar este tipo de medidas y confinar un país entero encuentran su origen en el fin de semana del 7 de marzo. Entre el sábado y el domingo Italia vio cómo se incrementaban las víctimas mortales por coronavirus un 57%.
Entre el sábado y el domingo Italia vio cómo se incrementaban las víctimas mortales por coronavirus un 57%
Un dato que ha situado a Italia a la cabeza global en tasa de letalidad por coronavirus. Los datos del Gobierno italiano indican que esta tasa se encuentra entre un 4,5-5%.
Si tomamos los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en China la tasa de letalidad se mueve en un abanico de entre el 2-4% con especial incidencia en Wuhan y la provincia de Hubei. Pero, fuera de las fronteras de China, la letalidad del covid-19 se reduce hasta un 0,7%.
ITALIA, UN PAÍS FANTASMA
El primer día de aprobación de estas medidas ha dejado las calles italianas prácticamente vacías. El que se erige como uno de los países más visitados del mundo reporta imágenes de sus populares monumentos huérfanos de turistas y bares y restaurantes desiertos.
Y este es precisamente el principal objetivo del Ejecutivo de Conte: convertir todo el país en una “zona protegida”. Ahora toca esperar. Al menos 14 días para poder determinar si estas férreas y drásticas medidas reducen el número de nuevos contagios por coronavirus en el país.
Las autoridades reiteran constantemente la necesidad de colaboración de todos y cada uno de los italianos. El mantenimiento de comportamientos social y sanitariamente responsables es fundamental para frenar el ritmo de expansión del coronavirus en un país en el riesgo de colapso de un sistema sanitario ya al límite, es una realidad cada vez más cercana.