“En lugar de desdoblar a los profesionales en dos vehículos distintos, lo ideal sería que hubiera más ambulancias pero también más personal en ellas”
Y es que, como indica a Consalud.esJosé María Puig, secretario general del Sindicato Médico de Cataluña (Metges de Catalunya) el polémico sistema ha supuesto el “desmantelamiento” de los equipos asistenciales que tenían las ambulancias hasta ahora, con el fomento del llamado vehículo de intervención rápida (VIR).De esta forma, si antes en una ambulancia iban un médico, un profesional de la Enfermería y un técnico de transporte sanitario a la atención, por ejemplo, de un accidente de tráfico; ahora sólo va el profesional enfermero y, en caso de que este necesite el apoyo del médico, llama al facultativo, que se desplaza en unos de estos vehículos VIR a la zona.
“En la práctica, esto supone una pérdida en la calidad de la asistencia, porque el tiempo que tarda un médico en llegar puede ser demasiado en caso de necesidades muy urgentes”, señala Puig.
Para solucionar este problema, la alternativa que proponen los facultativos no es otra que volver al sistema de transporte anterior y así, “en lugar desdoblar a los profesionales en dos vehículos distintos, para que lleguen a más sitios pero con una calidad asistencial potencialmente menor, lo ideal sería que hubiera más ambulancias pero también más personal en ellas. Esto es más caro sí, pero así funcionaba antes”, añade el portavoz sindical.
LAS ZONAS RURALES, MÁS AFECTADAS
En lo que respecta al transporte sanitario no urgente, por su parte, el nuevo sistema también ha generado malestar entre los profesionales, especialmente en las zonas rurales, que se ven más afectadas que los centros urbanos. De hecho, el sindicato Comisiones Obreras lleva tiempo denunciando que, ante la escasez de ambulancias, en numerosas ocasiones el traslado de los pacientes hasta el hospital se hace en taxi, vehículos que, consideran, no están adaptados para ofrecer una atención sanitaria adecuada durante el trayecto.
Otra de las constantes polémicas suscitadas por el sistema de transporte sanitario ha sido el de las propias empresas que contrata el SEM para ofrecer el servicio. Entidades que, como denuncian lostrabajadores, realizan contrataciones precarias y ofreciendo un salario inferior a lo marcado por el convenio. En el caso de la adjudicataria Egara-Lafuente, incluso, los empleados plantean iniciar una huelga indefinida si no mejora su situación laboral en zonas rurales de Girona y Tarragona.
NEGOCIACIONES PARA MEJORAR
Desde la llegada de Joan Sala a la dirección general del SEM, sin embargo, los profesionales ya han iniciado negociaciones con la administración, como reconoce Puig, para “dar una vuelta de 180 grados al actual sistema y recuperar el anterior y que el sistema sea más transversal y participativo”.
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