SARS-CoV y MERS-CoV: las epidemias que precedieron al SARS-CoV-2

Hasta la aparición del SARS-CoV-2, se habían descrito seis coronavirus en seres humanos (HCoV-NL63, HCoV-229E, HCoV-OC43 y HKU1) que son responsables de un número importante de las infecciones leves del tracto respiratorio superior.

Científico analizando muestras en un laboratorio (Foto. Freepik)
Científico analizando muestras en un laboratorio (Foto. Freepik)
CS
14 abril 2022 | 00:00 h
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El SARS-CoV-2 no es el primer coronavirus al que la humanidad tiene que hacer frente. Los coronavirus pertenecen a la subfamilia Orthocoronavirinae, dentro de la familia Coronaviridae (orden Nidovirales). Esta subfamilia comprende cuatro géneros: Alphacoronavirus, Betacoronavirus, Gammacoronavirus y Deltacoronavirus de acuerdo a su estructura genética.

Los alfacoronavirus y betacoronavirus infectan solo a mamíferos y normalmente son responsables de infecciones respiratorias en humanos y gastroenteritis en animales. Hasta la aparición del SARS-CoV-2, se habían descrito seis coronavirus en seres humanos (HCoV-NL63, HCoV-229E, HCoV-OC43 y HKU1) que son responsables de un número importante de las infecciones leves del tracto respiratorio superior en personas adultas inmunocompetentes, pero que pueden causar cuadros más graves en niños y ancianos con estacionalidad típicamente invernal, tal y como expone el Ministerio de Sanidad a través de los documentos científico-técnicos publicados en relación al virus.

Estructuralmente, los coronavirus son virus esféricos de 100-160 nm de diámetro, con envuelta y que contienen ARN monocatenario (ssRNA) de polaridad positiva de entre 26 y 32 kilobases de longitud.

El genoma del virus SARS-CoV-2 codifica cuatro proteínas estructurales: la proteína S (spike protein), la proteína E (envelope), la proteína M (membrane) y la proteína N (nucleocapsid). La proteína N está en el interior del virión asociada al RNA viral, y las otras cuatro proteínas están asociadas a la envuelta viral. La proteína S se ensambla en homotrímeros, y forma estructuras que sobresalen de la envuelta del virus.

La proteína S contienen el dominio de unión al receptor celular y por lo tanto es la proteína determinante del tropismo del virus y además es la proteína que tiene la actividad de fusión de la membrana viral con la celular y de esta manera permite liberar el genoma viral en el interior de la célula que va a infectar.

El SARS-CoV y MERS-CoV, ambos patógenos emergentes a partir de un reservorio animal, son responsables de infecciones respiratorias graves de corte epidémico con gran repercusión internacional debido a su morbilidad y mortalidad.

El SARS-CoV y MERS-CoV, ambos patógenos emergentes a partir de un reservorio animal, son responsables de infecciones respiratorias graves de corte epidémico con gran repercusión internacional debido a su morbilidad y mortalidad

El coronavirus SARS-CoV-2 se erige de esta forma como el séptimo coronavirus aislado y caracterizado capaz de provocar infecciones en humanos.

SARS-COV Y MERS-COV: ANTERIORES EPIDEMIAS

El síndrome respiratorio agudo grave (SARS, Severe Acute Respiratory Syndrome) es la enfermedad respiratoria provocada por el coronavirus SARS-CoV. De acuerdo con la información recogida por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), la primera vez que se reportó su existencia fue en Asia en 2003. Pocos meses después, la enfermedad se propagó a más de dos docenas de países.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que el brote global que se desató en 2003 provocó 8.098 casos en todo el mundo de los 774 fallecieron. Los principales síntomas asociados a la infección son la fiebre, tos dolor de cabeza y sensación general de malestar. Los CDC indican que la mayoría de los pacientes contraen neumonía.

La principal vía de contagio son las gotitas que exhalamos al respirar, hablar, toser o estornudar. El virus también se puede propagar por contacto con superficies contaminadas.

Ponemos el foco en el MERS-CoV. El síndrome respiratorio de Medio Oriente es una enfermedad respiratoria viral. Los primeros casos se detectaron en Arabia Saudí en 2012.

El coronavirus SARS-CoV-2 se erige de esta forma como el séptimo coronavirus aislado y caracterizado capaz de provocar infecciones en humanos

De acuerdo con la información recabada por la OMS el espectro clínico de una infección por MERS-CoV varía desde la ausencia de síntomas (infección asintomática) o síntomas respiratorios suaves hasta una enfermedad respiratoria aguda severa y la muerte. La enfermedad por MERS-CoV se presenta normalmente con fiebre, tos y dificultades respiratorias. Es habitual que haya neumonía, pero no siempre. También se han registrado síntomas gastrointestinales, en particular diarrea. En su versión grave la enfermedad puede provocar insuficiencia respiratoria que exige ventilación mecánica y apoyo en una unidad de cuidados intensivos.

El virus parece provocar una enfermedad más grave en personas mayores, personas con inmunodepresión y personas con enfermedades crónicas como cáncer, neumopatía crónica y diabetes.

El MERS-CoV es un virus zoonótico, es decir, que se transmite de los animales a las personas. Los estudios han revelado que las personas se infectan por contacto directo o indirecto con dromedarios infectados. El MERS-CoV se ha identificado en dromedarios en varios países, como Arabia Saudita, Egipto, Omán o Qatar. También se han detectado anticuerpos específicos contra el MERS-CoV (hecho que indica que el animal ha estado infectado por el virus) en dromedarios de Oriente Medio, África y Asia Meridional.

No se conocen bien los orígenes del virus pero, según se desprende del análisis de varios de sus genomas, se cree que el virus habría podido originarse en murciélagos y haberse transmitido a los camellos en algún momento de un pasado lejano.

Desde 2012 se han notificado casos de MERS en 27 países: Alemania, Arabia Saudita, Argelia, Austria, Bahréin, China, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos de América, Filipinas, Francia, Grecia, Italia, Jordania, Kuwait, Líbano, Malasia, Omán, Países Bajos, Qatar, Reino Unido, República de Corea, República Islámica de Irán, Tailandia, Túnez, Turquía y Yemen.

Aproximadamente un 80% de los casos humanos se han notificado en Arabia Saudita.

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