Sanidad establece un protocolo para los sanitarios ante la vuelta de la actividad programada

Se ha elaborado un protocolo de recomendaciones destinadas a los profesionales sanitarios ante la reintroducción de la actividad programada en los centros hospitalarios tras la entrada en la “nueva normalidad”.

Sanitarios frente al coronavirus (Foto. Salud Madrid)

La rápida propagación del SARS-CoV-2 en España se ha traducido en un elevado número de casos que han requerido de ingreso en las plantas de hospitalización o las unidades de cuidados intensivos (UCI), por lo que muchos hospitales se han visto obligados en un corto espacio de tiempo a redistribuir todos sus recursos, tanto humanos como materiales, para atender de forma emergente al ingente volumen de contagiados.

La escasez de medios y la falta de conocimientos sobre el nuevo coronavirus en los inicios de la pandemia han posicionado a los profesionales sanitarios como uno de los grupos más vulnerables como demuestra el elevado número de contagiados dentro de este colectivo.

Tras la finalización del Estado de Alarma con la consiguiente entrada del conjunto del territorio español en la denominada como “nueva normalidad”, la actividad hospitalaria, prácticamente paralizada en los últimos meses salvo en casos de urgencia, comienza a retomarse.

Ante este escenario el Ministerio de Sanidad ha elaborado un protocolo que tiene como objetivo establecer una serie de recomendaciones destinadas a los profesionales sanitarios para evitar contagios en ante la reintroducción de la actividad programada en los centros hospitalarios, especialmente en aquellos que se han visto afectados de forma notable por el virus.

La mayoría de los hospitales españoles se encuentran ahora en una fase de transición que queda definida entre la finalización de la fase pandémica y la inter-pandémica. Un periodo en el que debe priorizarse la seguridad tanto de los pacientes como de los profesionales sanitarios en las distintas etapas del proceso asistencial, desde la selección y preparación previa hasta el alta hospitalaria y los cuidados domiciliarios, pasando por la organización de un circuito intrahospitalario que debe anticiparse a la aparición de posibles brotes.

Sanidad solicita que las instituciones garanticen tanto la formación como el entrenamiento continuado en medidas de protección, con especial foco en la frecuente higiene de manos, así como en la utilización de los equipos de protección individual

El protocolo parte de la premisa de que no se puede garantizar de forma absoluta que los pacientes que deban someterse a procedimientos intervencionistas electivos se encuentren libres de la infección pese a los esfuerzos para el despistaje (con o sin aplicación de PCR) de infección por SARS-CoV-2. Cabe recordar en este punto que los asintomáticos han sido uno de los principales elementos que han favorecido la rápida propagación de la pandemia.

Sanidad solicita que las instituciones garanticen tanto la formación como el entrenamiento continuado en medidas de protección, con especial foco en la frecuente higiene de manos, así como en la utilización de los equipos de protección individual (EPI).

PRINCIPALES RECOMENDACIONES DE SANIDAD

En este sentido el documento hecho público por el Ministerio de Sanidad indica la recomendación de la existencia de profesionales de referencia (Servicio de Medicina Preventiva, equipos de control de infección o Servicios de Protección de Riesgos Laborales) en cada institución y/o servicio para la formación, entrenamiento y control de manejo de los EPI y normas de protección.

De esta forma se propone mantener las recomendaciones que se exponen a continuación a la hora de atender a pacientes sometidos a procedimientos intervencionistas:

  • Extremar medidas de higiene de manos, según el modelo de los cinco momentos de la OMS, siguiendo la estrategia de cada centro.
  • Los profesionales sanitarios con fiebre o clínica respiratoria aguda se abstendrán de acudir a su puesto de trabajo hasta que se valore su situación.
  • Todos los profesionales sanitarios deberán colocarse una mascarilla quirúrgica antes de la atención a cualquier paciente.
  • Los profesionales mantendrán la distancia social de dos metros con pacientes y compañeros de trabajo siempre que sea posible, especialmente en los momentos de descanso en zonas de estar y momentos del almuerzo o café, que hay que quitarse la mascarilla.
  • Los pacientes usarán mascarilla higiénica como estrategia para proteger a los profesionales y a otros pacientes y familiares siempre que sea posible. Se evitarán las mascarillas con válvulas de exhalación.
  • Habrá un programa restrictivo de visitas en cuanto a tiempo y número, manteniendo la necesaria humanización de la asistencia.
  • Se hará uso del equipo de protección individual adecuado a las circunstancias cuando se atienda a pacientes sospechosos de coronavirus.
  • Se utilizarán mascarillas FFP2 o superior sin válvula de exhalación y protección ocular en todos los pacientes en procedimientos susceptibles de producir aerosoles o en circunstancias en las que el paciente no pueda llevar mascarilla higiénica y no se pueda mantener la distancia de seguridad.

Sanidad concluye sus recomendaciones para los profesionales sanitarios ante este tipo de intervenciones señalando que, a medida que se genere la evidencia suficiente, las instituciones deberán facilitar y garantizar la quimioprofilaxis e inmunoprofilaxis de los profesionales sanitarios.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.