El papel de la nutrición en el cáncer: mejora la calidad de vida e incluso el pronóstico

La nutrición es una de las patas del cáncer cada vez más atendidas debido a que un 15-40% de los pacientes en el momento del diagnóstico tiene malnutrición, y con la enfermedad avanzada un 80%

Paciente con cáncer (Foto. Freepik)
28 junio 2022 | 17:15 h
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Existe una clara relación entre lo que comemos y nuestra salud. Una dieta inadecuada con abuso de bollería industrial, alimentos procesados, azucarados, en salazón o conserva está detrás de varias enfermedades y de distintos tipos de cáncer como el colorrectal, esófago, estómago, vesícula biliar, páncreas, endometrio, mama, próstata, riñón, tiroides, hígado, meningioma y dentro de los tumores hematológicos, el mieloma múltiple, y el linfoma difuso de células B. Esto quiere decir, que una alimentación saludable, sumada a un ejercicio físico, tiene un papel preventivo reduciendo el riesgo de desarrollar cáncer.

La dieta basada en consumir importantes cantidades de cereales, legumbre, fruta y verduras, y que evita los alimentos hipercalóricas, las bebidas azucaradas, la carne procesada o limita la carne roja y los alimentos con mucha sal, es la recomendada por el código europeo del cáncer como una dieta anticáncer.

Pero además de prevenir, la nutrición tiene un papel “en los pacientes que padecen un cáncer”, tal y como explica a Consalud.es la Dra. Paula Jiménez Fonseca, oncóloga médico del Hospital Universitario Central de Asturias y portavoz de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Los pacientes con una enfermedad oncológica sufren problemas de alimentación, ya sea porque el cáncer esté presente en el aparato digestivo, por la aparición de úlceras en boca, cambios en el gusto o náuseas por influencia de los tratamientos. “Diversos cánceres como el de esófago, estómago, páncreas, colorrectal o los ginecológicos pueden dificultar la ingesta al obstruir el tubo digestivo y algunos pueden causar adelgazamiento a pesar de una buena ingesta (caquexia)”, añade la Dra. Jiménez Fonseca.

Se hacen cambios en los alimentos que se toman para disminuir los síntomas del cáncer o del tratamiento, y evitar que con la falta de nutrición empeore el pronóstico

Se calcula que la incidencia de malnutrición es de un 15-40% en el momento de diagnóstico de cáncer, 80% en casos de enfermedad avanzada. Una situación con un importante impacto en la salud, evolución y pronóstico de los pacientes.

LA NUTRICIÓN EN EL TRATAMIENTO

Durante el abordaje del cáncer se suele estudiar el estado nutricional y la necesidad de alimentación, se hacen cambios en los alimentos que se toman para disminuir los síntomas del cáncer o del tratamiento, y evitar que con la falta de nutrición empeore el pronóstico. Estos tipos de cambios en la alimentación son, como recoge la Asociación Americana del Cáncer, distintos tipos y cantidades de alimentos o de la frecuencia en la que se come. También varía la forma, como calentar la comida a cierta temperatura o beber con una pajita. Y en los “casos en los que la ingesta está comprometida o existe una pérdida de peso con desnutrición estarían indicados los suplementos nutricionales”, manifiesta la oncóloga.

En general, a los pacientes con cáncer, así como a la población general, se les recomienda una dieta mediterránea. En algunos casos esta dieta se modifica como en el caso de los pacientes con cáncer digestivo, a quienes se les pauta una dieta túrmix para favorecer la ingesta, es decir, una dieta en la que las cantidades de alimentos o líquidos son muy pequeñas, con espesantes mayoritariamente de los líquidos cuando hay problema con ellos la necesidad de no se mezclen consistencias de los alimentos. En otros casos, como en los de diarrea por el tratamiento se recomiendan una dieta baja en residuos y astringente.

“Los profesionales que atendemos a pacientes con cáncer conocemos la importancia que tiene mantener un adecuado estado nutricional ya que la caquexia oncológica y la desnutrición se asocian con un mal pronóstico y la dificultad para comer altera la calidad de vida del paciente y su familia”, manifiesta la Dra. Jiménez Fonseca. De hecho la desnutrición disminuye la tolerancia a los tratamientos frente al cáncer, aumenta su toxicidad y puede impactar en los resultados. “Por ello, es importante un seguimiento y abordaje precoz de los estados de desnutrición y de todo síntoma que pueda interferir la ingesta del paciente”, concluye la experta.

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