Europa, lejos de la erradicación de la tuberculosis en 2030

La ECDC publica un nuevo informe en el que confirma que en 2020 se vivió un descenso de los casos de tuberculosis. Una disminución “que hay que interpretar con cautela”

Prueba médica (Foto: Freepik)
8 septiembre 2022 | 00:00 h
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Mientras la Covid-19 irrumpía en todo el mundo y lo paralizaba, el resto de enfermedades continuaban su curso. Enfermedades crónicas, cánceres o patologías infecciosas sufrieron un retraso en el diagnóstico y en el tratamiento en el momento en el que todos los esfuerzos sanitarios se centraban en el SARS-CoV-2. Un retraso que sin embargo no significa que se redujeran los casos. Esto es lo que destaca el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) en su último informe sobre la epidemiología anual de la tuberculosis. Los datos, de 2020, indican una reducción de casos y tasas, pero la falta de recursos para atender estas patologías en el primer año de pandemia llevan a la necesidad de “interpretar con cautela” las cifras expuestas.

A nivel mundial en 2020 más personas murieron de tuberculosis, mientras que se realizaron menos diagnósticos y menos tratamientos. Así, 1,5 millones de personas murieron de TB en 2020 (incluyendo 214.000 entre los seropositivos) y 4,1 millones de personas padecen actualmente tuberculosis pero no han sido diagnosticadas con la enfermedad o no han informado oficialmente a las autoridades nacionales, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Estos datos pertenecían mayoritariamente a países de bajos ingresos, pero, como informó la Dra. Sarai Quirós Fernandez, neumóloga del Hospital Universitario de Basurto  y Coordinadora del Área de TIR (tuberculosis e infecciones respiratorias) de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) a Consalud.es, España también ha sufrido “un repunte en el último año y posiblemente en los siguientes aumentará, porque con la pandemia hubo descenso de diagnóstico y tratamiento y ahora lo estamos viendo”.

En 2020 se notificaron 33.148 casos en la UE, mientras que en todo el continente europeo se notificaron 160.000 casos

Los datos a nivel europeo, sin embargo, reflejan el mantenimiento del descenso de casos que se lleva viviendo en los últimos años, por eso desde la ECDC piden “cautela”. En 2020, 29 países de la Unión Europea informaban de 33.148 casos, mientras que en todo el continente europeo se notificaron 160.000 casos. Esto supone un 24% de casos menos que en 2019, cuando se notificaron alrededor de 47 500 casos en la UE/EEE, mientras que en la región europea hubo unos 216 000 nuevos diagnósticos de TB. Un informe conjunto de la ECDC y la OMS indicaba que esta disminución suponía “una interrupción de la tendencia”.

Los países que más casos notificaron en 2020 continuaron siendo Rumanía (7.698), Francia (4.606), Alemania (4.127), Polonia (3.388), España (3.044) e Italia (2.287). Todos casos que se han ido reduciendo desde 2016.  Pero pese a los esfuerzos realizados durante los últimos años, la pandemia golpeó las metas para conseguir la erradicación de la tuberculosis en 2030.

Durante 2020 no se consiguieron alcanzar los hitos necesarios para conseguir la eliminación como aumentar la tasa de detección de casos o notificar el 85% de las coinfecicones de IVH y tuberculosis (se realizó un 73%). Para ese año también se establecía una reducción de la incidencia de un 20% y una reducción de las defunciones de un 35%.

PROBLEMAS DE LA TUBERCULOSIS RESISTENTE

El principal obstáculo para enfrentar las infecciones es la resistencia antimicrobiana. En 2019 los patógenos resistentes mataron a 1,27 millones de personas y se asociaron con 4,95 millones de fallecimientos. Una amenaza mucho cercana de lo que se calculaba. En este sentido, la resistencia a los antibióticos se identificó también en los casos estudiados en laboratorio de tuberculosis.

El 4,3% de los casos presentaron resistencia a rifampicin, el antibiótico indicado para la tuberculosis, entre otras infecciones bacterianas. El 3,8% de los casos presentaban una resistencia varios antibióticos, entre los que no se incluía el rifampicin. Y el 4,2% mostraba resistencia a rifampicin y a múltiples tratamientos. No supone un aumento de la resistencia, con respecto a 2019 excesiva, sino que lo más preocupante es que las pruebas de susceptibilidad siguen siendo bajas.

Ante estos datos, la ECDC señala a los países con alta incidencia “evaluar si los programas de TB necesitan más fortalecimiento”, mientras que a los de menos incidencia les invita a centrar “sus esfuerzos de detección, diagnóstico y tratamiento aún más en las subpoblaciones vulnerables a la tuberculosis”.

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