Francia o Irlanda, los países que han prohibido los vapeadores y en los que España podría fijarse

Los cigarrillos electrónicos o vapeadores se han extendido enormemente entre la población, especialmente entre los más jóvenes, pero pueden tener efectos nocivos

Mujer con vapeador (Foto: Freepik)
Mujer con vapeador (Foto: Freepik)
Noelia Hernández
1 enero 2024 | 00:00 h
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Los cigarrillos electrónicos o vapeadores se han extendido enormemente entre la población, especialmente entre los más jóvenes. De hecho, el último informe del Ministerio de Sanidad sobre consumo de sustancias en jóvenes, se observa que uno de cada cuatro estudiantes de 12 y 13 años declara haber consumido alguna vez en su vida cigarrillos electrónicos (25,2%), un 21% en el último año y un 11,2% en el último mes.

De hecho, pese a que hasta el momento se han comercializado incluso como un producto que ayuda a los fumadores habituales a dejar el tabaco, son numerosos los estudios y evidencias de expertos que apuntan a que estos dispositivos también son altamente dañinos para nuestra salud.

"El vapor procedente de los cigarrillos electrónicos y vapeadores no es inocuo. Aunque carece de alquitrán y monóxido de carbono, produce los efectos tóxicos de la nicotina y contiene numerosos carcinógenos. Este vapor produce alteraciones similares a las del tabaco y puede afectar a otros si se respira en ambientes cerrados", decía la secretaria científica de la SEOM y oncóloga del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, la Dra. Mónica Granja, en una reciente entrevista para Consalud.es.

El vapor procedente de los cigarrillos electrónicos y vapeadores no es inocuo

Los dispositivos, según se apunta desde el Plan Nacional sobre Drogas, calientan un líquido para producir un aerosol que los usuarios inhalan en sus pulmones. Ese líquido puede contener nicotina, aceites de tetrahidrocanabinol (THC) y canabinoides (CBD), y otras sustancias, saborizantes y aditivos, de ahí que su consumo sea perjudicial para la salud.

Igualmente, apunta Sanidad, "se han encontrado sustancias cancerígenas en líquidos y vapor de cigarrillos electrónicos, por lo que no se pueden excluir los riesgos para la salud asociados al uso o exposición al vapor". La solución que está dentro de los dispositivos y el vapor de los cigarrillos electrónicos contienen sustancias químicas nocivas como los anticongelantes (hechos de uno o dos químicos: propilenglicol o etilenglicol), dietilenglicol y agentes carcinógenos como las nitrosaminas que pueden provocar cáncer, se informa desde el ministerio.

Además, y dado que son productos novedosos, todavía se desconocen los efectos a largo plazo para la salud de los usuarios y es por ello que Sanidad desaconseja hacer uso de los vapeadores para dejar de fumar. Es por ello que, desde el Ministerio de Sanidad, ya se ha anunciado una voluntad por ahondar en el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo.

Otros países europeos se están encaminando a limitar especialmente los vapeadores desechables

Así, Mónica García, ministra de Sanidad, expresaba recientemente su voluntad por limitar el consumo de estos vapeadores. “Estos productos tendrán que tener una regulación precisa, asemejándose a las medidas referentes al tabaco. Especialmente centradas en su afectación para la salud de los menores y en el impacto ecológico de los vapeadores desechables”. "Los vapeadores tienen apariencia de juguetes y sabores dulces, pero son perjudiciales y la antesala del tabaquismo. Vamos a regularlos", anunció poco después en sus redes sociales.

Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad, también se pronunció al respecto de esta regulación. "Otros países europeos se están encaminando a limitar especialmente los vapeadores desechables”. Estos dispositivos de corta vida útil causan un “importante impacto medioambiental” y por ello se está dando un “consenso creciente en Europa respecto a que pueda haber unas medidas más restrictivas contra ellos”. Así, y como apuntaba Padilla, se pretende empezar a integrar en el marco legislativo a los vapeadores y equipararlos "con sus particularidades, al resto de derivados del tabaco”. 

Con todo ello, la estrategia que apunta el Ministerio de Sanidad pasa por integrar también estos dispositivos en el mismo marco legislativo y equipararlos con el resto de derivados del tabaco. En España han sido ya varias las CC.AA. que han dado pasos en este sentido, como Galicia o Andalucía. En ambas, se ha dado luz verde a la tramitación de leyes para regular el consumo y venta de vapeadores en menores de cara a 2024.

Unas iniciativas autonómicas que desde Sanidad mirarán con gran atención y tomarán como referencia a la hora de marcar la normativa estatal. “Estas iniciativas que se pondrán en marcha en algunas regiones nos servirán para ver si funcionan y que las demás CC.AA. se vayan sumando. Nos parece maravilloso cualquier actuación de las Consejerías para mejorar la salud de su población, bienvenidas sean”, aseguró el secretario de Estado de Sanidad.

Desde la Unión Europea ya se aprobó a finales del pasado año la prohibición de vender tabaco con sabor para cigarrillos electrónicos. No obstante, los vapeadores todavía siguen en el punto de mira de la Comisión. Francia, por ejemplo, ha aprobado un proyecto de ley para prohibir su venta y fabricación. En el caso de Irlanda también se ha aprobado esta prohibición para las personas menores de 18 años.

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