Toxoplasmosis en Europa: tendencia a la baja, aunque se sitúa al mismo nivel que la hepatitis B

La ECDC ha publicado el último informe epidemiológico anual de la toxoplasmosis congénita, referente al año 2019. En él, se confirman 176 casos, la menor cifra desde 2015.

Investigadora en un laboratorio (Foto: Freepik)
Investigadora en un laboratorio (Foto: Freepik)
Blanca Mas
13 septiembre 2022 | 00:00 h
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El último informe epidemiológico anual de la toxoplasmosis congénita, referente al año 2019, del Centro Europeo para la Prevención y el Control de enfermedades (ECDC) refleja que los casos de esta enferemdad en la Unión Europea han sufrido un significativo aumento a lo largo de estos años desde que se realiza el informe, sobre todo debido a las notificaciones por parte de Francia desde 2012. Pero, en 2019 parecen haberse estabilizado, bajando el número de casos confirmados por primera vez en años.

La toxoplasmosis es una enfermedad parasitaria y se trata de una zoonosis, ya que habitualmente es transmitida por un animal al ser humano. Aunque la enfermedad en el gato es poco frecuente, lo cierto es que este animal es el hospedador definitivo, aunque no es la única fuente de contagio, ya que también puede transmitirse a través de otras vías como la ingesta de carne cruda o poco cocinada contaminada.

Lógicamente las mujeres embarazadas son las que más cuidado deben tener con esta enfermedad, ya que afecta al feto y puede provocar abortos. Normalmente, a excepción de las mujeres gestantes, el resto de las personas no muestran síntomas si se contagian.

En el último informe epidemiológico se puede observar una tendencia a la baja en el número de casos, aunque las notificaciones francesas posicionan a la república gala como la líder en casos de toxoplasmosis en Europa

En el último informe epidemiológico se puede observar una tendencia a la baja en el número de casos, aunque las notificaciones francesas posicionan al país galo como líder en casos de toxoplasmosis en Europa. En el caso de España, en 2019 se confirmaron 0 casos. En los años anteriores (2012-2018), nuestro país confirmó 10 casos.

En 2019, se afirmaron 176 casos de toxoplasmosis. Sin embargo, 14 países no notificaron casos, porque no tienen sistema de vigilancia. El número de casos por cada 100 000 habitantes fue de 5,1, con la tasa más alta en Francia (17,8), seguida de Letonia (5,3), Eslovenia (5,2) y Polonia (3,7). Se confirmaron cinco fallecidos, lo que supone un 2,8% de letalidad de esta enfermedad. De esta forma, Europa se sitúa en el mismo nivel que se situaba aproximadamente que en 2018.

En la Unión Europea, Francia es el país que notifica regularmente el mayor número de casos de toxoplasmosis congénita, probablemente debido a su sensible sistema de vigilancia que el país lleva arrastrando de años anteriores, representando el 90% de los casos en el último año del informe.

En un principio, el interés en el aumento cribado activo de las mujeres embarazadas en Francia desde 2016, con un seguimiento durante el embarazo de las que no son inmunes para detectar la seroconversión y la notificación por parte del laboratorio de los casos de toxoplasmosis congénitas puede explicar por qué Francia reporta las tasas más altas.

En 2019, se notificaron 176 casos de toxoplasmosis, pero 14 países no notificaron casos, porque no tienen sistema de vigilancia

Por otro lado, los casos fluctuaron a lo largo de los años sin una estacionalidad discernible. Las notificaciones en 2019 fueron inferiores a la media en todos los meses, excepto en julio y noviembre, en comparación con los mismos meses de 2015-2018.

Entre 2016 y 2017 los casos aminoraron debido a la disminución de la notificación por parte de Francia, que todavía representó la mayoría (79%) de los casos confirmados. En 2019, el número de casos confirmados por Francia disminuyó aún más, pero como algunos casos más fueron afirmados por Alemania y Polonia, resultó en una tasa de notificación estable al mismo nivel que en 2017.

Cabe destacar que, pese a la alta cifra de Francia, las infecciones maternas no dieron lugar a síntomas clínicos en los recién nacidos, y se produjeron defectos de nacimiento en menos del 1%.

La incidencia de la enfermedad en Europa, que puede tener graves consecuencias en los fetos infectados, no se puede evaluar debido a las diferencias que existen en la configuración de los distintos sistemas nacionales de vigilancia, según informa el ECDC. Pero, asegura que "si se toman los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) por caso como medida de la carga de la enfermedad, la toxoplasmosis congénita, con 2,42 AVAD por caso, está al mismo nivel que la hepatitis B y la infección neumocócica invasiva".

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