SEPC-ANPIR: "La PNL para la especialidad infanto-juvenil es más preocupante que positiva"

El presidente de la Sociedad Española de Psicología Clínica (SEPC-ANPIR), Javier Prado, considera que "se han colado algunas medidas preocupantes por la gatera" y valora el camino hacia la efectiva convocatoria de la especialidad

El presidente de SEPC ANPIR, Javier Prado, valora a ConSalud.es la categoria A+ (SEPC)

La semana pasada la Comisión de Sanidad del Congreso dio un paso más hacia la puesta en marcha de una especialidad específica de Psicología Clínica de la Infancia y la Adolescencia con la aprobación de la Proposición no de Ley (PNL) presentada por el Grupo Parlamentario Republicano. Entre los puntos de la misma, se estipula también adoptar medidas destinadas a mejorar la financiación y el refuerzo en la contratación de profesionales sanitarios en el ámbito de la salud mental. Dando respuesta así a una de las principales reivindicaciones, largamente sostenidas, de este colectivo.

La nueva PNL recibió la luz verde en la Cámara Baja gracias a los 34 votos a favor y tres abstenciones (Vox), y tras una enmienda del Grupo Socialista, el Grupo Popular y Sumar. Esta iniciativa plantea alcanzar un consenso entre comunidades autónomas, pacientes y sociedades científicas para regular la creación de la nueva especialidad. En este sentido, el presidente de la Sociedad Española de Psicología Clínica (SEPC-ANPIR), Javier Prado, traslada a ConSalud.es que esta aprobación resulta “muestra un consenso político sobre la pertinencia de impulsar la especialidad, pero es más preocupante que positiva”.

Por “desconocimiento o la intervención de malos interlocutores” los responsables políticos han dado cabida a una serie de puntos que "perjudican" precisamente al propio colectivo

De esta manera, el responsable de la sociedad nacional de psicología clínica aclara que la PNL “no aporta nada nuevo a un reconocimiento que ya está en curso en el grupo de trabajo de creación de especialidades de la Comisión de Recursos Humanos de Dirección de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad”,contando con el amplio apoyo de las CC.AA. Asimismo, considera que por “desconocimiento o la intervención de malos interlocutores” los responsables políticos han dado cabida a una serie de puntos que "perjudican" precisamente al propio colectivo de los psicólogos infantiles y juveniles.

Prado lamenta que en la iniciativa “se han colado algunos manejos políticos”, como el de “regularizar la situación de hasta a 300 profesionales catalanes, contratados de manera irregular y sin la formación oportuna, por la puerta de atrás” o el hecho de “derogar la disposición adicional 7ª de la Ley General de Salud Pública”, que garantiza que deben ser especialistas quienes atiendan al paciente en el Sistema Nacional de Salud. “El hecho de promover que puedan contratarse no especialistas desincentiva la posibilidad de alcanzar las 400 nuevas plazas en la especialidad. Si da igual tener especialistas, ¿por qué formarlos?”, asevera.

EN LA RAMPA DE SALIDA

Al margen de estas disposiciones “por la gatera” llegadas desde ERC, lo cierto es que una convocatoria de formación sanitaria especializada con la presencia  de un PIR de Psicología Infantil y Juvenil está más cerca. De hecho, desde SEPC-ANPIR esperan que pueda ocurrir “lo antes posible”, pero son conscientes de que, una vez tenga luz verde definitiva, requerirá tiempo para desarrollar el itinerario formativo e impulsar la oferta las plazas, asimismo pasarán años hasta tener a los primeros profesionales formados. “Vamos detrás de otras especialidades que van a crearse y, viendo sus plazos, auguro unos tres años más de espera”, prevé el presidente de SEPC-ANPIR.

“En el punto de desarrollo clínico y teórico en el que nos encontramos, la psicología en niños y adolescentes tiene la fuerza suficiente para convertirse en una especialidad propia"

De este modo, la Psicología abre sus puertas a poder disponer de nuevos espacios formativos especializados, que podrían extenderse en el campo de la Psicooncología y de Cuidados Paliativos. “En el punto de desarrollo clínico y teórico en el que nos encontramos, la psicología en niños y adolescentes tiene la fuerza suficiente para convertirse en una especialidad propia. Disponer de estos efectivos en el SNS será una mejora sustancial. Este nuevo PIR de 5 años hará que salgan profesionales mucho mejor formados en el colectivo específico de la salud mental de los  menores”, remarca el psicólogo clínico.

NUEVOS TIEMPOS, NUEVA ESPECIALIDAD

De hecho, la realidad actual de los menores nada tiene que ver con la que vivieron sus padres o abuelos. Las circunstancias presentes y la eclosión de las nuevas tecnologías han supuesto un nuevo escenario en el que la salud mental de los más pequeños se pone a prueba desde más frentes. En este contexto, la manera de abordarlo lleva camino de actualizarse, al igual que lo hacen cada cierto tiempo sus aplicaciones y dispositivos móviles. “Este espectro complejo refuerza la necesidad de una línea en psicología que estudie y analice su salud mental en el actual marco sociocultural que viven”, considera.

Quizá ya llegamos tarde; en torno al 70% de los trastornos de salud mental se gestan en los primeros años de vida. Debemos enfocar todo el modelo asistencial en salud mental a este periodo preventivo

De esta manera, desde los diferentes colectivos de la Psicología –también la Psiquiatría- esperan ver como los pasos hacia su especialidad infanto-juvenil van tomando forma. “Resulta un ámbito suficientemente complejo y específico para justificar la especialidad. Quizá ya llegamos tarde; en torno al 70% de los trastornos de salud mental se gestan en los primeros años de vida. Debemos enfocar todo el modelo asistencial en salud mental a este periodo preventivo, promoviendo una mejor atención emocional a la infancia y adolescencia”

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