Lubricación vs. hidratación de la vagina: Descubre la diferencia para disfrutar de tus relaciones

La sexóloga Ana Lombardía explica en qué situaciones y con qué frecuencia conviene utilizar productos lubricantes o hidratantes

Zona íntima de la mujer (Foto. Freepik)
Zona íntima de la mujer (Foto. Freepik)
Verónica Serrano
16 diciembre 2023 | 22:00 h

La sexualidad ha sido tradicionalmente considerada un tema tabú, pero cuando hablamos de sexualidad femenina, esto es algo que se acentúa todavía más. Lo cierto es que aún hay mucho desconocimiento acerca de cuestiones que tienen que ver con el cuidado íntimo femenino y fruto de esta falta de información nos surgen muchas dudas. Por ejemplo, ¿es lo mismo tener una buena hidratación de la vagina a que la vagina esté lubricada?

En general, tanto hombres como mujeres tendemos a relacionar una buena lubricación de la vagina con una vagina en buen estado de salud, es decir, hidratada. Sin embargo, se trata de dos fenómenos distintos y al no tener una respuesta del todo clara a esta pregunta, en muchas ocasiones aplicamos de forma indistinta productos hidratantes y lubricantes. Para evitar que los confundas a partir de ahora, hoy en Estetic te resolvemos la duda gracias a la explicación de la sexóloga Ana Lombardía (@lombardiaana) en Instagram, donde ya suma 31.000 seguidores.

HIDRATAR VS. LUBRICAR LA VAGINA

En un post de la citada red social, la experta nos recuerda que “lubricar e hidratar no es lo mismo”. Esta duda suele presentarse especialmente en mujeres que legan a la menopausia, cuando es probable que “sufran sequedad vaginal”. Esa sequedad se produce por la “reducción de estrógenos”, es decir, las hormonas femeninas encargadas de la sexualidad de las mujeres. Hasta ese momento “la vagina se hidrata por sí sola”.

"El 40% de las mujeres afirma tener sequedad vaginal durante la menopausia"

Pero, ¿qué ocurre cuando llega la menopausia? Con esa bajada de los estrógenos, disminuye la producción del flujo vaginal, que es el encargado de hidratar la vagina. Ante esa pérdida de humedad, la mujer comienza a vivir episodios de sequedad en este órgano, por lo que es importante aplicar hidratantes que le devuelvan la elasticidad a los tejidos. 

Diferencia entre lubricar e hidratar la vagina (Foto. @lombardiaana)

Ahora que sabemos qué es la hidratación vaginal, ¿sabrías decir en qué se diferencia de la lubricación? Aunque los lubricantes también se administran para tratar la sequedad, están indicados para otro tipo de funciones. En concreto, para “lubricar la vulva en general y la zona vaginal para un encuentro sexual”, aclara la experta. Estos productos “nos dan un extra de lubricación para que las sensaciones sean aún más placenteras, evitan roces, rojeces, molestias y malestar durante las relaciones”.

RECOMENDACIONES DE USO

Como ya habrás podido deducir, usar un hidratante para lubricar la vagina no es lo ideal, ya que no es su función. Con un lubricante, tampoco podrás recuperar los niveles de humedad de la vagina. Para que puedas utilizarlos de forma correcta, te dejamos las recomendaciones de uso de la sexóloga:

  • Hidratantes: con la llegada de la sequedad de la vagina durante la menopausia, es aconsejable “hidratar la vulva y la zona vaginal de una a tres veces por semana, dependiendo de cada caso”. Ana Lombardía recuerda que existen diferentes aceites que “nos ayudarán a que nuestra zona esté más hidratada, protegida, prevendrá la sequedad vaginal y le dará elasticidad y tersura”.
  • Lubricantes: estos productos se aplican “de forma puntual durante las relaciones” sexuales y “no de forma semanal” con el objetivo de tratar la sequedad vaginal u otros aspectos. Además, “tampoco aportan beneficios a largo plazo como lo hacen los aceites especiales para hidratar nuestra vagina”. En definitiva, únicamente se emplean para lubricar en el sexo o en la masturbación.

"Los lubricantes evitan roces, rojeces, molestias y malestar durante las relaciones”

Aunque lubricación e hidratación de la vagina sean fenómenos diferentes, ambos son clave para gozar de una buena sexualidad, pues una vagina deshidratada tendrá más dificultades para disfrutar durante las relaciones sexuales. Además, una correcta hidratación vaginal se asocia con la atrofia de los tejidos de la zona, algo que podría generar problemas de inflamación. 

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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