‘Resurgimiento’ de la sífilis en EE.UU.: aumenta la prevalencia ante la “subestimación” de los CDC

Los datos preliminares de 2021 sugieren tasas aún más altas de las de los últimos años, una situación frente a la que los expertos piden más medidas

Cada día hay más de un millón de nuevos casos de infecciones de transmisión sexual (Foto. Pixabay)
10 noviembre 2022 | 17:45 h

Cada día más de 1 millón de personas contrae una infección de trasmisión sexual curable. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se registran más de 376 millones de nuevos casos anuales de clamidiosis, gonorrea, tricomaniasis y sífilis. Esta última está en aumento en todo el mundo. Según datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, los casos de sífilis han aumentado un 70% desde 2010, y en 2019 se produjo el segundo aumento consecutivo de casos notificados de sífilis congénita. En el continente americano también se ha producido en los últimos años un incremento de casos. Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en 2020, los países informaron 29.147 casos de sífilis congénita, y las cifras preliminares reportadas a la OPS para 2021 indican más de 30.000 casos de esta infección trasmitida de la madre al niño, y se estima que 4,6 millones de personas tienen sífilis en la región.

Este aumento de casos de una enfermedad que “no debería existir”, como afirmó hace unos meses Marcos Espinal, subdirector interino de la OPS, está preocupando especialmente en Estados Unidos. En este país se está produciendo un “resurgimiento de la sífilis”, según han señalado los expertos. En 2019, se notificaron 38.992 casos en el país, un aumento de más de cinco veces con respecto a los datos de 2001 (cuando se notificaron 5.979 casos). Estas cifras se debieron principalmente a las mejoras en las técnicas de detección, sin embargo, este avance diagnóstico no explica que en los últimos años sigan incrementando los casos.

Los datos, “representan una falla grave del sistema de salud pública de Estados Unidos”

En 2020, la tasa de sífilis infecciosa (es decir, primaria y secundaria) en los EE. UU. fue de 12,6 por 100.000 y los datos preliminares de 2021 sugieren tasas aún más altas, estimadas en 15,8 por 100.000, según señala un editorial publicado en septiembre en la revista JAMA. “Esta última epidemia ha resultado en aumentos sustanciales en las tasas de sífilis entre las personas embarazadas y, en consecuencia, en la tasa de sífilis congénita”, indica el documento. En 2020, la tasa de de sífilis congénita nacional fue de 57,3 casos, un 254% más que la tasa de 2019. Los datos, “representan una falla grave del sistema de salud pública de Estados Unidos”, manifiestan los autores.

“LOS CDC PUEDEN ESTAR SUBESTIMANDO LA PREVALENCIA DE LA SÍFILIS”

Actualmente, en el país americano los programas de detección de la infección por sífilis están recomendados para las personas con mayor riesgo, estos son adolescentes y adultos asintomáticos y no embarazados que estén en mayor riesgo de infección, personas con VIH, hombres que tienen sexo con hombres personas con antecedentes de consumo de drogas, trabajadores sexuales, presos y miembros del servicio militar. Una recomendación que ha sido confirmada de nuevo estos meses por el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE.UU. tras las evidencias científicas de diversos estudios que señalan un beneficio “sustancial” de la detección de sífilis en personas no embarazadas con mayor riesgo.

Sin embargo, expertos de las facultades de Medicina y Dermatología de las Universidades de California y de Birmingham, han publicado en ‘JAMA’ un par de artículos en los que señalan que la detección podría mejorarse. “Necesitamos urgentemente intervenciones audaces para combatir el resurgimiento sostenido de esta enfermedad”, señalan los autores del ensayo ‘Screening for Syphilis in Nonpregnant Adults and Adolescents’. Estos investigadores señalan que el Grupo de Trabajo debería tener en cuenta la necesidad de priorizar la concienciación de los médicos en una evaluación proactiva, que se amplíe la detección más allá de la salud sexual hacia una acción rutinaria, con un buen acceso a ella y que garantice el tratamiento de forma rápida.

“El diagnóstico de sífilis va a la zaga de las tecnologías de amplificación de ácidos nucleicos que caracterizan los ensayos utilizados para la detección de clamidia y gonorrea"

Además, indican que “existen barreras importantes en la capacidad de los laboratorios para detectar sífilis”, debido a que son análisis complejos que ayudan a identificar casos no diagnosticados pero que no diferencian entre una nueva infección o una latente. Es decir, falta modernizar e incorporar los últimos avances. “El diagnóstico de sífilis va a la zaga de las tecnologías de amplificación de ácidos nucleicos que caracterizan los ensayos utilizados para la detección de clamidia y gonorrea. El desafío de desarrollar diagnósticos precisos de sífilis sigue siendo formidable”, añaden.

Por su parte los dermatólogos autores del segundo ensayo, ‘Resurgence of Syphilis in the US—USPSTF Reaffirms Screening Guidelines', señalan que, además de seguir las recomendaciones del Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE.UU, es  importante que se aumente la vigilancia y se evalúe a cualquier pacientes con erupciones cutáneas o ulceraciones orogenitales, ampliando así las evaluaciones a otros tipos de de pacientes y actualizando los conocimientos sobre la presentación clínica, las pruebas y los tratamientos para la sífilis en un momento especialmente problemático debido al incremento de casos. “Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. pueden estar subestimando la verdadera prevalencia de la sífilis y otras infecciones de transmisión sexual debido a la desviación de recursos durante la pandemia de Covid-19”, concluyen los autores.

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