El Ayuntamiento de Valencia comenzó el pasado 10 de abril una experiencia piloto dedicada a testar los efectos que la semana laboral de cuatro días puede suponer para la actividad social y económica de sus ciudadanos. En concreto, aprovechando la concatenación de cuatro lunes festivos, la iniciativa persigue analizar a lo largo de un mes su incidencia en aspectos como el bienestar de los vecinos, el comercio, la hostelería, el ocio o la sanidad. Las jornadas laborales de cuatro días vienen convirtiéndose en una reivindicación recurrente desde diferentes ámbitos políticos y sindicales. Experiencias como la valenciana ya han sido vividas en otros países europeos para conocer la realidad que esta medida supondría a corto y medio plazo.
En lo relativo a la sanidad, este experimento pionero no ha servido más que para reforzar la evidencia de la falta de profesionales médicos y la consiguiente sobrecarga asistencial que ello conlleva para sistema sanitario de Valencia. Algo que no ha sorprendido a María Pilar Valero, secretaria provincial de la Conferencia Estatal de Sindicatos Médicos (CESM-CV), quien ha atendido a ConSalud.es y lleva tiempo denunciando esta alarmante realidad que afecta a todo el país y en concreto asu región desde hace varios años.
La Atención Primaria de por sí “ya estaba sobrecargada” y estas cuatro semanas laborables de cuatro días han supuesto que “haya menos personal y aumenten las demoras para el paciente a la hora de solicitar una cita previa”
La Atención Primaria de por sí “ya estaba sobrecargada” y estas cuatro semanas laborables de cuatro días han supuesto que “haya menos personal y aumenten las demoras para el paciente a la hora de solicitar una cita previa”, confiesa la doctora. Unos retrasos que ya estaban entre 8 y 10 días en algunos centros valencianos, y que han pasado ahora a extenderse hasta los 12 o 15 días para una cita previa o consulta ordinaria. La incidencia de estos cuatro lunes festivos en la asistencia sanitaria ha venido acrecentada por el hecho de que durante la Semana Santa y la Pascua parte de los equipos de profesionales ya disponen de por sí de días libres; “lo que ha mermado aún más la plantilla de muchos puntos de salud”, asegura.
La gestión sanitaria de estos cuatro lunes festivos se ha implementado de la misma manera que sucede en cualquier jornada similar; las consultas de Atención Primaria ordinarias se clausuran porque el personal está ejerciendo su derecho laboral de descansar en festivo y no hay huecos para consultas. De esta manera, al no haber atención en los centros de salud, “los pacientes que se encuentran indispuestos acuden como cualquier domingo, sábado por la tarde u otro día festival a lo largo del año a los puntos de atención continuada”. Una circunstancia que da lugar a que estos servicios abiertos se vean obligados a asumir un exceso de demanda por encima de las posibilidades disponibles.
Una jornada de este estilo para dar respuesta a las necesidades sanitarias de la población es algo que “no va a funcionar” en las actuales condiciones en las que se encuentran los servicios de salud de la Comunidad Valenciana
Por otro lado, el hecho de encontrarse los centros de salud cerrados está suponiendo para los pacientes que se paralice la actividad ordinaria en la realización de analíticas, en la renovación de prescripciones de recetas, en las revisiones de enfermos crónicos o en los programas de salud de los niños. Una serie de actividades esenciales para la oportuna atención de los ciudadanos y para la que no encuentran respuesta durante estas jornadas. En este punto, la secretaria provincial de CESM lamenta que la limitación de agendas acordada con la Consejería de Sanidad el pasado mes de marzo con la mayor parte de los sindicatos todavía no se “haya hecho efectiva”.
Los responsables sanitarios se comprometieron a fijar una limitación en la agenda de los facultativos de 35 pacientes por jornada en sus consultas. Sin embargo, esta medida todavía “no ha sido publicada” en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV); de manera que la carga de los profesionales médicos continúa estando por encima de esta cifra, llegando a alcanzar hasta las 50 consultas diarias en este marco de los cuatro días laborables por semana. Esto demuestra que una jornada de este estilo para dar respuesta a las necesidades sanitarias de la población es algo que “no va a funcionar” en las actuales condiciones en las que se encuentran los servicios de salud de la Comunidad Valenciana, aclara.
Cuando se plantea "una prueba de este estilo” primero tienes que valorar también las consecuencias negativas y “disponer de una estructura para poder cubrirlas”
Entre las reivindicaciones perseguidas por los médicos valencianos está la implantación de la jornada laboral de 35 horas semanales, en lugar de las 37,5 actuales. Un compromiso que obtuvieron por parte de la Consejería de Sanidad y que estará plenamente implantado en la región para 2025. “En primer lugar la Generalitat debería hacer que la jornada de 35 horas –en 7 horas de lunes a viernes- funcione; siendo así, “podrían plantearse iniciativas como esta de cuatro días a la semana, pero personalmente considero que en estos momentos no estamos preparados”, lamenta la doctora Valero, quien remarca que cuando se plantea "una prueba de este estilo” primero tienes que valorar también las consecuencias negativas y “disponer de una estructura para poder cubrirlas”.
De esta manera la prueba piloto llevada a cabo en Valencia ha vuelto a sacar a la palestra las necesidades en sanidad y los recursos de los que adolece este servicio al ciudadano. “Estamos trabajando desde hace años asumiendo el exceso de demanda de forma trágica, lo que lleva al personal sanitario a la saturación”. El camino pasa dar respuesta a estas circunstancias de jornadas festivas e, incluso, de cara a la futura implementación de las jornadas de 35 horas semanales pasa por estructurar los medios de atención a los pacientes, adecuar las plantillas y hacer un esfuerzo en la ampliación del personal.
“Si no hay médicos en las bolsas de trabajo es porque su labor no está reconocida a nivel económico ni de condiciones de trabajo"
La falta de profesionales es la causa y consecuencia de las dificultades que vive la sanidad pública de las diferentes CC.AA. españolas; lo que lleva a las regiones a tratar de fidelizar y atraer talento. “Si no hay médicos en las bolsas de trabajo es porque su labor no está reconocida a nivel económico ni de condiciones de trabajo. Esto lleva a que los profesionales se marchen de la región o del país en busca de mejoras”, alerta la representante de CESM-CV. Un experimento en Valencia –como ocurriría en otras CC.AA.- que, a falta de solucionar estas carencias, sólo ha servido para mostrar la falta de salud de la propia sanidad.