María Luisa Carcedo seguirá siendo ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en funciones hasta como máximo el 23 de septiembre, fecha límite para que Pedro Sánchez consiga reunir los apoyos suficientes como para intentar ser investido de nuevo presidente del Gobierno. Hasta ese momento, se queda en el aire cómo se va a desarrollar la política sanitaria en los próximos meses ante el escaso margen de actuación que tiene la titular.
Se espera un mes de agosto de sobrecarga asistencial para los profesionales, más de 30 días con ausencia de políticas sanitarias y habrá que esperar a que se conforme un nuevo Gobierno para que las CC.AA. y el Gobierno central comiencen a dar salida a reformas del Sistema Nacional de Salud (SNS) que permitan mejorar las condiciones laborales en las que desenvuelven su labor los médicos.
Carcedo como ministra en funciones de Sanidad, Consumo y Bienestar Social tiene escaso margen de actuación hasta septiembre
Mientras, están guardadas en el cajón varias iniciativas sanitarias. A destacar, las leyes para regular la muerte digna y la eutanasia, el baremo de daños derivados de la asistencia sanitaria, la incorporación de nuevas especialidades al sistema de formación, el Marco Estratégico de Atención Primaria, las ayudas a las víctimas de la talidomida o la actualización del acuerdo entre Sanidad, Hacienda y Farmaindustria.
Asimismo, uno de los asuntos que sin duda más preocupan a los dirigentes sanitarios es la reforma del sistema de financiación autonómica. Varios presidentes regionales, recién reelegidos, han reclamado ya a Pedro Sánchez que afronte su renovación para que se pueda prestar con la mejor calidad posible y con garantía los servicios públicos.