La mala circulación del aire aumenta la exposición potencial a contaminantes hasta seis veces

Investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley en California descubrieron que cuando las rejillas de ventilación suministran aire caliente, se crean condiciones térmicamente estratificadas que bloquean el flujo de aire limpio hacia abajo

Sistema de ventilación (Foto. Freepik)
Sistema de ventilación (Foto. Freepik)
24 septiembre 2021 | 16:55 h

Un nuevo estudio realizado porinvestigadores del aire interior en el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley en California (EEUU) muestran que ciertas circunstancias pueden provocar la mala circulación del aire y como resultado los contaminantes en el aire pueden no dispersarse y eliminarse eficazmente mediante la ventilación del edificio.

Utilizando CO2 como trazador para rastrear pequeños aerosoles respiratorios que viajan con corrientes de aire en una habitación, el equipo de Berkeley Lab descubrió que cuando las rejillas de ventilación (o difusores) suministran aire caliente, se crean condiciones térmicamente estratificadas que bloquean el flujo de aire limpio hacia abajo, es decir a la "zona de respiración" en la altura media de la habitación.

Como resultado, incluso cuando las personas están sentadas a más de metro y medio entre sí, algunos ocupantes pueden estar expuestos a aerosoles respiratorios de otros en una tasa de 5 a 6 veces mayor que si la misma habitación no tuviera problemas de mala circulación del aire.

"Cuando todo está bien mezclado, todo el mundo está expuesto a las mismas condiciones. Cuando no está bien mezclado, puede tener, desde la perspectiva de Covid, posibles puntos calientes. Por lo tanto, si hay una persona infectada en la habitación, en lugar de que el aliento expulsado se disperse completamente y luego el sistema HVAC lo diluya y elimine adecuadamente, otra persona sentada a su lado o incluso al otro lado de la habitación podría tener cerca una alta concentración del virus por los aerosoles virales", ha señalado el investigador de aire interior de Berkeley Lab, Woody Delp.

El aire de la habitación mal circulado aumenta la exposición potencial a contaminantes hasta seis veces

El estudio, publicado recientemente en Indoor Air, señala que esta situación ocurriría solo en el caso de que se suministre aire caliente desde los difusores superiores. Cuando se suministra aire frío o neutro, los investigadores no vieron que ocurriera la estratificación térmica; en cambio, se encontró que la habitación estaba bien mezclada en esas circunstancias.

Si bien el riesgo básico de calefacción por techo se conoce desde hace años, no se había cuantificado previamente en condiciones controladas pero realistas de una reunión o aula. Los resultados son importantes para comprender qué tan grande puede ser el riesgo cuando los ocupantes se separan intencionalmente por motivos de seguridad.

"La ventilación es esencial para mantener una buena calidad del aire. Pero si está calentando por encima de la cabeza sin mezclar intencionalmente el aire en la habitación, no obtendrá todos los beneficios de la ventilación", ha señalado Brett Singer, autor principal del estudio y director del Grupo de Medio Ambiente Interior de Berkeley Lab .

Afortunadamente, hay una solución simple, usar filtros de aire portátiles que extraen aire desde abajo y lo empujan hacia afuera por la parte superior. "Ellos se encargan de la mezcla y luego también filtran el aire, por lo que tienen un doble beneficio", señala Singer.

ESTUDIO LIMITADO SOLO A AEROSOLES PEQUEÑOS

Estudios previos han establecido que el CO2 puede actuar como un sustituto del comportamiento de dispersión de pequeños aerosoles respiratorios o partículas de menos de 5 micrones de tamaño. Un micrón es una millonésima parte de un metro. Si bien los aerosoles respiratorios se componen de partículas en una amplia gama de tamaños, desde submicrónicos hasta milímetros, este artículo se centra en las partículas más pequeñas, que se mueven principalmente con las corrientes de aire. Las partículas más grandes, que se comportan de manera diferente, serán objeto de un análisis futuro.

"Liberamos las partículas y el CO2 en diferentes maniquíes y tratamos de ver cómo estos marcadores y partículas se esparcen por la habitación. Teníamos sensores de CO2 en cada rincón de la habitación a diferentes alturas y también en la zona de respiración de cada maniquí", ha señalado Haoran Zhao, becario postdoctoral de Berkeley Lab y coautor del estudio.

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