Un año del IVA de las bebidas azucaradas al 21%: el Estado ha ingresado 389 millones

Tras cumplirse un año desde que el IVA de las bebidas azucaradas y edulcoradas pasara de un 10% a un 21%, el Gobierno dejará de medir sus efectos. En 2021 se registró un impacto de 314 millones, por 75 millones en 2022.

María Jesús Montero, ministra de Hacienda y Función Pública (Foto: M. Hacienda)

El Gobierno impulsó en 2021 una nueva política para favorecer en la población “hábitos más saludables”, como fue la subida del tipo del 10% del IVA al 21% de las bebidas azucaradas y edulcoradas. Esta nueva figura tributaria ha cumplido un año desde que entró en vigor, por lo que se puede hacer un análisis de cómo ha impactado su puesta en marcha.

Esta semana, el Ministerio de Hacienda ha publicado el informe mensual de recaudación tributaria correspondiente al mes de marzo de 2022, en el que se detalla cuánta cantidad se ha recaudado hasta ahora. En total, el Estado ha ingresado 389 millones de euros en unaño: 314 millones entre marzo y diciembre de 2021 y 75 millones entre enero y marzo de 2022.

Los 389 millones de euros recaudados desde que entró en vigor son 11 menos de lo estimado por el Gobierno, que cifraron en 400 millones lo que se ingresaría en 2021 y 2022

La recaudación lograda hasta el momento va en línea con la estimación fijada por el Gobierno en el Plan Presupuestario del 2021. Desde Hacienda calcularon que con esta medida se ingresarían 400 millones de euros en los primeros dos años: 340 millones en 2021 y 60 millones en 2022. Finalmente han sido 11 menos de lo previsto.

Por otro lado, en el informe mensual del Ministerio de Hacienda se subraya que el efecto de la subida del tipo en el IVA de las bebidas azucaradas y edulcoradas “ha terminado”. Según confirman a ConSalud.es fuentes ministeriales, esta mención se refiere a que pasado un año de la entrada en vigor de una medida ya no se registra su impacto diferencial con lo que había anteriormente.

UNA APUESTA DE MONCLOA

Esta medida ha sido una de las políticas más destacadas en materia fiscal del actual Gobierno. Cuando se aprobó, compartieron su objetivo de “internalizar la externalidad negativa generada por el consumo de dichas bebidas, favoreciendo hábitos más saludables de la población”. Además, sostenían que iba en línea con “las recomendaciones de numerosos organismos internacionales que recomiendan a España limitar la aplicación de tipos reducidos en el IVA”.

Junto a Hacienda y Sanidad, el Ministerio de Consumo también ha impulsado varias campañas de sensibilización dirigidas a reducir la ingesta de azúcar

Además de los ministerios de Hacienda y Sanidad, también Consumo ha impulsado varias campañas de sensibilización dirigidas a reducir la ingesta de azúcar. A través de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), lanzó la campaña ‘Azúcar, te dejo’, dirigida a la población adulta. Igualmente, se enfocó en el consumo de azúcar en los menores de edad con la iniciativa ‘Hijos del azúcar’, alertando que 1 de cada 3 niños en España tienen sobrepeso u obesidad.

EN LA MIRA DE LOS EXPERTOS

Junto al Gobierno, también los expertos consultados por Hacienda para impulsar la reforma tributaria se han pronunciado sobre este gravamen específico. Así, en el Libro Blanco presentado en marzo, en un anexo titulado ‘Imposición saludable’ apostaron por una modificación del mismo, junto a la actualización de los impuestos sobre el alcohol o el de las labores del tabaco.

Los expertos consultados por Hacienda abogan por "un impuesto especial con un componente fijo que pueda graduarse en función de las unidades físicas que generan el efecto dañino en la salud”

Sobre esta medida, aclaraban que aún “no se dispone de evaluaciones académicas de los efectos” pero sí analizaban “su posible impacto inicial en el precio”. En concreto, mencionaban que según el índice de precios al consumo de los refrescos “en los 12 primeros meses de aplicación de la medida los precios se han incrementado al menos en un 10%”.

En este sentido, y a pesar de que reconocían que “no conocemos aún los efectos sobre el consumo de este incremento del precio final a través del aumento del IVA”, sí que sostenían que “dada las estimaciones de las elasticidades precio de la demanda de bebidas azucaradas en España, debiera esperarse una reducción del consumo de estos productos”.

Al margen de ello, defendían que “la alternativa más adecuada” para reducir el consumo de azúcares contenido en estas bebidas es “la articulación a través de un impuesto especial con un componente fijo que pudiera graduarse en función de las unidades físicas que generan el efecto dañino en la salud”.

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