Un año de estado de alarma: ¿Más ruido que acuerdos en política sanitaria?

En la peor crisis sanitaria de las últimas décadas, los desacuerdos entre administraciones han sido más protagonistas que los consensos. Mientras, más de 3,2 millones de españoles se han contagiado y 72.000 murieron por Covid-19.

Salvador Illa y Carolina Darias en un pasado Consejo Interterritorial del SNS (Foto: Pool Moncloa / Borja Puig de la Bellacasa)
Salvador Illa y Carolina Darias en un pasado Consejo Interterritorial del SNS (Foto: Pool Moncloa / Borja Puig de la Bellacasa)

Tras un Consejo de Ministros de más de siete horas de duración, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció el pasado 14 de marzo de 2020 para anunciar la aprobación del decreto de estado de alarma ante la situación de emergencia causada por la pandemia de Covid-19. Por entonces, España contaba con 4.209 casos positivos por coronavirus y 120 fallecidos. Un año después, las cifras oficiales muestran más de 3,2 millones de casos confirmados y de 72.000 muertes.

Desde ese sábado, la vida cambió para todos los españoles y el resto de ciudadanos del mundo. Ni los pronósticos más pesimistas aventuraban que la calificación de pandemia mundial declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido a la expansión del coronavirus iba a durar tanto tiempo. Al principio de este periodo, cuando la sociedad española se unía cada día en forma de aplausos a los profesionales sanitarios, pedían también unidad de acción a la clase política. Sin embargo, el año ha demostrado que el ruido ha sido el protagonista.

Fernando Simón y Salvador Illa se convirtieron en protagonistas inesperados; pese a las críticas sobre algunas decisiones, el Gobierno sacó las prórrogas del Estado de alarma sin muchos problemas

En un primer momento, uno de los mayores protagonistas fue FernandoSimón. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) desde 2012 se convirtió en ‘personaje popular’ al aparecer con asiduidad en las televisiones de todo el país. Al comienzo, sus comparecencias generaron empatía pero pronto se convirtieron en motivo de disputa política. Algunas de sus reflexiones no gustaron a parte de la oposición e, incluso al sector sanitario.

ILLA, CON FECHA DE CADUCIDAD

En la misma línea, Salvador Illa, exministro de Sanidad se convirtió en protagonista inesperado. Elegido por Sánchez como la cuota catalana del Gobierno, parte de la prensa nacional pensaba que iba a tener fecha de caducidad. Posteriormente, tras marcharse a Cataluña para ser candidato del PSC a presidir la Generalitat, se ha confirmado esta teoría. Mientras tanto, Illa fue durante los meses más duros de pandemia la principal autoridad competente delegada del Gobierno.

Pero este liderazgo no fue del todo apoyado por la clase política. En las múltiples comparecencias en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, hubo reiteradas críticas al ministro de Sanidad por polémicas actuaciones como la compra de material y de test de detección fallidos, el retraso en la llegada de EPI’s y mascarillas o la falta de transparencia con respecto a la publicación de los miembros del comité de expertos.

Pese a las casi 100 veces que se ha reunido el Consejo Interterritorial, ha habido dudas sobre la “cogobernanza” entre el Gobierno y las CC.AA. para gestionar la pandemia

A pesar de todo, el Gobierno central no ha tenido grandes problemas para pactar las sucesivas prórrogas del Estado de alarma que se han votado en el Congreso. Sí es cierto que el consenso inicial sobre la necesidad de esta herramienta jurídica para combatir la pandemia de Covid-19 no se ha replicado en posteriores ocasiones, pero al final han tenido éxito los pactos entre diferentes formaciones políticas.

También hubo un atisbo de consenso entre las distintas fuerzas parlamentarias durante la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica, en el Congreso de los Diputados. El dictamen correspondiente a las políticas de Sanidad y Salud Pública fue aprobado por mayoría y en él se incorporaron unas 70 propuestas para reconstruir el SNS. La pregunta es si el Gobierno atenderá estas sugerencias y cuándo lo hará.

CONSEJO INTERTERRITORIAL

En el ámbito autonómico, la polémica tampoco ha quedado al margen. La buena noticia fue la ingente cantidad de reuniones que ha celebrado el Consejo Interterritorial del SNS. Acostumbrados a celebrar entre una y cuatro sesiones al año, en el año 2020 hubo hasta 82 encuentros, la gran mayoría de forma telemática debido a la Covid-19. Y en el 2021, este ritmo ha continuado con plenos semanales.

En todo este año, ha habido dudas sobre la llamada “cogobernanza” y en ciertas ocasiones incluso contradicciones en las declaraciones de algunos consejeros sanitarios. Tras el final del estado de alarma, algunas CC.AA. quisieron acelerar el proceso de desescalada y pidieron más poder de decisión, pero en cuanto el Gobierno cedió, volvieron los contagios y las mismas autonomías le acusaron de falta de liderazgo.

En el último año también ha habido importantes cambios en las consejerías de Sanidad: cambiaron los consejeros en Canarias, Aragón, País Vasco, Galicia y Murcia

Por otra parte, la inmensa mayoría de las veces, los acuerdos adoptados se han tomado de forma coordinada. No obstante, han destacado los desencuentros expresos entre el Gobierno central y algunas comunidades autónomas, especialmente la Comunidad de Madrid liderada por Isabel Díaz Ayuso. El idílico encuentro entre banderas con Pedro Sánchez desembocó en la declaración de un estado de alarma solo en Madrid por la alta incidencia de la pandemia. Posteriormente, han llegado desacuerdos sobre los planes de Navidad o de Semana Santa.

Durante el año también ha habido importantes cambios en las consejerías de Sanidad de algunas comunidades. Los consejeros de Sanidad de Canarias y de Aragón fueron sustituidos por diferentes polémicas. Mientras, los de País Vasco y Galicia cambiaron con motivo de las elecciones autonómicas celebradas en estos territorios en julio. Recientemente, en Murcia ha habido cambio de consejero tras conocerse que Manuel Villegas se había vacunado sin que le correspondiese.

EL MOMENTO DE CAROLINA DARIAS

Tras la salida de Salvador Illa del Ministerio de Sanidad, durante una terceraola de contagios más dura incluso que las anteriores, Sánchez nombró como sustituta a Carolina Darias. La política canaria acompañó a Illa durante varios meses en los plenos del Consejo Interterritorial. Esto, acompañado de su anterior papel como ministra de Política Territorial, le permitió tener una visión del papel que desempeñaban las comunidades autónomas en la gestión del virus.

Junto a la gestión de la pandemia, Carolina Darias tendrá que agilizar el proceso de vacunación y aplicar los PGE proyectados para el 2021

La nueva ministra de Sanidad tiene por delante seguir combatiendo la pandemia, en el marco de un estado de alarma que se prolongará hasta el 9 de mayo aunque no está descartado que se prolongue. A la vez, deberá aunar los esfuerzos para agilizar el proceso de vacunación tras un inicio un tanto pausado. Aún así, y aunque España se acerca al millón de dosis administradas a la semana, todavía está lejos el objetivo de tener vacunada al 70% de la población en verano.

Junto a las tareas relacionadas con la pandemia, Darias también tendrá que desempeñar las tareas propias del Ministerio de Sanidad. Entre ellas, aplicar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2021, que incluyen un importante aumento de las partidas sanitarias debido a la previsión de que lleguen los fondos europeos de recuperación. En la última semana, la ministra también ha dado a conocer algunas de las líneas generales que desempeñará en el cargo a lo largo de la legislatura.

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