Paulina y José, junto a su hijo Christofer, vivieron el peor de los escenarios el pasado sábado. Eran apenas las 12:30 horas cuando, tras unas compras rutinarias, encontraron la luna de su coche rota y el interior vacío. Habían aparcado en la zona de Cuatro Caminos, en Madrid y del coche había desaparecido una maleta con el respirador de Christofer, concretamente un equipo de respiración de la compañía Oximesa Nippon Gases.
Tras el disgusto inicial, inmediatamente después, los padres de Christofer contactaron con uno de los distribuidores de Oximesa, la compañía de la que son clientes desde que nació su hijo. “Después de poner la denuncia, mi marido llamó a Oximesa para ver qué podíamos hacer”, relata la madre de Christofer en declaraciones a ConSalud.es.
“Hicieron la gestión rápidamente y el lunes a las cuatro de la tarde ya estaba en casa el enfermero para conectar el nuevo respirador”
José hablo directamente con Manuel Rico, DUE Comercial OXIMESA Madrid, quien inmediatamente envió un respirador nuevo a la familia. “Hicieron la gestión rápidamente y el lunes a las cuatro de la tarde ya estaba en casa el enfermero para conectar el nuevo respirador”, afirma Paulina. “Le calibró los parámetros y ya mi hijo pudo dormir tranquilo”, añade.
Aunque disponen de otro en casa, Paulina cuenta que no es suficiente. Ese respirador no se puede trasladar porque "no cabe en la maleta que nos robaron", asevera la madre de Christofer.
A la ayuda de Manuel también se sumó la de Fernando Cifuentes, el presidente de la Asociación de Comerciantes del Barrio del Pilar. “Me enteré que habían robado el respirador a un niño en el barrio y rápido me puse en contacto con los medios para ayudarles a encontrarlo”, comenta a este medio.
CHRISTOFER, PACIENTE DE SÍNDROME DE ONDINE
El hijo de Paulina y José, de tan solo siete años, padece una enfermedad rara conocida como síndrome de Ondine: “Nació con ella. Le hicieron una traqueostomía y desde entonces lleva su respirador”. “Lo necesita en todo momento”, asegura Paulina.
Es más, el respirador se vuelve indispensable a la hora de dormir. “Tiene que utilizarlo siempre”, insiste la madre. “Y nosotros siempre tenemos que estar alerta. Si se desconecta, si lo mueve con el pie, tenemos que estar siempre atentos de que todo esté bien”, reitera. Además, Paulina y José tienen siempre a mano un pulsioxímetro, que mide el oxígeno en sangre y garantiza que todo esté en perfectas condiciones.
“Ahora estamos en una asociación y sabemos que después de él nacieron tres o cuatro niños más”
Christofer es el paciente número 40, así les dijeron los facultativos cuando nació. “Ahora estamos en una asociación y sabemos que después de él nacieron tres o cuatro niños más”, comenta Paulina. Además, como explica su madre, el pequeño de siete años también padece trastorno del espectro autista (TEA).
Por ahora, la familia está tramitando otro respirador que se adapte completamente a las necesidades de Christofer porque, como explica Paulina y como le hizo saber el DUE Comercial de Oximesa, "este es provisional". Mientras tanto, continúa la búsqueda de la maleta y la Policía Nacional no cesa en la investigación por intentar encontrar el soporte de la vida de Christofer.