¿Cuál es la diferencia entre una pandemia y una endemia?

A pesar de que España ha planteado la posibilidad de iniciar una fase de endemia, desde la Organización Mundial de la Salud consideran que todavía no es el momento dada la rápida evolución y propagación del SARS-CoV-2.

Prueba diagnóstica de Covid-19 (Foto. Freepik)
Prueba diagnóstica de Covid-19 (Foto. Freepik)
Ángel Luis Jiménez
12 enero 2022 | 13:00 h
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El 11 de marzo de 2020 el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaraba el coronavirus SARS-CoV-2 como “pandemia”. “La OMS ha estado evaluando este brote durante todo el día y estamos profundamente preocupados tanto por los niveles alarmantes de propagación y gravedad, como por los niveles alarmantes de inacción. Por lo tanto, hemos evaluado que la Covid-19 puede caracterizarse como una pandemia”, declaraba. Se iniciaba la peor crisis sanitaria a la que la humanidad ha tenido que hacer frente en, al menos, los últimos 100 años.

Casi dos años después de este momento que cambió nuestras vidas, la situación continúa siendo preocupante. Cierto es que el mundo cuenta con varias vacunas seguras y eficaces que se inoculan desde hace más de un año en la mayor parte del planeta. Se cuenta además con algunos tratamientos eficaces y otros que se encuentran cercanos a su autorización y, la evidencia científica relativa al virus es mucho mayor que en marzo de 2020.

El surgimiento y rápida propagación de la variante Ómicron (B.1.1.529, detectada originalmente en Sudáfrica), sumado a la todavía presente variante Delta (B.1.617.2, detectada originalmente en India), han situado a la mayoría de los países en un escenario de cifras récord de nuevos contagios diarios que, por suerte, no se están traduciendo en un incremento abrupto de la presión asistencial dada la levedad de la enfermedad provocada por Ómicron en las personas completamente vacunadas, de acuerdo con la evidencia científica disponible.

Motivo por el que algunos países, entre los que se encuentra España, ha comenzado ya hablar de la necesidad de “gripalizar” la Covid-19, es decir, comenzar a convivir con el SARS-CoV-2 de forma endémica como hacemos con el resto de virus respiratorios como es el caso de la gripe común. En resumen, pasar de una situación de pandemia a una de endemia.

El plan en el que trabaja el Ejecutivo encabezado por Pedro Sánchez se focaliza en poner fin a la monitorización de cada caso de Covid-19 y no realizar pruebas ante la aparición del menor síntoma. Una monitorización como la que se realiza con la gripe y el resto de enfermedades respiratorias. Se trata de abandonar de forma paulatina la vigilancia universal de la que hemos sido testigos en los casi dos últimos años para entrar en una nueva fase “centinela”.

El plan en el que trabaja el Ejecutivo encabezado por Pedro Sánchez se focaliza en poner fin a la monitorización de cada caso de Covid-19 y no realizar pruebas ante la aparición del menor síntoma. Una monitorización como la que se realiza con la gripe y el resto de enfermedades respiratorias

Este sistema es el empleado con la gripe. Se selecciona un grupo compuesto por profesionales médicos de Atención Primaria y hospitalaria al que se suman hospitales escogidos de forma estratégica con el objetivo de crear una muestra que resulte estadísticamente significativa. De esta forma, tal y como se viene haciendo con la gripe, se calcularía la expansión de la enfermedad mediante extrapolaciones dejando atrás el conteo exhaustivo de los casos que se efectúa hasta la fecha. Esta estrategia se lleva preparando desde el verano de 2020 y entra ahora en su fase final.

Aunque no hay ninguna fecha prevista, si se considera como necesario para el inicio de su implantación que finalice la sexta ola de la pandemia que estamos viviendo. Los responsables del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) y de la Ponencia de Alertas, en la que se encuentran representantes técnicos de todas las comunidades autónomas, mantendrán reuniones esta semana para debatir el momento y el proceso a seguir para la implementación de este nuevo enfoque para analizar la expansión de la pandemia.

LA OMS NO ESTÁ DE ACUERDO

Catherine Smallwood, una de las principales responsables de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, ha mostrado su desacuerdo con el hecho de tratar la Covid-19 como endémica, tal y como proponen algunos países como España, ya que "no se cumplen las condiciones para ello".

"La endemia asume cierta estabilidad de circulación del virus a unos niveles predecibles y unas olas de transmisión epidémica conocidas y predecibles, pero, lo que vemos en este momento, entrando en 2022, no se acerca en absoluto a eso"

"En este momento, las condiciones para la endemia no se cumplen", ha sentenciado. "La endemia asume cierta estabilidad de circulación del virus a unos niveles predecibles y unas olas de transmisión epidémica conocidas y predecibles, pero, lo que vemos en este momento, entrando en 2022, no se acerca en absoluto a eso", ha zanjado Smallwood tal y como recogen en Europa Press, para añadir que "sigue habiendo una gran cantidad de incertidumbre".

La experta ha puesto de relieve la continua y rápida evolución del SARS-CoV-2 lo que dificulta seriamente la posibilidad de que este año pueda llegar a ser considerado como endémico. El director regional de la OMS para Europa, Hans Henri P. Kluge, ha pedido también “prudencia” a los países a la hora de considerar la Covid-19 como una enfermedad endémica.

Cierto es que la situación continúa siendo complicada, pero la fotografía que observamos ahora, es muy distinta de la de marzo de 2020. “Nunca antes habíamos visto una pandemia provocada por un coronavirus. Y nunca antes hemos visto una pandemia que pueda ser controlada, al mismo tiempo”, declaraba ese 11 de marzo de 2020 el director general de la OMS. Ahora contamos con las vacunas aunque la asignatura pendiente de la humanidad continúa siendo la solidaridad y trabajar para garantizar el acceso global equitativo a los sueros. Contamos con mayor conocimiento sobre el virus y nuestras capacidades sobre cómo manejarlo y prevenir las infecciones son más sólidas que hace casi dos años.

La situación de pandemia fue declarada cuando la Covid-19 cruzó todas las fronteras desbordando los sistemas sanitarios de todo el mundo, condenando a las sociedades y economías a unos de los meses más oscuros y de mayor incertidumbre de nuestra historia reciente. La situación ha cambiado significativamente y ese es el motivo por el que la palabra endemia comienza a aflorar en cada vez un mayor número de debates y discusiones.

Un nuevo escenario en el que aprendemos a convivir con un virus de aparición continuada y permanente como sucede con otros virus respiratorios como la gripe común. La expansión de la variante Ómicron y el aumento de las coberturas vacunales frente a la Covid-19 han sentado precisamente estas bases del posible inicio de la nueva fase de la pandemia en la que la inmunidad general de la población se está incrementando de forma veloz. Ahora será el tiempo y el propio virus, los dos indicados que muestren el camino a seguir una vez comience a doblegarse la sexta ola que estamos viviendo en nuestro país.

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