Las enfermeras españolas, tentadas por las mejores condiciones laborales de otros países europeos

Desde el Consejo General de Enfermería se calcula que durante 2022 alrededor de 1.100 enfermeras se marcharon  fuera de España

Enfermera (Foto: Freepik)
Enfermera (Foto: Freepik)
Javier Leunda, redactor ConSalud.es
25 agosto 2023 | 17:45 h

Las ofertas laborales para enfermeras en otros países europeos están llevando a muchas profesionales españolas a plantearse su marcha. El goteo de expatriados viene siendo una constante en los últimos años, especialmente tras los estragos de la pandemia en nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS). De esta manera, más allá de nuestras fronteras pueden encontrar unas condiciones económicas y laborales mucho más ventajosas que en España. Desde diferentes colectivos enfermeros denuncian que la temporalidad y la precariedad están detrás del aumento de enfermeras que deciden probar suerte más allá de nuestras fronteras.

Sin ir más lejos, desde Suiza se ha publicado recientemente una oferta de trabajo ofreciendo hasta 80.000 euros al año para ejercer en este ámbito. Unos emolumentos muy alejados del rango de los 25.000 a 35.000 euros que una profesional puede percibir en la sanidad pública nacional, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y del Ministerio de Sanidad. Una cifra que dependerá también de la antigüedad, la especialización, el grado de responsabilidad,complementos adicionales –festivos, nocturnidades, etc- o de la comunidad autónoma en la que desarrolle su labor. País Vasco, Galicia y Cataluña ostentan el pódium de regiones con mayores sueldos.

CONDICIONES  LABORALES

No es sólo una cuestión de dinero. La escasez de profesionales sanitarios y la alta demanda de atención llevan a que en nuestros centros de salud las enfermeras se vean sometidas a una sobrecarga laboral muy superior a la de otros países de nuestro entorno. Deben atender a un número de pacientes por encima de lo que sería recomendable. La ratio media de enfermeras en la UE, según recientes datos contrastados de la OMS, Eurostat y la OCDE, se sitúa en las 827 enfermeras por cada 100.000 habitantes. Una cifra que choca con las 625 enfermeras por cada 100.000 habitantes que el Consejo General de Enfermería (CGE) estima en nuestro país.

A la sobrecarga asistencial, viene a sumarse la temporalidad en los contratos que lleva a muchas enfermeras españolas a marcharse

Todo ello, lleva a España al octavo lugar de la Unión Europea con peor ratio de estos profesionales respecto a su población; sólo por delante de Hungría, Bulgaria, Grecia, Eslovaquia, Italia, Letonia o Eslovenia. Muy lejos queda Bélgica (más de 1.800 enfermeras por cada 100.000); u otros estados en cabeza con cifras similares como Suiza, Finlandia Dinamarca, Irlanda, Luxemburgo o Francia. En estos sistemas sanitarios las enfermeras disponen de mayores plantillas y pueden dividir mejor el trabajo de atención a los pacientes.

A la sobrecarga asistencial, viene a sumarse la temporalidad en los contratos que lleva a muchas enfermeras españolas a marcharse. Desde el sindicatoSatse, calculan que alrededor de 4 de cada 10 enfermeras en nuestro país están sometidas a contratos temporales; por meses, semanas e incluso por días para reponer efectivos en verano o festividades. Esta circunstancia incide en que las profesionales concatenen sucesivamente escuetos contratos y vean imposible poder disfrutar de conciliación familiar.

FUGA DE TALENTO

Fruto de la búsqueda de mayores retribuciones y mayor estabilidad laboral, se calcula que aproximadamente 1.100 enfermeras abandonaron el Sistema Nacional de Salud durante el pasado año 2022 para marcharse a trabajar a otros países europeos, según cálculos del CGE. Además, otra causa recurrente apuntada desde el colectivo para esta fuga de talento es el hecho de que la oferta pública de plazas de enfermeras convocadas en nuestro país no resultan sufrientes y se dilatan excesivamente en el tiempo para poder absorber el número de demandantes. Así, entre los principales destinos de nuestras expatriadas encontramos a Noruega, Reino Unido e Irlanda como receptores mayoritarios.

PERFIL VALORADO

España es un país reconocido internacionalmente por la alta calidad de exportaciones como el aceite de oliva, el vino o el calzado… y también por sus profesionales sanitarios. De este modo, en el caso de nuestras enfermeras, los países de nuestro entorno ven con muy buenos ojos la llegada a sus servicios de salud de profesionales ‘made in Spain’. Este colectivo recibe en España una excelente formación académica y práctica que les hace ser deseadas por el resto de países de nuestro continente. Más aún en un contexto de falta de efectivos a lo largo de toda Europa.

Para el CGE, incentivar desde la Administración “mejoras laborales”  evitaría la actual fuga enfermera

El reconocimiento y alta competencia de nuestras enfermeras, que debería ser un orgullo, se torna para España en una sangrante realidad. El país invierte importantes recursos en la formación de profesionales sanitarios que a la postre terminan recalando en otros sistemas sanitarios a coste cero. Algo que se produce, además, en unas circunstancias en las que al SNS no le sobran recursos humanos y requerirá más efectivos para dar respuesta a las futuras jubilaciones o al envejecimiento de la población y la cronicidad, que multiplicarán la demanda asistencial. Para el CGE, incentivar desde la Administración “mejoras laborales”  evitaría la actual fuga enfermera y favorecería el retorno de las expatriadas.  

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