Las mujeres mayores de 55 años que roncan tienen mayor riesgo de padecer apnea del sueño

Así lo confirma un estudio de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, publicado en la revista Journal of Clinical Medicine

Una mujer durmiendo (Foto. Freepik)
13 mayo 2022 | 14:40 h

Un nuevo estudio de la Universidad de Tel Aviv (Israel) y publicado en la revista Journal of Clinical Medicine ha descubierto que las mujeres mayores de 55 años que roncan corren un mayor riesgo de padecer apnea del sueño, pudiendo llegar a ser mortal.

Los investigadores advierten de que, en la mayoría de los casos, como el fenómeno se produce durante el sueño, las mujeres ni siquiera son conscientes de que padecen el problema y de que corren un mayor riesgo de padecer apnea del sueño.

En el estudio, en el que participaron cientos de mujeres, los investigadores examinaron dos grupos de mujeres israelíes: mujeres relativamente jóvenes, de 20 a 40 años (es decir, premenopáusicas), y mujeres de 55 años o más, posmenopáusicas.

Descubrieron que alrededor del 15% de las mujeres mayores corren un riesgo significativo de padecer apnea del sueño, en comparación con solo el 3,5% de las mujeres jóvenes. Además, han descubierto que el 11% de las mujeres que roncan (una de cada 10 mujeres) tienen un mayor riesgo de padecer apnea del sueño, en comparación con solo el 1% de las mujeres que no roncan.

La dificultad para diagnosticarlo se debe principalmente a la falta de sensibilización y a la "infranotificación"

La profesora Ilana Eli, una de las autoras del estudio, explica que los trastornos respiratorios del sueño abarcan un amplio espectro, desde los ronquidos leves hasta el trastorno más grave y peligroso, la apnea del sueño, que provoca una disminución de la concentración de oxígeno en la sangre y puede poner en peligro la vida de la persona. Además, si el fenómeno no se diagnostica y trata a tiempo, puede contribuir al desarrollo de diversas enfermedades sistémicas, como la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares y los accidentes cerebrovasculares.

Según Eli, la dificultad para diagnosticarlo se debe principalmente a la falta de sensibilización y a la "infranotificación", pues las mujeres que sufren el problema no son conscientes de ello porque se produce durante el sueño.

Es probable que informen a sus médicos sobre la fatiga, los dolores de cabeza, el dolor muscular masticatorio al despertar o los problemas de sueño como el insomnio, y es importante que el médico que las atiende establezca la conexión, haga las preguntas adecuadas e incluso busque un diagnóstico más profundo en caso de sospecha de apnea del sueño.

FALTA DE DIAGNÓSTICO PRECOZ

"La falta de diagnóstico precoz es especialmente notable en uno de los grupos demográficos objetivo: las mujeres mayores de 50 años, que sufren un aumento de la incidencia de los trastornos respiratorios del sueño debido a los cambios hormonales que se producen durante la menopausia. Queríamos examinar y caracterizar el fenómeno en este grupo para dar la voz de alarma cuando fuera necesario", explica la profesora Eli.

"Encontramos una disparidad significativa entre los dos grupos: las mujeres jóvenes frente a las mujeres relativamente mayores"

En el estudio, las participantes rellenaron cuestionarios específicos, que incluían una serie de preguntas como las siguientes: '¿Cómo se siente al levantarse por la mañana?'; '¿Fatiga, dolor de cabeza, tensión/rigidez en los músculos de la cara, el cuello y la mandíbula?'; '¿Rechina los dientes por la noche?'; '¿Se despierta durante la noche?'; '¿Se siente cansada o somnolienta durante el día?'; Y, finalmente, se encontraba la pregunta que, según los autores, muchas mujeres se avergüenzan de responder: '¿Ronca?'.

Los datos se ponderaron con indicadores físicos (el IMC y la circunferencia del cuello, que se sabe que se engrosa en la vejez), así como con datos demográficos (trabajo, número de hijos y estado civil). Los resultados permiten definir tres categorías de riesgo de apnea del sueño: mujeres con riesgo alto, medio y bajo.

"Encontramos una disparidad significativa entre los dos grupos: las mujeres jóvenes frente a las mujeres relativamente mayores. Entre las mujeres jóvenes, el 1,8% tenía un riesgo alto y el 1,8% un riesgo moderado de desarrollar apnea del sueño, mientras que la tasa se disparaba al 5,2% de riesgo alto y al 9,5% de riesgo moderado en las mujeres de mayor edad. En otras palabras, alrededor del 15% de las mujeres de mayor edad se encontraban en categorías de riesgo significativas", detalla Eli.

Los investigadores se dirigen a los médicos, y especialmente a los dentistas, para que "tomen nota" de los síntomas que pueden indicar un riesgo de apnea del sueño y los diagnostiquen en las consultas

Además, los investigadores encontraron una alta correlación entre el riesgo de apnea del sueño y la tendencia a roncar, que también era más característica de las mujeres mayores de 50 años. Según los resultados, alrededor del 11% de las mujeres que roncan (una de cada 10 mujeres) son susceptibles de tener un mayor riesgo de padecer apnea del sueño.

Los investigadores también señalan que el rechinar de dientes por la noche, un IMC elevado y una circunferencia del cuello relativamente grande son otras señales de alerta. En cambio, para su sorpresa, no se encontraron diferencias significativas entre los dos grupos de mujeres en cuanto a la fatiga y la somnolencia durante el día, un fenómeno importante entre los hombres que sufren apnea del sueño.

A raíz de estos resultados, los investigadores se dirigen a los médicos, y especialmente a los dentistas, para que "tomen nota" de los síntomas que pueden indicar un riesgo de apnea del sueño y los diagnostiquen en las consultas.

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