Este estudio en lagartos abre la puerta a la regeneración de miembros perdidos

Por primera vez, un equipo de investigadores ha conseguido que las colas de los lagartos se regeneren de forma "perfecta", con nervios y columna vertebral

Gecko enlutado, una especie de lagarto utilizada en el estudio. (Foto. Laboratorio de Thomas Lozito. USC)
Gecko enlutado, una especie de lagarto utilizada en el estudio. (Foto. Laboratorio de Thomas Lozito. USC)
Agustina Uhrig
19 octubre 2021 | 13:15 h

¿Es posible regenerar miembros humanos perdidos o amputados? Una investigación de la Universidad de Carolina del Sur (USC) lo ha conseguido en lagartos. Gracias a la utilización de células madres, los científicos han conseguido regenerar de forma "perfecta" la cola de los lagartos.

Pese a que estos reptiles llevan más de 250 millones de años siendo capaces de regenear sus colas amputadas, esta es la primera vez que el apéndice regenerado no es un tubo cartilaginoso, sino una cola como la que tienen al nacer, con columna vertebral y nervios. Este avance podría abrir la puerta a la regeneración de tejidos y miembros en humanos.

El artículo, publicado enNature Communications, describe “uno de los únicos casos en los que la regeneración de un apéndice se ha mejorado notablemente a través de terapia basada en células madre, sea en reptiles, aves o mamíferos”. Este descubrimiento - según explica el autor del estudio, Thomas Lozito - podría mejorar la cicatrización de heridas en humanos.

"Perfeccionar la cola regenerada de un lagarto abre una nueva vía para mejorar la curación de heridas que no se regeneran de forma natural"

Para conseguirlo, un equipo de expertos de la USC y la Universidad de Pittsburgh ha analizado cómo las colas de los lagartos se regeneran cuando son adultos y cómo lo hacen durante el desarrollo embrionario. En las dos etapas, las células madre neurales – conocidas como NSC por sus siglas en inglés o CMN, en español – tienen un papel protagonista.

Las CMN en adultos, producen una señal molecular que bloquea la formación del esqueleto y nervios, favoreciendo el crecimiento del cartílago. Aún cuando no se emite esta señal, estas CMN son incapaces de generar tejido nervioso nuevo en la nueva cola. Sin embargo, durante el desarrollo embrionario, aunque las CMN también reciben esta señal, solo se aplica en una determinada zona de la cola: la que está constituida por cartílago. 

Para el estudio, el equipo de Lozito utilizó la edición genética CRISPR para conseguir que las CNM embrionarias no respondieran a dicha señal e implantaron quirúrgicamente las células en los muñones de las colas amputadas, creando colas perfectamente regeneradas.

“Este estudio nos ha proporcionado una práctica esencial sobre cómo mejorar el potencial regenerativo de un organismo. Perfeccionar la cola regenerada de un lagarto abre una nueva vía para mejorar la curación de heridas que no se regeneran de forma natural, como son las extremidades cortadas o la médula espinal", concluye el principal investigador. 

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