Inmunidad híbrida contra la Covid-19: mayor protección y más duradera frente a la reinfección

Entre los pacientes que se habían recuperado de la Covid-19, la recepción de al menos una dosis de la vacuna desarrollada por Pfizer/BioNTech se asoció con un riesgo significativamente menor de reinfección.

Científico sosteniendo muestras de sangre de pacientes infectados por SARS-CoV-2 (Foto. Freepik)
Científico sosteniendo muestras de sangre de pacientes infectados por SARS-CoV-2 (Foto. Freepik)
Ángel Luis Jiménez
17 febrero 2022 | 17:45 h

La inmunidad generada frente al SARS-CoV-2, bien sea mediada por la infección natural o a través de la vacunación, se erige como una de las grandes preocupaciones en el momento actual de la pandemia en el que nos encontramos. Especialmente ante la veloz expansión de la variante Ómicron (B.1.1.529, detectada originalmente en Sudáfrica), que ha incrementado de forma significativa el número de reinfecciones. La evidencia científica de la que se dispone hasta el momento sugiere que las reinfecciones han aumentado significativamente no solo por la mayor capacidad de transmisión de Ómicron, sino también por el descenso de la protección frente al virus de nuestro sistema inmunológico.

El riesgo de infección por SARS-CoV-2 se disminuye de forma sustancial entre aquellas personas que han superado la enfermedad, aunque se desconoce la duración de la inmunidad protectora. Motivo por el que las pautas actuales de vacunación recomiendan la vacunación de pacientes recuperados de la enfermedad, aunque los datos sobre la efectividad de la vacuna en estos casos son todavía limitados.

Ante esta fotografía ponemos el foco en un reciente estudio publicado en New England Journal of Medicine que concluye que la vacunación con el suero desarrollado por Pfizer/BioNTech proporciona una capa adicional de protección contra la reinfección en aquellas personas que han superado la infección natural, así como una mayor durabilidad inmunológica. Esta investigación incrementa la evidencia relativa al concepto definido como “inmunidad híbrida”, que hace referencia a aquellas personas que han superado la infección por SARS-CoV-2 y cuentan con inmunidad natural, pero también cuenta con inmunidad adquirida a través de la vacuna.

Para la realización de este trabajo sus responsables han analizado los datos de 149.032 personas en Israel que se habían recuperado de la Covid-19. De estos, 83.356 (56%) fueron vacunados tras recuperarse de la infección en el periodo de duración del estudio que ascendió a 270 días. La reinfección se produjo en 354 de los pacientes vacunados (2,46 casos por cada 100.000 personas/día) y en 2.168 de los 65.676 individuos no vacunados utilizados para la comparación (10,21 casos por cada 100.000 personas/día).

“Aunque la eficacia de la vacuna fue menor en los mayores de 65 años, la vacuna aún ofrecía una protección sustancial entre los pacientes mayores. Sin embargo, en los pacientes no vacunados, la tasa de reinfección entre los sujetos de mayor edad fue mucho más baja que entre los pacientes más jóvenes (3,02 casos por cada 100.000 personas/día frente a 10,79 casos por cada 100.000 personas/día)”.

“Aunque la eficacia de la vacuna fue menor en los mayores de 65 años, la vacuna aún ofrecía una protección sustancial entre los pacientes mayores. Sin embargo, en los pacientes no vacunados, la tasa de reinfección entre los sujetos de mayor edad fue mucho más baja que entre los pacientes más jóvenes”

La eficacia de la vacuna se ha calculado en base a estos datos en un 82% entre los pacientes con edades comprendidas entre los 16 y  los 64 años, y en un 60% en el caso de las personas de 65 años en adelante. Los responsables del estudio indican que no se han encontrado diferencias significativas en la efectividad de la vacuna entre la administración de una sola dosis y la pauta de dos.

Los investigadores argumentan que esta observación puede encontrar su explicación en que los pacientes de mayor edad que han superado la Covid-19 habrían mantenido un mayor cumplimiento de las restricciones e intervenciones no farmacológicas impuestas para controlar la propagación del virus, especialmente durante el periodo de dominancia de la variante Delta (B.1.617.2, detectada originalmente en India), incluso si hubieran decidido no vacunarse. Razón por la que señalan que las diferencias en las tasas de reinfección entre pacientes mayores vacunados y no vacunados fueron menores que las reportadas entre la población más joven.

“En el análisis secundario encontramos que la recepción de más de una dosis no se asoció con una mayor efectividad. Sin embargo, cabe señalar que solo el 19% de los pacientes vacunados recibieron más de una dosis durante el periodo de estudio. Dada la exposición previa al virus, parece que la dosis primaria de vacunación en pacientes recuperados proporcionó una respuesta inmunogénica más robusta y prolongada que la primera dosis en pacientes que no habían tenido Covid-19 previamente”, remachan los autores.

La conclusión de la investigación es clara: entre los pacientes que se habían recuperado de la Covid-19, la recepción de al menos una dosis de la vacuna desarrollada por Pfizer/BioNTech se asoció con un riesgo significativamente menor de reinfección.

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