El agua es un bien fundamental para la vida en el planeta, así como para mantener la salud de todos los seres vivos que lo habitan. En lo referente a las personas, beberla en cantidades adecuadas contribuye a mejorar la salud al ayudar a liberar toxinas, prevenir la deshidratación o mejorar el sistema inmunológico. Además, ayuda a regular la temperatura corporal, mejorar los niveles de energía y reducir los antojos.
Sin embargo, la disponibilidad de agua potable es muy reducida y no está distribuida de forma equitativa a lo largo del mundo. En las últimas décadas, se han logrado avances importantes, pero en 2022 aún había 2.200 millones de personas que carecían de su acceso gestionada de forma segura. La mayoría de estas personas vive en zonas rurales, que suelen contar con pequeños suministros de este líquido. Para visibilizar esta situación e informar de la su importancia para la vida, cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua.
En este contexto, la OMS ha publicado directrices y herramientas para mejorar los suministros. Así, las ‘Directrices para beber agua potable: pequeños suministros de agua’ y los 'Paquetes de inspección sanitaria' asociados tienen como objetivo mejorar la calidad, crear una prestación de servicios más resiliente y combatir los aumentos repentinos de enfermedades en comunidades vulnerables y con recursos limitados.
Dra. Neira: "La inversión en pequeños suministros sirve para reducir la incidencia de enfermedades y los gastos generales relacionados con la prevención de enfermedades y costos asociados de atención médica"
Los pequeños suministros de agua en el mundo suelen enfrentarse a desafíos técnicos y de recursos, que afectan a su capacidad para brindar servicios seguros y confiables. Por ello, tienen más probabilidades de experimentar deficiencias relacionadas con la seguridad, lo que da lugar a enfermedades e impactos sociales y económicos adversos. Para poder superar estos desafíos, las políticas y regulaciones deben considerar los pequeños suministros, como ha informado la OMS.
"La inversión en pequeños suministros sirve como una estrategia doble: reducir eficazmente la incidencia de enfermedades transmitidas por este líquido y reducir los gastos generales relacionados con la prevención de enfermedades y los costos asociados de atención médica", ha explicado la Dra. María Neira, directora del departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS. "Los pequeños suministros son especialmente susceptibles a los impactos del cambio climático en la calidad y cantidad lo que añade urgencia a nuestros esfuerzos por llegar a todos con agua potable gestionada de forma segura", añade.
Las directrices proporcionan un total de seis recomendaciones novedosas sobre el establecimiento de regulaciones y estándares de calidad del agua potable que estén basados en la salud y sean apropiados para el contexto. También se basan en la gestión proactiva de los riesgos mediante la planificación de la seguridad y las inspecciones sanitarias, así como en la realización de una vigilancia independiente.
Estas recomendaciones se derivan de una revisión exhaustiva de la evidencia de mejores prácticas, y parten de diez principios transversales, como priorizar la salud pública, adoptar un enfoque basado en el riesgo y apuntar a una mejora progresiva. En este sentido, la OMS insta a los gobiernos y otros interesados de todo el mundo a adoptar las recomendaciones para abordar los pequeños suministros de agua de manera más efectiva en políticas, regulaciones y programas de apoyo.
"La voluntad política, la regulación basada en el riesgo y el aumento de la inversión han demostrado ser eficaces para ampliar el acceso al agua potable a través de pequeños suministros", expresa Bruce Gordon, jefe de la Unidad de Agua, Saneamiento, Higiene y Salud de la OMS. "Las diretrices apoyarán y mejorarán aún más los esfuerzos de las partes interesadas en todos los niveles para mejorar la seguridad y la sostenibilidad de los pequeños suministros de agua", añade.
Las publicaciones, basadas en los 60 años de historia de la OMS en la elaboración de estándares de calidad de agua potable, tienen el objetivo de apoyar y guiar para lograr la meta 6.1 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que se centra la gestión de forma segura para todos, en todas partes, para 2030.
IMPORTANCIA DEL AGUA PARA LA SALUD
El agua es esencial para la vida y el componente más abundante en el cuerpo humano. Aunque existen diversos datos sobre la cantidad de ingesta necesaria, numerosos estudios han mostrado beneficios con una hidratación adecuada y perjuicios con sus desequilibrios.
Bruce Gordon: "La voluntad política, la regulación basada en el riesgo y el aumento de la inversión han demostrado ser eficaces para ampliar el acceso a través de pequeños suministros"
La hidratación en el organismo es fundamental para que se desarrollen correctamente muchos procesos que tienen que ver con la salud. El agua es utilizada por el organismo para eliminar toxinas y, cuando hay menos en el cuerpo, el corazón tiene que trabajar más para bombear la sangre oxigenada a todas las células y órganos. Esto puede provocar una sensación de cansancio.
A su vez, beber mucha agua puede reducir el riesgo individual de padecer cáncer de vejiga, de acuerdo con la American Cancer Society, y permite al organismo luchar contra enfermedades como la gripe o ataques al corazón, de acuerdo con la OMS. También contribuye a combatir otros problemas de salud como el reumatismo, la artritis o los cálculos renales.