¿Qué dice la evidencia sobre las nuevas variantes del SARS-CoV-2 de rápida propagación?

La variante B.1.617, detectada originalmente en India, presenta tres subtipos con diferentes mutaciones que preocupan a la comunidad científica por su alta transmisibilidad y posibilidad de evadir la inmunidad.

Científico analizando muestras de sangre en un microscopio (Foto. Freepik)
28 mayo 2021 | 17:45 h

En diciembre de 2020 la comunidad científica identifica por primera vez en India una nueva variante del SARS-CoV-2 bautizada como B.1.617. Desde ese momento se ha extendido a más de 60 países y ha causado en India una segunda ola de la pandemia que ha supuesto miles de nuevos contagios y fallecidos. Desde ese momento, los investigadores han logrado detectar tres subtipos: B.1.617.1 (original), B.1.617.2 y B.1.617.3. Cada uno de ellos cuenta con una estructura genética ligeramente diferente.

La pregunta que surge ahora es cómo estas variantes pueden variar el rumbo de la pandemia en los países en los que comienza a afianzarse. En la mente de todos se encuentra la variante B.1.1.7, detectada por primera vez en Reino Unido y cuya rápida expansión la ha llevado a convertirse en la dominante un gran número de países.

Este proceso de investigación parte de la epidemiología estándar: los casos confirmados de Covid-19 son analizados en laboratorio para realizar la secuenciación genética de las muestras. Autoridades como la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha instado en numerosas ocasiones a las naciones a incrementar sus esfuerzos en materia de secuenciación genómica del virus ya que esta es la mejor herramienta a la hora de poder predecir el comportamiento de las variantes.

Julian Tang, virólogo consultor en Leicester Royal Infirmary (Reino Unido) explica en la revista Nature que lo más preocupante son las mutaciones presentes en las variantes que las permiten transmitirse de forma más rápida. Un riesgo en un contexto en el que las estrategias de vacunación avanzan en todo el mundo y, a mayor circulación del virus, mayores son las probabilidades de que se generen nuevas mutaciones que puedan hacer al SARS-CoV-2 más resistente ante las vacunas que actualmente se están inoculando.

Si ponemos el foco en la variante B.1.617.2 vemos que contiene dos mutaciones llamadas 452R y 478K. Según Tang están vinculadas con una mayor transmisibilidad y alteran la proteína de pico del virus, mecanismo por el cual penetra en las células humanas. Esta variante es fácilmente rastreable porque su genoma contiene un marcador que no está presente en la variante B.1.1.7. Denominado “objetivo del gen S” puede ser detectado incluso en algunas pruebas PCR. Las pruebas y pronósticos indican que la variante B.1.617.2 podría convertirse en India en la variante dominante.

A mayor circulación del virus, mayores son las probabilidades de que se generen nuevas mutaciones que puedan hacer al SARS-CoV-2 más resistente ante las vacunas que actualmente se están inoculando

Reino Unido se presenta como uno de los países más afectados por esta nueva variante. De acuerdo a las informaciones ofrecidas por Nature en base a los datos de secuenciación de las autoridades británicas sugiere que el número de infecciones causadas por la variante B.1.617.2 podría estar incrementándose de forma diaria un 13% más rápido que los nuevos contagios por la variante B.1.1.7. El motivo podría residir en las conclusiones emitidas el pasado 12 de mayo por el Grupo Científico que asesora al Gobierno de Reino Unido frente a la pandemia y que informaba de que la variante B.1.617.2 podría ser hasta un 50% más transmisible. Los expertos consideran que este hecho no se está traduciendo en un drástico incremento de los nuevos casos de Covid-19 sino que, más bien, estamos asistiendo a un reemplazo de linaje.

¿SON MÁS RESISTENTES A LAS VACUNAS?

Diversos estudios han analizado la eficacia de las vacunas contra la Covid-19 frente a las variantes de preocupación aparecidas con anterioridad. Además de la B.1.1.7, destacan la B.1.351, identificada originalmente en Sudáfrica; y la variante P.1., detectada por primera vez en Brasil. La conclusión generaliza parece ser que las vacunas son resistentes a estas variantes.

La preocupación radica ahora en la variante B.1.617. Si esta logra evadir la inmunidad generada por las vacunas complicaría la situación en la que nos encontramos. En teoría, la rápida propagación de la variante B.1.617.2 en Reino Unido, donde más del 50% de la población ha recibido al menos una dosis de la vacuna, podría indicar la capacidad de escapar a la protección de la vacuna. Se trata de una hipótesis, pero se requieren estudios de mayor calado. En un brote detectado al noroeste del país con esta variante las investigaciones han revelado que la mayoría de las personas que requirieron hospitalización no estaban vacunadas. De estas, cinco solo habían recibido una dosis y solo un infectado tenía la pauta completa. La población más afectada son los adolescentes ya que todavía no se ha iniciado su vacunación mientras que las personas mayores de 50 años experimentan tasas más bajas de infección. Unos resultados muy alentadores.

Tang detalla en un análisis realizado en Nature que los datos de secuenciación genética sugieren que es menos probable que la rápida propagación de la variante B.1.617.2 suponga un problema para los esfuerzos de vacunación. Las mutaciones 452R y 478K, presentes en la B.1.617.2 se relacionan con un mayor escape a las vacunas y mayor transmisibilidad. Pero la B.1.617.1 cuenta con una mutación denominada B.1.617.1 denominada 484Q, más fuerte asociada con el escape a las vacunas y que no está presente en la B.1.617.2. Cabe señalar que ninguno de los subtipos de la variante B.1.617 se asocian con una enfermedad más grave.

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