El PSOE exige la regulación de las bebidas energéticas

Los socialistas han presentado una PNL en el Congreso para estudiar los efectos del consumo de estas bebidas, sobre todo en los jóvenes.

Portavoz socialista de la Comisión Mixta para el Estudio del Problema de las Drogas, María Aurora Flórez

El PSOE ha presentado una iniciativa en el Congreso de los Diputados para estudiar los efectos del consumo de bebidas energéticas, sobre todo en los jóvenes, y ha reclamado que se regule su publicidad y el etiquetado de estos productos. La portavoz socialista de la Comisión Mixta para el Estudio del Problema de las Drogas, María Aurora Flórez, ha registrado una proposición no de ley en la que advierte de que este tipo de bebidas tienen un alto contenido de sustancias como cafeína o taurina.

Estas sustancias, señala el PSOE en su iniciativa, puede tener un impacto significativo en la contractibilidad del corazón y aumentan el riesgo de padecer diversas complicaciones cardiovasculares, además de otros efectos adversos. Efectos que son especialmente perniciosos en niños, adolescentes y adultos jóvenes, sobre todo si se asocia al consumo de alcohol u otras sustancias adictivas.

Por ello, propone "realizar investigaciones para establecer las relaciones de causalidad entre el consumo de bebidas energizantes y reacciones adversas, para poder fortalecer la regulación existente para la comercialización de estas bebidas, basándose en información científica, objetiva y de calidad".


Estas sustancias, señala el PSOE en su iniciativa, puede tener un impacto significativo en la contractibilidad del corazón y aumentan el riesgo de padecer diversas complicaciones cardiovasculares, además de otros efectos adversos


El PSOE solicita también que se estudien los efectos del sobreconsumo de bebidas energizantes en personas con determinadas patologías y en menores y población juvenil de 14 a 25 años. Según la última encuesta Estudes, 4 de cada 10 estudiantes de 14 a 18 años ha tomado bebidas de este tipo, prácticamente la mitad de los estudiantes que han consumido alcohol han tomado bebidas energizantes, y 2 de cada 10 reconocen su consumo mezclado con alcohol. Así, en función de los estudios sobre el impacto sanitario del consumo de bebidas energéticas, los socialistas demandan que se valore, junto a los profesionales sanitarios, la posibilidad de no recomendar su venta a menores de 16 años".

La iniciativa solicita, asimismo, "regular la publicidad y la venta de estos productos, así como la inserción en el etiquetado de advertencias sanitarias sobre los efectos de su consumo aislado o en combinación con otras sustancias, límite máximo aceptable de consumo, contraindicaciones, etc". Por último, los socialistas sugieren la puesta en marcha acciones de sensibilización dirigidas a jóvenes relativas al impacto del consumo estas bebidas asociadas a otras sustancias. 

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