Terapia con perros en hospitales: "Hay pacientes que se ríen de verdad por primera vez en meses"

Las intervenciones asistidas con animales en hospitales van mucho más allá de "pasear perritos". Se trata de sesiones realizadas por profesionales que reportan beneficios a los pacientes. Lo cuenta en ConSalud.es Luz Jaramillo, de Perros Azules

Una intervención asistida con animales de Perros Azules. (Foto. Fundación Aladina)
Una intervención asistida con animales de Perros Azules. (Foto. Fundación Aladina)
Agustina Uhrig
28 agosto 2022 | 00:00 h

¿A quién no le gustan los perros? Son nuestros ‘mejores amigos’ y tienen la habilidad innata de animarnos sea cual sea la situación. Aunque en España aún no están demasiado extendidas las intervenciones asistidas con perros en hospitales, poco a poco “vamos avanzando” y cada vez son más los centros sanitarios que abren las puertas a los animales y conocen los beneficios de estas terapias. Lo cuenta en ConSalud.es la coordinadora de programas de Perros Azules, Luz Jaramillo.

Luz Jaramillo, coordinadora de programas de Perros Azules, junto a uno de los perros de terapia. (Foto. Perros Azules)

Perros Azules es una asociación sin ánimo de lucro que lleva 10 años trabajando en las intervenciones asistidas con animales. Colegios, residencias de la tercera edad y hospitales son algunas de las áreas en las que trabajan en unas intervenciones de terapia, educación o actividades que van mucho más allá de “pasear perritos”.

“Se está perdiendo la concepción de que es una actividad lúdica que consiste en ‘traer perritos porque son muy monos’. Aunque seguimos teniendo esa visión en buena parte de la sociedad, en el campo profesional se está perdiendo y eso es un gran hito”, reconce Jaramillo. Y es que estas intervenciones están avaladas por profesionales en la materia que aseguran que las actividades son seguras, tienen una estructura metodológica coherente y reportan beneficios a los pacientes.

Tanto es así que ya son los propios sanitarios quienes demandan los servicios de Perros Azules. “El éxito es contar con una estructura segura con profesionales formados detrás, protocolos, animales adiestrados… En el Hospital Niño Jesús, por ejemplo, estamos realizando un programa en la Unidad de Daño Cerebral Adquirido y trabajamos codo con codo con los fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales”, señala Jaramillo. 

"Las personas y los animales que realizan los programas están muy preparados para ello"

Y es que hay “estudios científicos de sobra” que avalan que estas intervenciones mejoran el estado de ánimo de los pacientes, aumentan su calidad de vida y motivación, favorecen la interrelación personal y mejoran el estado fisco y mental, actuando también como reductor del estrés y la ansiedad que genera el ingreso hospitalario.

Maestros, psicólogos, enfermeros y terapeutas ocupaciones, son algunos de los profesionales que conforman el equipo de Perros Azules. Todos ellos cuentan con un Máster en intervenciones asistidas con animales. Además de esta figura profesional, que se encuentra detrás del diseño de programas, establecimiento de objetivos y desarrollo de actividades, también participan los técnicos en intervenciones asistidas con animales, que guían al animal de terapia.

Es decir, se trata de profesionales formados y preparados para llevar a cabo las actividades. “Esto es un ámbito profesional, no es algo que podamos hacer con carácter voluntario porque tengamos un perro bueno al que le gusta estar con niños. Las personas y los animales que realizan los programas están muy preparados para ello”, matiza Jaramillo.

El perro de terapia está educado mediante una serie de pruebas que determinan, en primer lugar, si el animal es sociable, atiende al adiestramiento básico y tiene una alta capacidad de resiliencia en situaciones complicadas, entre otras cualidades. Cuando ha “aprobado” esta primera prueba, es cuando el animal aprende y es entrenado en obediencia básica, como manejo de los tiempos de espera y formas de recoger los premios.

Carné de Dunkan, perro de terapia. (Foto. Perros Azules)

“Es un entrenamiento muy sencillo porque los animales que participan en las sesiones no son animales de circo. No tienen que hacer cosas para el usuario. Incorporamos al perro, por lo que el perro es y por lo que aporta al humano aunque no esté haciendo nada”, explica esta diplomada en Magisterio. 

Y es que cualquiera que haya tenido mascotas, sabe que la simple interacción con el animal, ya es una experiencia positiva. Asimismo, una de las claves de Perros Azules es la relación de ‘win-win’ entre pacientes y animales, pues "además del beneficio para el usuario, el perro disfruta de las sesiones y somos muy estrictos a la hora de valorar su bienestar”.

“La mayoría son perros mestizos y de protectoras de animales. Tenemos labradores, golden retrievers, border collies, perros de agua… No es la raza lo que establece el criterio de selección del perro de terapia”

En cuanto a razas, todas valen si los animales cumplen los requisitos. “La mayoría son perros mestizos y de protectoras. Tenemos labradores, golden retrievers, border collies, perros de agua… No es la raza lo que establece el criterio de selección del perro de terapia”, apunta Jaramillo.

PACIENTES QUE “SE RÍEN POR PRIMERA VEZ EN MESES”

Una de las entidades con las que trabaja Perros Azules es la Fundación Aladina. Con esta organización colaboran realizando actividades en servicios como el de Oncología Pediátrica del Hospital Gregorio Marañón de Madrid o la Unidad de Cuidados Paliativos del Niño Jesús.

Este último proyecto surgió a raíz de un caso puntual, el de un niño en paliativos que estaba muy unido a los perros. “Se hicieron sesiones con él en estos tramos finales de su vida y los resultados fueron tan buenos, que establecimos un programa”. 

“Siempre hemos tenido la idea de hacer algo con los sanitarios y con el Covid-19 y los estragos que ha hecho en la salud mental de los profesionales, vimos la oportunidad”

El ‘feedback’ que reciben de usuarios y familiares tras las sesiones es muy positivo. Para los pacientes, muchos de los cuales llevan meses ingresados en el hospital sin salir a la calle, la visita de los perros en el hospital suponen una vuelta a lo cotidiano. “Muchos de los niños tienen animales en casa a los que hace dos o tres meses que no ven. Los ves felices, sonriendo. Las familias te dicen que es la primera vez en meses que les ven reírse de verdad”.

INTERVENCIONES CON PERROS, TAMBIÉN A SANITARIOS

El programa más reciente que está desarrollando Perros Azules tiene que ver con la atención al personal sanitario que luchó contra la Covid-19 en primera línea durante los momentos más duros de la pandemia. Jaramillo explica que los profesionales siempre están “encantados” cuando los animales acuden al hospital. Sin embargo, no siempre pueden atenderles como les gustaría, confiesa la portavoz de Perros Azules. “Siempre hemos tenido la idea de hacer algo con los sanitarios y con el Covid-19 y los estragos que ha hecho en la salud mental de los profesionales, vimos la oportunidad”.

Las actividades se realizarán en los hospitales madrileños con mayor incidencia de Covid-19 como el Marañón, La Paz y el 12 de Octubre. Se establecerán actividades de un día de la mano de los perros y profesionales de la Psicología que trabajarán en el estrés postraumático. “Es el primer acercamiento al personal sanitario. Queremos conocer sus demandas y ver cómo podemos ayudarles”, concluye Jaramillo.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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