¿Sabías que tu manera de gesticular interviene en tu envejecimiento?

Nuestros hábitos mímicos tienen influencia a la hora de definir zonas localizadas de nuestro rostro en forma de pliegues, líneas de expresión y descolgamiento.

Gestos y envejecimiento (Foto. Freepik)
Gestos y envejecimiento (Foto. Freepik)
Estetic
2 septiembre 2022 | 15:00 h

A todo el mundo nos gusta gesticular. Unos más que otros, pero se trata de una acción que hacemos de manera inconsciente y que aunque no lo creamos interviene en nuestro envejecimiento cutáneo.

Nuestros hábitos mímicos tienen influencia a la hora de definir zonas localizadas de nuestro rostro en forma de pliegues, líneas de expresión y de descolgamiento. Todos envejecemos de manera individual y personalizada, y de ello depende una variedad de factores.

Los hábitos mímicos repetidos inconscientemente durante años son los principales causantes de signos evidentes de modificaciones estéticas de nuestro rostro. Estos originan líneas, pliegues y descolgamientos localizados. Normalmente, este tipo de imperfecciones son difíciles de corregir incluso con tratamientos, masajes o incluso rellenos.

EJEMPLOS DE GESTOS

  • Las personas que cuando hablan tensan mucho los músculos y mueven la cara y marcan todos los contornos faciales, en vez de hablar tranquilamente y relajadamente moviendo solo los labios, es cuando se originan las líneas de la frente.

  • En el entrecejo pasa exactamente lo mismo, tenemos un músculo en esta zona que hace la función de abrir o cerrar el entrecejo cuando nos molesta la luz o el sol, pero hay personas que siempre tienen tensa esta zona y parece que estén enfadadas. En consecuencia, estas líneas de la frente se acaban marcando y el tejido cae por encima.

  • Las líneas del labio superior siempre se han asociado con la gente fumadora, aunque hay personas que siempre están con el orbicular de la boca tensado, apretado hacia dentro. ¿El resultado? Las líneas del contorno del labio se ven cada vez más marcadas.

  • También hay personas que hipertensan mucha la borla del mentón, la arrugan mientras hablan y acaban marcando la línea del mentón.

  • Además, cuando tragamos saliva y cuando comemos también contribuimos a la aparición de las líneas de expresión. Lo ideal es aprender a tragar saliva con el cuello, solo con la tráquea.

  • El bruxismo es difícil de controlar porque lo hacemos cuando dormimos, pero hay que buscar soluciones, de tanto apretar las dientes, el músculo masetero se hipertonifica. La piel cae por encima en forma de lo que se nombra por mejillas de bulldog.

¿Cómo mejorarlo y prevenirlo? Desde Yvette Pons recomiendan intentar corregir estos gestos que acusan más estos signos de envejecimiento, ¿y de qué manera?. Conocernos, buscarlos, grabar un vídeo y estar un rato hablando y ahí os daréis cuenta de la cantidad de gestos que realizáis inconscientemente, mirarlo y aprender a controlarlos.

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